7/2/22

Geografía



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¿Qué es la Geografía?

La geografía es la ciencia que se encarga de estudiar los diferentes elementos de la superficie terrestre. El término “geografía” quiere decir, descripción de la Tierra. La geografía es el estudio no solo de los elementos de la superficie de la Tierra sino también de la relación de los seres humanos con estos elementos. Es decir que el estudio de la geografía no solo se limita al abordaje de los diferentes climas, relieve, suelo, hidrografía, flora y fauna, sino que también de la relación de estos elementos con el ser humano y sus modificaciones intencionales o accidentales. La geografía, a su vez, se divide en varias ramas: la geografía general, la geografía regional, la geografía humana, entre otras. En síntesis, se podría decir que la geografía es una ciencia integradora que contienen varias áreas de estudio en relación al planeta Tierra.

Historia de su estudio

La geografía es una de las ciencias más antiguas en las que el hombre se ha especializado. Desde épocas antiguas como las civilizaciones babilónicas o de Egipto, el hombre ha realizado anotaciones para comprender y poder volcar en un mapa los diferentes relieves, climas, flora, fauna, etc correspondientes a los diferentes sitios que les rodeaban. Así se pueden obtener planos de la edad media donde erróneamente afirmaban que, la Tierra era plana y se encontraba sostenida por una tortuga gigante. Dicha teoría fue descartada luego tras afirmar que la Tierra es redonda, aunque ciertamente no lo es, sino que es geoide pero esto último se descubrió posteriormente.

Métodos geográficos

Al tratarse de una ciencia que estudia el sitio donde habitan seres humanos y de la relación de este con el medio ambiente que le rodea, las diferentes ramas de la geografía se relacionan unas con otras. Por tanto, existe un método geográfico que han establecido los geógrafos como método de investigación. El mismo consta de cinco pasos o etapas:

- Localización de los fenómenos. La geografía se encarga de hallar diferentes fenómenos; climáticos, accidentales, producidos, etc. Sin esta localización previa no podría realizarse un estudio geográfico posterior.
- Descripción y explicación. La descripción y la explicación hace referencia a la necesidad de analizar, interpretar y dar respuesta a los fenómenos que previamente se hayan observado.
- Comparación de fenómenos semejantes. Ante determinadas observaciones similares entre sí, la comparación puede dar como resultado el establecimiento de leyes físicas o biológicas para luego teorizar sobre algo determinado.
- Coordinación. El paso siguiente establece que los fenómenos geográficos se hallan interconectados unos con otros. Por tanto, la alteración de uno de estos incide en el resto de ellos de una u otra manera.
- Evolución. Dado que se trata de una ciencia que contempla el medio ambiente, éste se encuentra constantemente expuesto al cambio.

Recolección de datos

Los datos que obtienen los geógrafos pueden ser de primera mano. Es decir dónde;

- Son ellos mismos con un equipo de investigación realizan las observaciones y marcan las diferencias observables volcando los resultados obtenidos en informes (Temperatura, vientos, presión atmosférica, precipitaciones, humedad, relieve, nubosidad, etc),
- Pueden utilizar censos, estudios estadísticos, fotografías obtenidos por ellos mismos o por terceros y mapas (modernos o antiguos para realizar comparaciones).

Realización de mapas

Luego de los pasos antes descritos, los datos obtenidos son volcados para la constitución de un mapa. Estos mapas, en un primer momento eran determinados de forma manual mediante la simple y llana observación. Con el avance de los métodos de medición e instrumentos acordes los mismos se han podido realizar con la ayuda de satélites que ubicados en la atmósfera captan imágenes para luego procesarlas y obtener una fidelidad respecto al objeto geográfico observado.

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¿Qué es el planeta Tierra?

La Tierra es el tercer planeta del sistema solar, en órbita alrededor del Sol entre Venus y Marte, eso es, a 149.600.000 km del Sol. Es el más grande y más denso de los llamados planetas Terrestres, y el quinto en tamaño de los ocho que existen. Es, además, el único planeta hasta la fecha capaz de albergar vida orgánica tal y como la conocemos. 

Su nombre proviene de la antigua mitología romana: Terra, encarnación de una diosa primigenia a quien se asociaba la femineidad, la fecundidad y el origen de la mayoría de las cosas. Se le asocia con la maternidad en diversas culturas, como la Pachamama de los Incas o la Madre Tierra occidental. 

La Tierra tiene un único satélite natural al que llamamos La Luna, en órbita a tan sólo 384.400 km de distancia de la superficie. La Luna es el cuarto satélite más grande del Sistema solar y mide la cuarta parte de la Tierra.

Origen y formación de la Tierra

El origen de la Tierra y de los demás planetas está en la nebulosa solar, un disco de materia remanente de la formación misma del Sol. Se ha calculado que hace 4550 millones de años ya existía la Tierra, después de un período de enfriamiento y constitución de aproximadamente unos 10 a 20 millones de años, cuyo resultado final fue la conformación de las capas exteriores de la superficie terrestre y de la Luna, producto de un impacto entre un cuerpo más o menos del tamaño de Marte con La Tierra hace unos 4530 millones de años. Luego ocurrió una paulatina desgasificación de la corteza del planeta, que junto a la incipiente actividad volcánica, iniciaron los procesos químicos que darían como resultado la atmósfera terrestre. Similarmente, la aparición del agua de los océanos, preludio a la vida, se debió a la introducción de hielo y agua líquida en cometas, asteroides o protoplanetas que hicieron impacto en la joven Tierra.

Movimientos de la Tierra

La Tierra tiene tres formas distintas de movimiento: rotación, traslación y oblicuidad.

- Rotación. La Tierra gira en torno a su propio eje, en dirección Oeste-Este, y demora 23 horas, 56 minutos y 4 segundos en completar un giro. Este movimiento da origen al día y la noche, alternando entre la cara expuesta y oculta al Sol.
- Traslación. La órbita terrestre alrededor del Sol tiene un perímetro de 930 millones de kilómetros, a una velocidad de 108.000 kilómetros por hora. Eso significa que una vuelta orbital completa se lleva a cabo cada 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45 segundos. A dicho período es lo que llamamos comúnmente año.
- Oblicuidad. La Tierra se inclina sobre el plano de su elíptica en poco más de 23°, y es responsable de las estaciones del año, pues acerca y aleja ciertas latitudes planetarias al Sol. Este movimiento disminuye a razón de 0,47” por año.

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Litosfera

La litósfera o litosfera es la capa más sólida y superficial del planeta Tierra, es decir, la más rígida y externa de todas. Está formada por la corteza terrestre y la capa superior del manto terrestre y es la superficie más fría del planeta, sobre la que habitan todos los seres vivos. El término litósfera proviene de las palabras griegas lithos (“piedra”) y sphaíra (“esfera”). 

La superficie total de la Tierra es de 510.072.000 km2, de los cuales 70,8% es agua y el 29,2% restante es tierra. El relieve de dicha superficie expuesta es una combinación de montañas, desiertos, llanuras y mesetas, mientras que la sumergida posee cañones, mesetas y dorsales submarinas, así como profundísimas llanuras abisales, donde no llega la luz solar.

La superficie terrestre se modifica a lo largo de los años, debido al movimiento subterráneo de las placas tectónicas, cuyos pliegues y colisiones generan diversos fenómenos de relieve.

Composición y estructura interna de la Tierra

El cuerpo terrestre se compone de distintos niveles o capas geológicas, a saber:

- Corteza continental y corteza oceánica. Es la capa que se extiende desde los 0 a 60 km de profundidad. Es la capa más fría y rígida de todas. De ello se componen las capas tectónicas.
- Astenósfera. Una capa viscosa sobre la que flota la litósfera, va de los 100 a los 700 km de profundidad.
- Manto del núcleo. Se denomina así a la capa entre 35 y 2890 km de profundidad, aunque sea una serie de niveles geológicos distintos.
- Núcleo externo. Una capa líquida de materia, de bajísima viscosidad, que rodea y descansa sobre un núcleo sólido.
- Núcleo interno. La esfera central de la Tierra, compuesta fundamentalmente por hierro, níquel y porcentajes bajos de azufre y oxígeno. El núcleo en total tiene 3500 km de espesor.

Tipos de rocas

Existen tres tipos de rocas: las ígneas, las metamórficas y las sedimentarias.

Las rocas ígneas son producto del enfriamiento y solidificación del magma. Este enfriamiento puede darse dentro de la corteza terrestre, dando origen a rocas ígneas plutónicas o intrusivas como el granito, gabro, etcétera; o bien, al entrar en contacto con la atmósfera o el océano, lo cual originan las rocas ígneas volcánicas o extrusivas como el basalto, riolita u obsidiana.

Las rocas metamórficas se forman cuando las rocas ígneas o sedimentarias son sometidas durante y después de largos periodos de tiempo al calor, la humedad y/o la presión. Así es como el granito se “transforma” en gneis, la caliza en mármol y la lutita en pizarra. Es poco usual encontrar rocas metamórficas en territorios geológicamente jóvenes como Costa Rica, mientras que son rocas comunes y abundantes en Cordilleras como la de los Andes.

Las rocas sedimentarias se forman como resultado de la acción de los agentes atmosféricos sobre rocas preexistentes. Es decir, la meteorización ocasionada por los agentes físicos, químicos y biológicos a los cuales la roca queda expuesta la debilitan, lo que provoca su fragmentación, y los productos o sedimentos generados a partir de la roca son transportados hacia otros sitios por el viento y los ríos, entre otros, donde se depositan gradualmente en capas. Las rocas resultantes de este proceso son las rocas sedimentarias, que pueden ser de tipo clástico como la arenisca, lutita y conglomerado, y químico o evaporítico como la caliza y la halita.

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Hidrósfera

Una diferencia fundamental de la Tierra respecto a otros planetas del Sistema Solar es su abundante presencia de agua. A esta superficie acuífera total se la conoce como hidrósfera, y abarca no sólo los extensos océanos y mares, sino lagos, ríos y aguas subterráneas hasta los 2 kilómetros de profundidad. La sumatoria de dicha masa de agua en el planeta es de 1/4400 de su masa total. 

Aguas continentales y aguas oceánicas

Las aguas continentales son cuerpos de agua dulce permanentes que se encuentran sobre o debajo de la superficie de la Tierra​ alejados de las zonas costeras (excepto por las desembocaduras de los ríos y otras corrientes de agua). Además, son zonas cuyas propiedades y usos están dominados por los acontecimientos de condiciones de inundación, ya sean estos permanentes, estacionales o intermitentes. Algunas aguas continentales son ríos, lagos y lagunas, glaciares y aguas subterráneas.

Las aguas oceánicas son grandes masas de agua salada. La profundidad media de los océanos es aproximadamente de 4.000 metros. En las proximidades de la costa, el fondo marino se puede encontrar a una profundidad de menos de 200 metros. Estas regiones poco profundas se extienden de 100 a 200 kilómetros desde el litoral y forman las plataformas continentales. Éstas son de gran importancia económica para la pesca, la extracción de petróleo y de gas.

Los océanos contienen el 97% del agua del planeta. En la atmósfera sólo se encuentra el 0,001% del total; mientras que si el agua helada de los casquetes se fundiese el agua de los océanos llegaría al 99%. Los procesos que intercambian el agua en vapor, en líquido o en sólido son fundamentales para la estabilidad del clima y para la vida.

Los elementos que forman la composición del agua de los océanos se pueden dividir en cationes, básicamente sodio, calcio y manganeso, y aniones, entre otros, cloruros y sulfuros. Estos últimos han llegado al agua procedentes de la actividad volcánica , mientras que los primeros proceden de la acción del agua sobre las rocas y la tierra.

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Atmósfera

La bola de gases que rodea a la superficie terrestre, presa de su fuerza de gravedad, se denomina la atmósfera. Se compone de un 78% de nitrógeno, un 21% de oxígeno y el resto de gases nobles y se extiende desde la superficie terrestre hasta unos 11 km de altura (en el 75% de su contenido). 

Sin embargo, no hay límites definidos de la atmósfera, pues empieza en algún momento a desvanecerse en el espacio. A la naturaleza atmosférica se deben los fenómenos climáticos y la redistribución de la energía térmica, así como la aparición de la capa de ozono, indispensable para la preservación de la vida del impacto directo de la radiación UV del Sol. 

La atmósfera posee cinco capas: La troposfera, estratosfera, mesosfera, termosfera y exosfera. Cada una con su composición, densidad y función.

Instrumentos de medición

Los instrumentos que se utiliza la geografía dependen del tipo de fenómeno que constituya el objeto geográfico de estudio. Por ejemplo;

- Temperatura. Para medirla, se utiliza un termómetro o barómetro.
- Vientos. Se han utilizado veletas, anemómetros y anemógrafos.
- Presión atmosférica. Utiliza el barómetro.
- Precipitaciones. Utiliza el pluviómetro.
- Humedad. Utiliza un higrómetro.
- Relieve. Se utiliza el altímetro.
- Nubosidad. Utiliza un nefoscopio.

Clima y tiempo meteorológico

El tiempo atmosférico o meteorológico es el estado de la atmósfera en un momento y lugar determinado1​ definido por diversas variables meteorológicas como la temperatura, la presión, el viento, la radiación solar, la humedad y la precipitación.​ La mayoría de los fenómenos del tiempo ocurren en la troposfera, la capa de la atmósfera que está en contacto con la superficie. 

A menudo existe confusión entre tiempo y clima. El tiempo atmosférico o tiempo es el estado de la atmósfera en un sitio particular durante un corto periodo, mientras que el clima se refiere al patrón atmosférico de un sitio durante un periodo largo, lo suficientemente largo para producir promedios significativos, usualmente 30 años.

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Biósfera

Se entiende por biósfera el conjunto total de la vida orgánica en el planeta, en el contexto de sus emplazamientos físicos. Dividida en diversos biomas, de acuerdo a su latitud, altura sobre el nivel del mar y márgenes de humedad, se estima que haya empezado a evolucionar hace 3500 millones de años. La biodiversidad planetaria es muy alta, privilegiando para ello las zonas bajas y húmedas como la Selva Tropical, mientras que las zonas altas y áridas son poco habitables por vida vegetal y animal. En cada bioma existen diversos ecosistemas, en los que la vida se ha organizado a sí misma a partir de las relaciones posibles entre seres vivos. La masa total de la vida en el planeta es de más o menos 1 billón de toneladas de carbono.

¿Qué es un bioma?

Por bioma, área biótica o paisaje bioclimático se denomina a una región de la superficie de la Tierra que presenta uniformidades en cuanto al clima, la flora y la fauna, constituyendo así una zona identificable a partir del tipo y la variedad de ecosistemas que es posible hallar en ella. Un mismo bioma, entonces, puede tener diferentes nombres locales, pero se considera siempre una misma categoría biogeográfica, con características ecológicas estables. No debe confundirse este término con otros como ecozona, hábitat o ecorregiones.

Así, y atendiendo a características básicas y determinantes, tales como altura, latitud, temperatura, tipos de suelo y margen de precipitaciones, se puede trazar el conjunto de los biomas presentes en la superficie terrestre, prestando atención a las relaciones entre suelos, vegetación y fauna, para definir cada uno por separado. Esta es una labor de clasificación especialmente importante para los biólogos, ecólogos y conservacionistas. El número de biomas en el mundo es finito, y abarca todos los lugares conocidos hasta la fecha. En la actualidad, existen 14 biomas terrestres, 14 biomas de agua dulce y 7 biomas marinos.

Tipos de bioma

Los biomas se clasifican de acuerdo a distintos sistemas, pero los más usados son los de WWF, Holdridge, Whittaker, Walter y Bailey. Cada sistema se ampara en sus propias reglas, tomando en cuenta las condiciones físicas, geográficas, climáticas y bióticas que atañen a cada región. Así, puede hablarse de:

- Biomas terrestres. Aquellos que tienen lugar sobre tierra firme, es decir, en alguna parte de la plataforma continental, sea en planicies, montañas o desiertos de cualquier naturaleza.
- Biomas marinos. Aquellos que se hallan en los depósitos de agua salada: mares y océanos, así como las costas continentales.
- Biomas de agua dulce. Aquellos que tienen lugar en lagos, ríos y otros depósitos de agua dulce, así como sus respectivas costas.

Ejemplos de biomas

- Desierto. Un bioma predominantemente árido, con pocas precipitaciones y vegetación xerófita, de haberla. Los hay cálidos, como el que cubre la zona norte del África (desierto del Sahara) y congelados o polares, como la meseta helada de la Antártida, tan fría que el agua líquida es inexistente. También suelen darse en suelos arenosos, rocosos y helados. Casi una tercera parte del planeta está cubierto por este tipo de bioma: 50 millones de kilómetros cuadrados (53% cálidos y el resto fríos).
- Estepa. Bioma escaso en precipitaciones, de territorio llano y vegetación herbácea (arbustos y yerbajos a lo sumo) que suele hallarse lejos del mar. Poseen una amplia variación térmica y suelos ricos en minerales, pero escasos en materia orgánica y por ende poco fértiles. Se le puede considerar un yermo, es decir, un desierto frío y rocoso, como las estepas de Asia, de Norteamérica y de la Patagonia argentina, o la meseta altiplánica de la Puna andina.
- Tundra. Bioma de bajas temperaturas y suelos helados, vegetación baja típica de las zonas polares, ocupa casi un quinto de la superficie total del planeta. Predominan los musgos, líquenes y los suelos pantanosos, abundante en turberas. Es frecuente en Siberia, Alaska, Canadá y Groenlandia, así como en los extremos sur de Chile y Argentina, regiones con climas fríos y verano corto, cuyas temperaturas máximas no superan los 10 °C. En ocasiones puede darse la congelación del suelo (permafrost).
- Taiga. Llamada a la vez bosque boreal, este bioma es la mayor reserva forestal del planeta, compuesta casi exclusivamente de coníferas de alto tamaño y hoja perennifolia, como abetos, arces y pinos, y una abundante fauna herbívora. Son exclusivas del hemisferio norte: Siberia y la Rusia europea, Alaska y Canadá.
- Pradera. Bioma predominante de pastizales y matorrales templados, en zonas de baja precipitación (alrededor de 300 a 1500mm anuales), incapaces de albergar bosques, pero sin llegar a ser zonas desérticas. Su suelo es fértil y de abundantes capas, producto de la corta vida de la vegetación. Idóneo para el cultivo de plantas alimenticias, con inviernos fríos y veranos cálidos, típicos de las zonas norteamericanas o de la pampa argentina.
- Selva tropical. Este bioma se extiende en la cercanía del ecuador, en Suramérica (la Amazonía), en África (la selva del Congo), en Asia y Oceanía. Es el de mayor abundancia en biomasa del planeta: una alta y frondosa vegetación de copa abundante, que garantiza un suelo fértil y húmedo, con muy frecuentes y abundantes precipitaciones anuales y un clima cálido, desprovisto de invierno. Son el gran reservorio de biodiversidad del planeta (50% de todas las especies conocidas) en una franja menor al 7% de la superficie terrestre.

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¿Qué es la población?

Por el término suele referirse al conjunto de individuos (generalmente humanos, pero no exclusivamente) que integran una comunidad o que habitan en un área o espacio geográfico determinado. Es de uso frecuente en disciplinas como la demografía, la ecología y la estadística.

La palabra «población» proviene del latín populatio, “multitud”, y éste de populus, que significaba “pueblo” o “ciudadanía”. En la actualidad, las poblaciones son objeto de diversos estudios y distintas perspectivas analíticas, que intentan dar con las tendencias de formación, desarrollo y crecimiento de las comunidades de nuestra especie.

Características de la población

El concepto de población varía de acuerdo a la disciplina específica. Por ejemplo, para la demografía, una población es un conjunto estable y constituido de individuos, ligados entre sí por dinámicas de reproducción y por un sentido identitario en lo territorial, cultural, religioso, político, étnico y/o jurídico. 

En cambio, para la biología, la ecología o la sociología, una población no es más que un conjunto de individuos que comparten una geografía específica, pudiendo así hablarse de poblaciones humanas, poblaciones de zorros rojos o de microorganismos. En el caso de la estadística el concepto se hace todavía más abstracto: una población será un conjunto determinado de elementos de los que una porción será sometida al escrutinio o al estudio.

Estadística

El término estadística deriva del alemán statistik, y este a su vez del latín statisticum collegium. Es una ciencia y una rama de las matemáticas a través de la cual se recolecta, analiza, describe y estudia una serie de datos a fin de establecer comparaciones o variabilidades que permitan comprender un fenómeno en particular. 

La estadística se vale, en gran medida, de la observación para la recolección de datos que posteriormente serán analizados y comparados a fin de obtener un resultado. El objetivo de la estadística es tanto ofrecer un resultado numérico como exponer de qué manera se está desarrollando una situación en específico. De allí que tras un análisis estadístico se pueda comprender un hecho, tomar decisiones, estudiar problemas sociales, ofrecer datos y soluciones en determinados casos, deducir datos en relación a una población, entre otros.

Censo

Del latín census, un censo es un padrón o lista. Su uso más habitual está asociado al censo poblacional o censo de población, donde se contabilizan los habitantes de un pueblo o de un país y se recogen diversos datos con fines estadísticos.

El censo permite delimitar una población estadística que refleja el número total de individuos de un territorio. A diferencia de otras herramientas de la estadística, en este caso no se trabaja con muestras, sino con la población total. Su complejidad y elevado costo hacen que los censos nacionales se elaboren, por lo general, cada diez años. 

Lo habitual es que el Gobierno confeccione una planilla con preguntas y que un amplio equipo de censistas se encargue de recorrer todo el país, casa por casa. En el formulario se consulta sobre las variables sociodemográficas más relevantes, como edad, cantidad de hijos, situación laboral, características de la vivienda, etc.

Crecimiento y decrecimiento

Las poblaciones, sea cual sea su tipo, suelen crecer (aumentar de número total de individuos) o decrecer (disminuir de número total de individuos), de acuerdo a condiciones que pueden ser objeto de estudio. Entre ellas están:

- Disponibilidad de recursos. Las poblaciones asentadas en un lugar donde los recursos sean más disponibles (comida, espacio, etc.) tendrán un importante elemento a su favor para crecer, mientras que aquellas que carezcan de ello crecerán más lento o, si los recursos han desaparecido de golpe, empezará a decrecer.
- Sobrevivencia. Si las condiciones de una población permiten una larga expectativa de vida a sus individuos, es mucho más posible que se reproduzcan más de una vez y que lleven sus propias vidas a feliz término, mientras que en condiciones mucho más feroces (guerras, hambrunas, etc.) las poblaciones tienden a decrecer, ya que sus nuevos individuos no disponen de tiempo para reproducirse.
- Movilidad. Las poblaciones no son entidades necesariamente cerradas, y es posible que los individuos cambien de población una o varias veces en la vida, ocasionando que una crezca y la otra decrezca: un migrante hace decrecer la población de partida, pero engrosa la de destino.

Natalidad y mortalidad

Dos tasas o tendencias centrales que erigen el crecimiento y decrecimiento de las poblaciones son el nacimiento de nuevos individuos y su muerte. Estos son procesos que se dan en todas las poblaciones, a medida que una generación reemplaza a la otra, pero no en la misma exacta proporción. Para comprender este proceso es por un lado el concepto de tasa de natalidad: la cantidad de individuos que nacen en un período determinado. Por otro lado, el de tasa de mortalidad: la cantidad de individuos que mueren en un período determinado.

Ambas cifras se comparan, y así podremos saber qué destino le depara a la población, por ejemplo:

- Si la tasa de natalidad es muy superior a la de mortalidad, la población crecerá vertiginosamente.
- Si la tasa de natalidad es apenas superior a la de mortalidad, la población crecerá lentamente.
- Si la tasa de natalidad es igual a la de mortalidad, la población no crecerá ni decrecerá.
- Si la tasa de mortalidad es muy superior a la de natalidad, la población decrecerá vertiginosamente.
- Si la tasa de mortalidad es apenas superior a la de natalidad, la población decrecerá lentamente.

Densidad de población

La densidad de población (o población relativa) es un cálculo que promedia la cantidad de habitantes y el espacio disponible para que habiten. Para ello se divide la cantidad total de pobladores entre el área de la superficie del territorio (hab/km2), lo cual arroja una cifra que indicará qué tan densamente poblada está una ubicación. Si la densidad es alta, los habitantes tienen poco espacio para sí mismos, ya que son muchos para el espacio poblado; si por el contrario es baja, dispondrán de mucho espacio para sí mismos, ya que son pocos para el espacio poblado. Por ejemplo, la ciudad de Buenos Aires tiene una densidad poblacional de 14.458,8 hab/km2, mientras que la capital canadiense, Ottawa, posee una densidad de 278,6 hab/km2.

Pirámide poblacional

La cantidad de individuos de cada sexo y franja de edad de una población se representa comúnmente en una pirámide poblacional, esto es, un gráfico que ubica en un eje X los grupos de sexo y cantidad de individuos, y en un eje Y la edad.

Así, se obtiene una visualización conjunta de la distribución poblacional en base a su sexo (varones a la derecha y mujeres a la izquierda) y edad, y dependiendo de la longevidad de la población, podremos tener estos tipos de pirámide:

- Pirámide expansiva. Base ancha y cima estrecha, indican un predominio de la población joven, disminuyendo en número a medida que envejece. Es típica de las poblaciones con altas tasas de natalidad y mortalidad.
- Pirámide estacionaria. De base más reducida y menos diferencia respecto a la cima, indica una población adulta predominante, pero con buena sobrevida, típica de poblaciones maduras y con mayor calidad de vida.
- Pirámide regresiva. Con una base estrecha y cimas más extensas, indicativo de una población vieja mayoritaria, resultado de bajas tasas de mortalidad y natalidad, como en las poblaciones de crecimiento reducido.

Población económica

El análisis de las poblaciones desde un punto de vista económico arroja dos tipos de habitantes:

- Población económicamente activa. Aquellos habitantes que se hallan insertos en la dinámica productiva, es decir, que se hallan en condiciones físicas y mentales de trabajar, incluso si en el momento están vacantes. También se le llama Población en edad laboral.
- Población económicamente inactiva. Aquellos habitantes incapacitados para el empleo por diversos motivos físicos o mentales. Se les conoce también como población dependiente, ya que debe ser mantenida por la activa.

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¿Qué es la Contaminación?

La contaminación es la acumulación de agentes nocivos para los seres vivos en algún sector del ambiente. Estos agentes pueden ser químicos, físicos o biológicos. Diversos organismos pueden ser afectados: humanos, animales o vegetales. En el ambiente existen constantemente agentes nocivos para los seres vivos. Sin embargo, sólo se considera contaminación cuando las sustancias se han acumulado hasta tal punto que su concentración cambia el equilibrio del ecosistema. La contaminación puede clasificarse según las causas que la provocan (natural o artificial) o bien por los ambientes en los que se concentra: el aire, el suelo o el agua. En las últimas décadas también se ha clasificado la contaminación dependiendo del aspecto del ecosistema que modifica: lumínica, acústica, o térmica.

Causas naturales de la contaminación

Se considera que la contaminación tiene causas naturales cuando es provocada por fenómenos que no fueron desencadenados por la actividad del ser humano. Por ejemplo:

- Maremotos. Las grandes olas provocadas por los maremotos al inundar la tierra con agua salada afectan el equilibrio mineral del suelo y pueden incluso volverlo infértil.
- Hongos. Son organismos que emiten gases que son tóxicos para el ser humano. Aunque al aire libre la concentración de estos gases no llega a ser tóxica, sí provocan contaminación en lugares cerrados y húmedos, como los sótanos.
- Incendios forestales. La combustión que ocurre en los incendios emite grandes cantidades de dióxido de carbono, contaminando el aire. Además, los restos de la combustión, en forma de ceniza, forman una capa sobre el suelo que impide que crezcan los vegetales. Sin embargo, actualmente la mayor parte de los incendios son causados por la acción del hombre.

Causas artificiales de la contaminación

Las diversas actividades económicas del hombre provocan contaminación. La cantidad de contaminación por causas artificiales es significativamente mayor que la causada de forma natural. La contaminación a nivel mundial se ha disparado a partir de la industrialización, a fines del siglo XVIII. Entre las causas artificiales de contaminación, una de las principales es el transporte: los diversos combustibles que se utilizan para trenes, automóviles, barcos y aviones generan gases tóxicos que se concentran en la atmósfera a nivel mundial. Otra de las grandes causas de la contaminación es la basura generada por las grandes ciudades. Esta basura contamina el suelo, el aire e incluso puede contaminar las capas subterráneas de agua.

- Contaminación atmosférica. La contaminación del aire, también llamada contaminación atmosférica, es la presencia de sustancias tóxicas en el aire. Cuando el aire está contaminado, puede afectar a otros sectores del ecosistema. Por ejemplo, cuando llueve donde hay gases contaminantes en el aire, el agua arrastre esos contaminantes formando la lluvia ácida, que a su vez contamina el agua y el suelo. Los principales gases contaminantes son: Clorofluorocarbono (CFC), Monóxido de Carbono, Dióxido de carbono, Dióxido de azufre.
- Contaminación del suelo. Todos los seres vivos dependen del equilibrio orgánico e inorgánico del suelo, ya que del mismo proceden las plantas, que inician la cadena alimenticia. De suelos contaminados no pueden crecer plantas, o bien crecen plantas que contienen esos contaminantes y los transmiten a los animales o seres humanos que los consumen. Así como se vierten sustancias tóxicas en los ríos, también se arrojan en la tierra, sin tener en cuenta los múltiples organismos que viven en ella. Además, la contaminación de la tierra pude tener como consecuencia la contaminación hídrica de capas de agua subterráneas.
- Contaminación hídrica. La contaminación hídrica es la contaminación del agua. Se considera que el agua está contaminada cuando la misma no es apta para el consumo de seres humanos ni de animales. Desde el comienzo de la industrialización, las fábricas utilizaron los ríos para desechar sustancias químicas que eran subproductos indeseados de su actividad económica. Muchas ciudades también depositan sus desechos en corrientes de agua. En un comienzo esto no pareció tener consecuencias, ya que parecía que los desechos “desaparecían” en dirección al mar. Sin embargo, con el paso de las décadas la acumulación de estos desechos contaminó no sólo pequeñas superficies como lagos y ríos, sino también zonas del mar.
- Contaminación radiactiva. La contaminación radiactiva puede ser de origen natural, ya que en la corteza terrestre existen isótopos radiactivos que se encuentra en todo material natural. Sin embargo, en su mayor parte la contaminación radiactiva es artificial, causada principalmente por industrias asociadas a la energía nuclear, pero también por el uso militar de bombas nucleares cuya devastación persiste mucho tiempo después de su detonación, a causa de la contaminación resultante. La contaminación radiactiva no sólo “quema” a los seres vivos sino que también afecta su genética, provocando enfermedades y malformaciones que pueden ser transmitidas por generaciones.
- Contaminación lumínica. La contaminación lumínica es la irradiación de luz, habitualmente concentrada en centros urbanos. Además de impedir ver el cielo nocturno, provoca desórdenes del sueño en seres humanos y afecta significativamente los ecosistemas nocturnos, ya que numerosas especies animales dependen de los ciclos de luz y oscuridad.
- Contaminación térmica. Casi en su totalidad, los aparatos eléctricos emiten calor al ambiente. Por la concentración cada vez mayor de estos aparatos en centros urbanos, el clima y los ecosistemas comienzan a evidenciar sus consecuencias. Sin embargo, el mayor peligro se encuentra en el agua que se utiliza para refrigerar las centrales térmicas, ya que si el agua caliente es vertida directamente en un río o el mar, afecta negativamente a todos los organismos con los que entra en contacto.

Posibles soluciones para la contaminación

Es muy difícil revertir los efectos de la contaminación. Por eso, la mayor parte de las medidas que gobiernos e individuos están llevando a cabo apuntan a evitar que aumente la contaminación. Por ejemplo:

- Reducción de basura. En muchas ciudades la basura es clasificada entre los verdaderos desechos inutilizables y los materiales reciclables como el vidrio, el cartón o el metal.
- Uso del transporte público o de bicicletas. Esta es una acción individual que disminuye las emisiones tóxicas producidas por el transporte.
- Control de los desechos industriales. Los diferentes gobiernos reglamentan la forma en que las sustancias tóxicas deben ser desechadas de forma tal de evitar o disminuir el impacto ambiental de las mismas.

Consecuencias de la contaminación

En primer lugar, la contaminación afecta la calidad de vida del ser humano. La contaminación atmosférica causa desde pequeños malestares como dolores de cabeza o afecciones leves en el sistema respiratorio o la piel, hasta enfermedades potencialmente mortales como el cáncer. Por otro lado, la contaminación atmosférica, al afectar la capa de ozono, provoca el calentamiento global, llevando al peligro de la extinción a diversas especies que dependen de un ambiente frío para sobrevivir, como los corales. La contaminación hídrica puede causar la muerte en el ser humano y en los animales. Incluso cuando ocurre en el mar, afecta la vida de los animales marinos, por ejemplo las bolsas plásticas que son tragadas por peces y mamíferos marinos.

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