La Historia es una rama de las Ciencias Sociales que tiene como objeto de estudio el pasado de la humanidad, tanto el reciente como el remoto, y que se fundamenta para ello en libros, referencias y material documental de diversa índole.
Si bien la Historia puede abordar cualquier período del pasado de la civilización humana, se suele circunscribir su área de interés a los que tomaron lugar después de la invención de la escritura, ya que a partir de entonces se tiene algún tipo de registro de lo ocurrido. La noción de historia y la de registro están íntimamente involucradas.
Tradicionalmente, se ha pensado a la Historia como una más de las humanidades, a pesar de que sus métodos sean propios de las Ciencias Sociales. Esto último ha hecho que se la considere a menudo un “puente” entre las disciplinas humanísticas y las científico-sociales.
Etimología de la Historia
La palabra “historia” proviene del griego antiguo, idioma en que significaba “investigación” o “información”, derivada a su vez de jistor, que significaba “hombre sabio”, “testigo” o “juez”.
Origen de la Historia
La Historia como tal no tiene un origen definido, ya que es difícil establecer cuándo el hombre decidió registrar los eventos pasados como algo que contar a las generaciones futuras. Lo cierto es que se dice que el griego Heródoto de Halicarnaso (484-425 a. C.) fue el primer historiador y geógrafo propiamente dicho.
Documentación de la Historia
Los estudiosos de la Historia humana, sobre todo, echan mano a referencias, pistas, indicios y relatos contenidos en distintos tipos de soporte y de discurso, como pueden ser libros de historia, artículos científicos, obras literarias, relatos religiosos, crónicas de época, diarios íntimos, artes plásticas, restos arqueológicos, correspondencias, etc. Prácticamente todo posee un valor documental aprovechable.
Ciencias complementarias de la Historia
La Historia a menudo echa mano a técnicas, conocimientos y contenidos de otras disciplinas como la antropología, la arqueología, la arquitectura, la literatura, la bibliotecología, la heráldica, la lingüística, la numismática, la política e incluso la filosofía, no sólo como fuente de documentos históricos, sino de teorías interpretativas para explicar mejor el pasado humano.
División del tiempo en la Historia
Si bien no existe una forma única de organizar los eventos del pasado, el común de los historiadores (sobre todo occidentales) suele clasificarlos así:
- Prehistoria. La historia previa a la invención de la escritura. Comprende la edad de piedra (Paleolítico, Mesolítico y Neolítico) y la edad de los metales (Edad del Cobre, Edad del Bronce, Edad del Hierro).
- Edad antigua. Comprende las etapas primeras de la civilización humana: la Antigüedad clásica y la tardía.
- Edad media. Historia de las épocas en que Occidente sustituyó su herencia de las culturas clásicas por la cultura teocéntrica (cristiana o islámica) y que duró hasta el advenimiento de la edad moderna.
- Edad moderna. Fin del medioevo y el oscurantismo religioso, caracterizado por el renacimiento de las culturas europeas occidentales y su expansión por el mundo.
- Edad contemporánea. Los eventos más recientes de los últimos tres siglos de historia, en que el hombre construyó una sociedad mundial y se embarcó en la revolución tecnológica e industrial.
Ramas de la Historia
De acuerdo al período específico de su interés, podemos hablar de diversas ramas de la Historia, por ejemplo:
- Historia de las ideas. Estudia las distintas transiciones del pensamiento humano, considerada en un sentido muy amplio, así como de los distintos ámbitos en que se han producido y las posibles interpretaciones de su origen y significado.
- Historia del Arte. Estudia las distintas formas de expresión artística que el ser humano ha desarrollado a lo largo de los tiempos, y las relaciones que puedan existir entre ellas.
- Historia de la Religión. Se dedica al estudio de las formas de manifestación religiosa y mística que se han producido a lo largo del pasado humano, poniéndolas en relación y estudiando sus influencias y características.
https://www.caracteristicas.co/historia/
La Historia como tal no tiene un origen definido, ya que es difícil establecer cuándo el hombre decidió registrar los eventos pasados como algo que contar a las generaciones futuras. Lo cierto es que se dice que el griego Heródoto de Halicarnaso (484-425 a. C.) fue el primer historiador y geógrafo propiamente dicho.
Documentación de la Historia
Los estudiosos de la Historia humana, sobre todo, echan mano a referencias, pistas, indicios y relatos contenidos en distintos tipos de soporte y de discurso, como pueden ser libros de historia, artículos científicos, obras literarias, relatos religiosos, crónicas de época, diarios íntimos, artes plásticas, restos arqueológicos, correspondencias, etc. Prácticamente todo posee un valor documental aprovechable.
Ciencias complementarias de la Historia
La Historia a menudo echa mano a técnicas, conocimientos y contenidos de otras disciplinas como la antropología, la arqueología, la arquitectura, la literatura, la bibliotecología, la heráldica, la lingüística, la numismática, la política e incluso la filosofía, no sólo como fuente de documentos históricos, sino de teorías interpretativas para explicar mejor el pasado humano.
División del tiempo en la Historia
Si bien no existe una forma única de organizar los eventos del pasado, el común de los historiadores (sobre todo occidentales) suele clasificarlos así:
- Prehistoria. La historia previa a la invención de la escritura. Comprende la edad de piedra (Paleolítico, Mesolítico y Neolítico) y la edad de los metales (Edad del Cobre, Edad del Bronce, Edad del Hierro).
- Edad antigua. Comprende las etapas primeras de la civilización humana: la Antigüedad clásica y la tardía.
- Edad media. Historia de las épocas en que Occidente sustituyó su herencia de las culturas clásicas por la cultura teocéntrica (cristiana o islámica) y que duró hasta el advenimiento de la edad moderna.
- Edad moderna. Fin del medioevo y el oscurantismo religioso, caracterizado por el renacimiento de las culturas europeas occidentales y su expansión por el mundo.
- Edad contemporánea. Los eventos más recientes de los últimos tres siglos de historia, en que el hombre construyó una sociedad mundial y se embarcó en la revolución tecnológica e industrial.
Ramas de la Historia
De acuerdo al período específico de su interés, podemos hablar de diversas ramas de la Historia, por ejemplo:
- Historia de las ideas. Estudia las distintas transiciones del pensamiento humano, considerada en un sentido muy amplio, así como de los distintos ámbitos en que se han producido y las posibles interpretaciones de su origen y significado.
- Historia del Arte. Estudia las distintas formas de expresión artística que el ser humano ha desarrollado a lo largo de los tiempos, y las relaciones que puedan existir entre ellas.
- Historia de la Religión. Se dedica al estudio de las formas de manifestación religiosa y mística que se han producido a lo largo del pasado humano, poniéndolas en relación y estudiando sus influencias y características.
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¿Cuáles fueron las Civilizaciones mesoamericanas?
Las civilizaciones mesoamericanas fueron culturas precolombinas que se encontraban ubicadas en la parte central de América. El nombre “Mesoamérica” quiere decir América intermedia. Esta zona estaba comprendida en el actual territorio del centro y sur de México hasta una línea difusa que atraviesa los actuales países de Guatemala y El Salvador.
En dicha región se podían encontrar varias tribus; los Olmecas, Chichimecas, Totonaca, Tlaxcalteca, Zapotecas, Teotihuacanos, Mayas, Mixtecas, Totonacos, Toltecas, Huastecas, Purépechas y Aztecas. Algunas de ellas lograron grandes avances y se las considera como civilizaciones complejas y de gran desarrollo.
Según el filósofo Paul Kirchhoff, aunque todas las civilizaciones de la región mesoamericana se hallaban atravesadas por una gran diversidad étnica y lingüística, mantuvieron diversas relaciones y conformaron una unidad cultural. Esto ha sido posible gracias al contacto militar y comercial que existía entre ellas.
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¿Qué fue la Civilización azteca?
La civilización azteca, también conocida como mexica o tenochca, fue un próspero pueblo mesoamericano de filiación nahua, fundadores de la ciudad-estado de México-Tenochtitlán (ubicada en el territorio de la actual Ciudad de México) y que en el período posclásico tardío (hacia el siglo XV) se convirtieron en la cultura dominante de la región hasta la llegada de los conquistadores europeos.
Junto con las culturas olmeca, tolteca y de Teotihuacán, los aztecas o mexicas fueron una de las principales civilizaciones mesoamericanas en cuanto a desarrollo y extensión territorial, cuya máxima expresión lo consistió el Imperio Azteca (1325-1521 d.C.), del cual aún persisten restos culturales y lingüísticos en la población indígena de México.
La civilización azteca dominó la región cultural, política y económicamente hasta el inicio de las guerras de conquista, y a pesar de los rigores de la colonización, mucho es el interés que despiertan hoy en día, cuando es posible reconocer lo avanzada de su cultura en cuanto al manejo de los materiales, la astronomía, el desarrollo de sistemas propios de medición y la arquitectura.
Significado del término Azteca
El término “azteca” es de uso muy posterior al fin de la civilización mexica, que jamás se llamó a sí misma de dicha manera. Éste proviene del nombre mítico de procedencia de los pioneros chichimecas que se asentaron en la región, de los cuales los mexicas provenían. Dicho lugar se llamaba Aztlán y está contemplado en los restos de su tradición como una isla originaria.
Orígenes de la civilización azteca
La propia tradición mexica acusaba su origen como el resultado de una gran migración hacia el altiplano mesoamericano, en busca del lugar designado para establecerse. Éste, de acuerdo a los relatos aztecas, se ubicó en un islote del lago de Texcoco en el que había restos de antiguos pobladores y asentamientos, y en donde presenciaron la señal otorgada por sus dioses: un águila devorando a una serpiente sobre un nopal (símbolo que está en la bandera actual mexicana). Allí los mexicas fundaron México-Tenochtitlán en 1325.
Ubicación geográfica de la civilización azteca
La extensión del territorio dominado por los aztecas corresponde hoy día a la mayor parte del centro y sur de México, sobre todo en el correspondiente a la Cuenca de México, ubicada en el Altiplano Central cuyo clima, para la época, era templado y húmedo a pesar de estar ubicado en el trópico.
Organización política de los aztecas
Inicialmente, la ciudad de Tenochtitlán se organizaba en torno a su altar, dado que la azteca era una sociedad profundamente religiosa. De hecho, la ciudad era regentada por su tlatoani, es decir, su orador, máxima autoridad en los asuntos citadinos. En el posterior Imperio azteca, llamado por sus súbditos la Triple alianza, supuso la unión política de las ciudades mexicas de Texcoco, Tlacopán y Tenochtitlán, cuyos tlatoani gobernaban juntos. Eso hasta que la creciente influencia de la última ciudad ocasionó que el regidor de ésta fuese considerado huëy tlahtoani o gran orador, cargo que los invasores europeos bautizarían en sus crónicas como “emperador mexica”, ya que era básicamente un monarca (huëy tlatoque, “gran jefe”) elegido por un concejo nobiliario.
Organización social de los aztecas
La sociedad mexica se componía de castas, encabezadas por una nobleza militar, dirigente de la clase guerrera sumamente activa. Luego estaban los sacerdotes y encargados del culto, y luego los plebeyos (macehualtin), encargados de las labores agrícolas y de ingeniería.
Educación azteca
Los aztecas tenían un sistema educativo basado en dos etapas:
- Una primera de tipo obligatorio, en mano de los padres hasta los catorce años de edad, supervisada por las autoridades del calpulli. En esta etapa se aprendían los huëhuetlátolli (“dichos de los ancianos”) en los cuales se representaba el ideario azteca.
- Luego había dos modos formales de escuela: telpochcalli, para el aprendizaje de asuntos prácticos y militares; y calmecác, para el estudio de la escritura, la astronomía, la teología y el liderazgo.
Los calpulli
Los mexicas llamaban calpulli (“casa grande”) a una unidad social compleja, común a las diversas comunidades nahuas conocidas, y que consistía en varios linajes emparentados por un antepasado común de origen más o menos divino, y cuyos integrantes podían compartir cierto tipo de actividad económica, sobre todo cuando se organizaban varios calpulli en barrios enteros.
Religión azteca
Los aztecas tenían una religiosidad sincrética, que unificaba diversas creencias mesoamericanas originarias, muy vinculada a la lluvia y a la agricultura. Algunos de sus dioses, de hecho, eran muy anteriores a su propia existencia, como la serpiente emplumada Quetzalcóatl, del cual existían diversas interpretaciones mitológicas. La religión azteca, fundamentalmente guerrera, exigía sacrificios humanos para satisfacer la voluntad divina, que llevaban a cabo con prisioneros de guerra y esclavos capturados de las poblaciones vecinas. Estos sacrificios se llevaban a cabo en los templos y jugaron un rol importante en la justificación de la conquista ante los ojos europeos, que vieron en semejantes prácticas la confirmación de la inhumanidad o influencia satánica de los aborígenes.
Astronomía azteca
Los mexicas prestaban especial atención al Sol, la Luna y a Venus, los cuales jugaban un rol importante en su mitología. Sin embargo, ya distinguían y reconocían diversas constelaciones, entre ellas las pléyades y la osa mayor, en las cuales se basaban muchos de sus ciclos temporales. Para los aztecas los astros se dividían en dos grupos opuestos: Centzon Mimixcoa (“cuatrocientas serpientes de nubes”) al Norte; y Centzon Huitznáhuac (“cuatrocientos meridionales”) al Sur.
Lengua azteca
La lengua de los mexicas era el náhuatl clásico, hoy en día la lengua originaria con más presencia en las comunidades indígenas mexicanas. Se estima que este idioma surgiera alrededor del siglo V, fruto de protolenguas anteriores.
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¿Quiénes fueron los Incas?
Los incas, también llamados quechuas, fueron el pueblo de mayor poder y expansión en la América precolombina. Su origen se encuentra en el actual Perú, pero se expandieron también por parte de los actuales territorios de Ecuador, Colombia, Bolivia, Chile y Argentina.
A medida que el imperio se expandía, imponía a las culturas locales algunas de sus costumbres, creencias religiosas y en algunos casos incluso sus formas artesanales y arquitectónicas. Por eso en diversos yacimientos arqueológicos a lo largo de los Andes se encuentra la marca de la cultura incaica que se fundía con las culturas locales o bien las reemplazaba.
Su dominio, que comenzó en el siglo XIII continuó hasta la llegada de los colonizadores españoles en el siglo XVI, y se cree que su caída se debe en parte al descontento que tenían algunos pueblos dominados por los incas, que en algunos casos se unieron a los europeos. A continuación, y a modo de resumen de los incas, exponemos sus características más importantes.
Imperio Inca
El Imperio Inca comienza a gestarse aproximadamente en el año 1200 d C., en Cuzco (actual Perú) y sus alrededores. Pachacútec implemento una reorganización del Estado Inca e inició la expansión territorial, llegando hasta la costa del actual Ecuador por el Norte, y a la actual frontera entre Bolivia, Chile y Argentina por el Sur. La etapa de expansión fue continuada por sus sucesores y continuó hasta 1525. En su mayor extensión, el Imperio cubrió toda la costa oeste de América entre la actual provincia de Pasto (Colombia) y río Maule (Chile). El territorio se dividía en regiones llamadas “suyos”: antisuyo, coyasuyo, chinchaysuyo y contisuyo.
Religión inca
Tenían una religión politeísta, es decir que creían en muchos dioses, pero el principal era el dios Sol, llamado Inti. Además se veneraba a la Pachamama o Mama Pacha, que era la diosa de la tierra, a Quilla (diosa del agua), Illapu (dios del rayo), entre otros. El dios creador era Viracocha. Se trata de una religión panteísta, es decir que un río o una montaña también podían ser venerados como dioses, por ejemplo los Apus (los cerros),
Creían en la existencia de tres mundos:
- Hanan Pacha. El mundo superior.
- Kay Pacha. Mundo medio.
- Uku Pacha. Mundo Inferior.
Arquitectura inca
La arquitectura inca se caracterizó por su sencillez y simetría. La forma de la pirámide trunca (pirámide sin punta) es característica de esta cultura. Para construir sus casas, utilizaban ladridos de adobe (arcilla secada al sol) o piedra, que se unían de forma perfecta, sin dejar huecos entre sí. Los techos eran de paja. En las construcciones más importantes, las piedras se tallaban y lijaban hasta obtener paredes lisas. Las mismas aún pueden apreciarse en la ciudad de Cuzco. Los edificios monumentales tenían funciones administrativas o religiosas. Entre ellos se encuentra Machu Picchu, conjunto de edificiaciones a 2490 msnm. Aunque no se conoce la historia de este sitio, se cree que pudo haber sido un centro ceremonial y que estaba dividido entre una zona urbana, otra agrícola y otra religiosa.
Vestimenta inca
Las mujeres se vestían con una túnica llamada acsu, se cubrían los hombros con una lliclla (mantilla) y la cabeza con un sukkupa o ñañaca. La mantilla solía llevar también un alfiler llamdo tupu, y en la sukkupa usaban un prendedor llamado tupayari. La túnica de los hombres se denominaba uncu y sobre los hombres llevaban una prenda más larga que las mujeres, llamada llaccolla.
Familia Real
El Inca era el mayor soberano. La elección dependía de los deseos de los dioses, los cuales se averiguaban a través de una serie de rigurosas pruebas que evaluaban las capacidades físicas y morales del candidato. Es decir que su elección era ritual y el poder del Inca era sagrado. Coya era la esposa principal del Inca y de entre sus hijos se elegía el heredero, a quien se denominaba Auqui. El mismo era entrenado en las tareas de la administración pública para prepararlo para el gobierno. De todas formas debía pasar por la selección ritual antes de tomar el trono.
Jerarquías sociales incas
Por debajo de la familia real se encontraba una sociedad rígidamente estratificada.
- Nobleza. Eran los funcionarios y sacerdotes. Se los llamaba “orejones” porque se distinguían por adornos en las orejas. El sacerdote principal, inferior sólo al Inca, se denominaba Wilaq.
- Curaca. las autoridades locales
- Hatun – runa. Los campesinos, pescadores, pastores y artesanos. Eran quienes debían pagar la mita: un tributo similar a nuestros impuestos, pero en lugar de pagar dinero dedicaban algunos meses del año para trabajar para el imperio.
- Yanas. Sirvientes del Inca o de la nobleza
- Mitimaes. Grupos conquistadores
- Yanaconas. La servidumbre
- Piñas. Los esclavos, habitualmente prisioneros de guerra.
La unidad mínima de la sociedad incaica era el ayllu, que eran los familiares que se unían por el parentesco por línea paterna.
Economía inca
La economía incaica se basaba principalmente en la agricultura, en especial el cultivo de papas y maíz, aunque también porotos, zapallos, quinoa, algodón y cacahuetes. La agricultura estaba dirigida por el Estado, ya que las tierras eran comunales y el Estado se encargaba de repartirlas entre las familias según el número de integrantes de cada una. El cultivo se realizaba incluso en las laderas de las montañas, gracias a un sistema de terrazas. Además, utilizaban telares para fabricar prendas de vestir y abrigo de algodón o lana de llama. Las llamas y las alpacas también se utilizaban como medio de transporte y ganado. El Imperio Inca no sólo era muy exitoso económicamente sino que además repartía sus riquezas entre todos sus habitantes.
Camino del Inca
El Camino del Inca era el sistema de caminos que unían las ciudades más importantes de este amplio territorio, de Norte a Sur y del mar a la montaña. Tenía un eje longitudinal en la cordillera y otro en la costa. Por ejemplo, une la ciudad de Cuzco con Machu Pichu. Su extensión total llega a los 30.000 kilómetros.
Capac cocha: sacrificios humanos
Se han descubierto evidencias de sacrificios humanos como ofrenda a los dioses incaicos, principalmente a Inti, el Sol. Primero se realizaba un banquete en honor a los sacrificados, habitualmente niños, y luego eran llevados por el sacerdote a la alta montaña donde eran sacrificados. Esta no era una práctica habitual sino en casos muy excepcionales, como ante desastres naturales, terremotos, o alteraciones cósmicas.
Arte y artesanía inca
La pintura se mostraba tanto en murales como en mantos, pero también en diseños geométricos que adornaban la cerámica. Las plumas de las aves se utilizaban para adornar abanicos, camisas y otras prendas de vestir. Tenían un amplio desarrollo artesanal en la textilería. Su manejo de los metales como cobre, bronce, platino y hierro fue difundido a todas las poblaciones conquistadas por los incas. Además, se ha encontrado evidencia de instrumentos musicales, tanto de viento como de percusión.
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¿Qué pueblos vivían en lo que hoy es territorio argentino durante el siglo XVI?
Comunidades originarias de la Pampa y la Patagonia
Desde hace trece mil años, la Patagonia está habitada por cazadores especializados. Estos fueron denominados tehuelches, por los mapuches; patagones, por los españoles; pampas, por los pueblos andinos (pampas, en quichua, significa llanura). Los onas (tehuelches insulares), habitaban el norte de Tierra del Fuego y se agrupaban en dos parcialidades con diferentes idiomas: los selknam (cazadores recolectores) y los haus (pescadores).
La cultura tehuelche era bastante homogénea. Su característica principal era la caza de guanacos y ñandúes. Cargaban a los hombros su vivienda de cuero enrollada y luego se detenían en algunos lugares establecidos. Para dormir extendían pieles sobre el piso. Utilizaban armas como el arco y la flecha, la boleadora de dos o tres bolas y la bola perdida, que era una sola piedra atada con una tienta de cuero. Socialmente se organizaban en bandas compuestas por varias familias extendidas. Las familias eran monogámicas. El casamiento se realizaba por compra de la novia o por rapto. Los hombres tenían a su cargo la construcción de las viviendas y la caza. Las mujeres, trabajaban el cuero, cocinaban y recolectaban frutos y raíces. Su comida principal era el guanaco y el ñandú, aunque también comían pumas, liebres, venados y nutrias. Al cazar una presa, bebían primero la sangre y luego lo cocinaban con piedras calientes. También preparaban charqui. Sin embargo, salvo los onas, los tehuelches no comían pescado, ya que creían que descendían de estos.
Los Mapuches (de Arauco, tierra gredosa y co, agua) habitaban la zona desde hace unos dos mil años. Los incas no pudieron sojuzgarlos. Tampoco los conquistadores españoles. Los mapuches era un pueblo agricultor, sedentario, famosos por su técnica de tejido en telas y su trabajo en platería. También desarrollaron la cerámica, cestería en junco, la talabartería y hermosas tallas en madera. En nuestro país, los mapuches influenciaron a los pehuenches primero, y a los tehuelches, después. Este proceso se denominó araucanización. Se agruparon en numerosas tribus. Entre ellas, se destacaron los Ranqueles, el Cacicazgo de Salinas Grandes y el de las Manzanas. Sedentarios de origen, la llegada de los españoles y la adopción del caballo cambió para siempre sus costumbres.
Comunidades originarias del Chaco
Esta región abarca parte del norte argentino, Paraguay y parte de Bolivia. En este territorio, existen varias familias lingüísticas, con las cuales se pueden dividir los pueblos que habitaron la zona. Los Guaycurú (tobas, mocoví, abipón, pilagá), la Mataco-mataguaya (mataco, tonocoté), la Tupí-Guaraní y la Lule-Vilela. En general, practicaban cacerías que se efectuaban arrinconando animales por medio del ruido, humo o quema de pastizales. De ahí viene el nombre de la región. Chaco significa “país de las cacerías”.
Los Chiriguanos, por ejemplo, eran muy guerreros y se expandieron por la selva del Chaco Occidental. Eran tribus que se organizaban alrededor de un cacique regional hereditario. Éstos eran lugartenientes, hechiceros benignos y capitanes de guerra. Se relacionaron con otras comunidades: acosaron a los matacos y sometieron a los chané. Resistieron a la dominación incaica. Para tratar de dominarlos, los incas apresaron a un grupo de ellos y los dejaron morir de frío en la plaza de ceremonias. Por esto, los denominaron despectivamente como chiriguanos. Chiri significa frío; Guano, estiércol.
Los Wichís eran bandas semi-nómades que ocuparon el Chaco Central. Algunas tribus se dedicaban a la actividad de caza en el monte. Otros eran fundamentalmente pescadores. Tenían una sociedad igualitaria. Vivían en chozas de forma cilíndricas, hechas de ramas y pajas. Eran pequeñas y bajas. Se realizaba una división de trabajo por sexo. Los hombres se preocupaban de la caza y la pesca. Las mujeres, de la recolección, practicaban la alfarería simple, tejían y recolectaban frutos. Para la pesca, los hombres eran guiados por un conocedor del río. Tomados de la mano, caminaban por el agua y encerraban al cardumen con redes. La caza se organizaba en forma similar. Trataban siempre de arrinconar a los animales por medio del ruido de un silbato.
Los Guaraníes fueron la cultura más importante de la zona. Su aspecto físico es similar al de los amazonas. Estatura baja (162 centímetros los hombres, 150 las mujeres) y cuerpo bien musculoso. Los hombres habitualmente andaban desnudos y las mujeres usaban un cubresexo. Sus grandes casas o malocas, llegaban a tener hasta 50 metros de largo. Estaban construidas con troncos, techos a dos aguas y rodeaban una plaza central. En su interior, se colgaban hamacas. Era un pueblo fundamentalmente agricultor. En general, emplearon el sistema de roza, por lo que cada cinco o seis años trasladaban su aldea. Cultivaban mandioca, batata, maíz, zapallo, poroto, maní, mate y algodón. Pescaban en ríos, usando línea y anzuelo, arco y flecha o por medio del endicamiento. Esto es, obstruir ciertas porciones del río con diques. También, se sabe que usaban venenos. Creían en varios dioses. Tupá era uno de los principales. Buscaban la “tierra sin mal”, una especie de paraíso terrenal. Además, practicaban la antropofagia ritual. O sea, se comían a sus enemigos.
Comunidades originarias de la montaña
Los diaguitas vivían en comunidades en los valles y quebradas del Noroeste (Salta, Tucumán, Catamarca y La Rioja). Todo el actual noroeste argentino recibió la influencia cultural de las civilizaciones andinas y fueron dominadas por los Incas en el año 1480. Construyeron viviendas en piedra, con techos de ramas o madera de cardón y paja. Inclusive, utilizaban pisos de laja. Las paredes eran anchas y poco elevadas. Practicaban la agricultura en forma intensiva. Sus andenes eran similares a los utilizados por las altas culturas andinas. En esta región, la agricultura ya se conocía hacía dos mil años. Cultivaban maíz, porotos, quínoa y zapallo. Practicaron la alfarería. Entre el 650-850 d. C., elaboraron cerámicas pintadas con motivos felinos y guerreros.
Los Comechingones habitaron las Sierras Centrales de Córdoba. Eran pueblos agricultores en grandes extensiones de terreno. Utilizaron el riego artificial y la conservación de alimentos en silos subterráneos. Eran, además, pastores de llamas. Complementaban su dieta con la recolección de frutos. Vivían en pueblos chicos, de no más de cuarenta casas, cercados por cardones y arboledas. Sus viviendas eran bajas, con una parte bajo tierra. Ingresaban a las mismas como si fueran sótanos. Hacían esto por las bajas temperaturas y la falta de madera. Peleaban habitualmente contra los sanavirones. Impidieron la entrada de los Incas y lucharon contra los españoles pero finalmente fueron vencidos.
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¿Qué es la Edad Media?
La Edad Media es el período histórico en Occidente comprendido entre la Edad Antigua, (que finalizó con la desintegración del Imperio Romano de Occidente en el siglo V) y la Edad Moderna (que comenzó para algunos después del descubrimiento de América, en 1492 y para otros después de la caída de Constantinopla en 1453). Por ende, constituye un período intermedio entre la Edad Antigua y el Renacimiento y la Edad Moderna, tradicionalmente considerada como una etapa de oscurantismo, retroceso en materia de artes, ciencias y humanidades y predominio absoluto de la fe cristiana como doctrina única de pensamiento. Esto le ganó el sobrenombre del Oscurantismo o de las Edades Oscuras, contrastándola con el esplendor de la época grecorromana previa o del renacimiento italiano posterior. Se extendió por casi diez siglos durante los cuales fueron comunes las guerras y enfrentamientos religiosos, en especial contra las culturas árabes y el Islam, así como la implantación de un sistema de castas muy rígido y despótico denominado sistema feudal. Hoy se sabe que la Edad Media fue un período extenso y complejo, difícil de resumir o de comprender uniformemente, con sus ganancias y pérdidas en materia cultural, científica y política.
Características de la Edad Media:
Origen del término
No puede hablarse de Edad Media sino en el marco de la cultura occidental, por lo que este término no aplica para el estudio de África, Asia o América, sino que está acotado en Europa y, a lo sumo, el Medio Oriente. Esto en parte se debe a que durante el medioevo la civilización cristiana europea se cerró al resto del mundo, perdiendo contacto con las regiones aledañas a pesar de que éstas eran a menudo culturalmente ricas y prósperas, como las naciones Islámicas o las del resto del Viejo Mundo, o ni hablar con las americanas precolombinas. Esto explica, también, la sensación de oscurantismo con que a menudo se asocia este período.
Etapas de la Edad Media
- Alta Edad Media (aproximadamente del siglo V al XI). Es el período inicial del medioevo. Durante estos seis siglos se transforma el mundo romano y los distintos reinos grecolatinos en que se disolvió el Imperio Romano Occidental devienen reinos cristianos, preludio de lo que más adelante serán países. Se impone el modelo feudal de sociedad y el poder del Papa sobre occidente, en confrontación directa con el Imperio Bizantino. Durante este período ocurre la expansión del Islam, el intento de reunificación del Imperio Romano de parte del rey bizantino Justiniano, y el ascenso y la caída del Imperio Carolingio de los reyes francos Pipino el Breve y Carlomagno, entre otros hechos políticos relevantes.
- Baja Edad Media (del siglo XII al XV). Durante esta segunda parte se expande el sistema feudal, se producen reformas e innovaciones en la religión, la política y la filosofía, y sobre todo se llevan a cabo las cruzadas o guerras santas, en las que el Cristianismo intentó recuperar el control de Jerusalén y la tierra santa. En este período tiene origen la escolástica, la reforma gregoriana y las reformas monásticas, así como el surgimiento de la universidad y de la burguesía, clase social que tendría un impacto revolucionario en Occidente a partir del Renacimiento. En el siglo XIV las malas cosechas y los brotes de peste y demás enfermedades llevan a un colapso demográfico sin precedentes.
Feudalismo
El sistema feudal o feudalismo fue el modelo imperante durante el medioevo, y consistía en la organización político-territorial de Europa en pequeños reinos llamados feudos (extensiones de tierra concedidos por el rey a los nombres), en los que tenía pleno poder el terrateniente o señor feudal. Allí vivían los campesinos que trabajaban para él y con quienes compartía el señor feudal el fruto de su trabajo, a cambio de protección militar y orden.
En el modelo feudal existían tres clases sociales, con una marcada desigualdad:
- La nobleza. Los aristócratas eran nacidos de familias pudientes y de “sangre azul”, por lo que eran descendientes a su vez de otros nobles y terratenientes que controlaban el mayor valor de la época: las tierras. Allí albergaban a los campesinos y regían sobre ellos. Constituían la clase privilegiada de la que emergían los reyes y señores feudales.
- El clero. La iglesia detentaba un enorme poder, ya que había acaparado el conocimiento e incluso los reyes eran coronados por emisarios del Papa. La iglesia además poseía un poder moral y espiritual con impacto real en la sociedad, con organizaciones como la inquisición que ejercía castigos y decisiones.
- El campesinado. Los pobres y trabajadores, que no tenían mayores propiedades y que constituían el peldaño inferior de la pirámide, trabajaban para sus respectivos señores feudales.
Teocentrismo
La teocracia o el orden teocrático se llama al sistema político gobernado por la Iglesia y el clero, como lo fue durante buena parte del medioevo: los nobles eran favorecidos o desfavorecidos por el Papa y su autoridad era final, porque era la voz de Dios en la Tierra y no había textos legales o jurisprudencia laica que le contradijera. La Iglesia influía en todos los aspectos públicos y privados de la vida de las personas, imponiendo el orden divino y el temor a Dios por sobre todas las cosas. Esto sin duda cercenó toda posibilidad de avance en materia científica y de concepciones sociales. En el centro de todo estaba Dios y la Biblia.
Las cruzadas
Dado que la posesión de la tierra era un factor clave para el crecimiento económico, las invasiones armadas para conquistar más tierras eran moneda corriente. Entre el siglo XI y el XIII tuvieron lugar nueve guerras santas o cruzadas, como se les conocía, pues los soldados cristianos iban pintados con la cruz a combatir a judíos, paganos y practicantes del islam en Tierra Santa, procurando restablecer el control del Papa sobre los territorios del Oriente Medio. En líneas generales fracasaron todas y tuvieron elevados costos políticos y en vidas humanas, pero movilizaron a gran parte de Europa y permitieron el contacto y la mezcla con regiones alejadas del continente.
Agricultura
El medioevo fue un período principalmente agrícola y ganadero. La sociedad era primordialmente rural, con las ciudades como centros de comercio e intercambio o sedes burocráticas. El campesinado analfabeta podía aspirar a insertar un hijo suyo en el clero, para que lentamente ganara posición social y política mediante el estudio, o en la milicia, para que en alguna guerra destacara y ascendiera quizá al señorío. No obstante, la producción de alimentos y el intercambio entre regiones agrícolas fue el principal mecanismo económico, junto con la minería y la forja de metales.
Cultura
Durante mucho tiempo se sostuvo que el medioevo había sido pobre en manifestaciones artísticas y literarias, pero hoy en día se sabe que no es tan así. Simplemente estuvieron todas atravesadas por el fervor religioso propio del primer cristianismo, y luego por la vigilancia celosa de la Inquisición y sus fanáticos. Sin embargo, sobrevivieron muchos escritos, relatos místicos y obras que exploraban los motivos judeocristianos y, además, numerosas tradiciones de origen pagano que no lograron ser erradicadas por la Iglesia y eran practicadas popular e informalmente: culto a la naturaleza, alquimia, sanación con hierbas, etc.
Fragmentación del poder
Si bien existían reinos y principados, la defensa descansaba en los nobles y guerreros, de los que la permanencia de las casas reales dependía. Es por eso que la clase de los nobles era casi tan poderosa como los propios monarcas. Por otro lado, el clero era sumamente poderoso. Entre los años 1000 y 1500 se construyeron en toda Europa gran cantidad de castillos a modo de construcciones defensivas, que les servían a los señores feudales para poder controlar sus posesiones y reaccionar ante amenazas, es decir que no solo eran la residencia del señor feudal, también constituían la base de operaciones militares.
Cisma de Occidente
Conocido también como el Cisma de Avignon, fue el resultado de una larga crisis que sufrió la Iglesia Católica Apostólica Romana. En 1378, una vez muerto el Papa Gregorio XI, los cardenales romanos eligieron como sucesor al italiano Urbano VI, pero un grupo de cardenales disidentes proclamaron a Clemente VII, quien instaló su sede en Aviñón. Quedó así el mundo católico dividido, con dos sedes papales, una en Roma y otra en Aviñón.
El fin del medioevo
El medioevo llegó a su fin lentamente, a medida que la burguesía jugó cada vez más un rol determinante en la nueva sociedad, en la que el linaje y la nobleza no fueron más importantes que el capital y los negocios. Así, surgió luego del Renacimiento un mundo moderno que abolió el feudalismo y la teocracia.
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¿Qué pasaba en Europa durante el siglos XIV?
Tras el despegue económico del siglo XIII, a comienzos del siglo XIV Europa entró en crisis (Crisis del siglo XIV): una serie de calamidades la azotaron. Entonces, se comenzaron a cuestionar muchos valores que hasta entonces habían tenido vigencia como, por ejemplo, el rol de la Iglesia y el papel de los monarcas. La hambruna causada por una sucesión de malas cosechas, las guerras y las pestes sacudieron a la población y le dieron un panorama muy sombrío al último periodo de la Edad Media. Como consecuencia de estas catástrofes, la población descendió de una forma alarmante. Esta difícil situación provocó a su vez numerosos conflictos en el campo y las ciudades: en el campo, se enfrentaron campesinos contra señores; en las ciudades, en cambio, se opusieron artesanos contra ricos mercaderes. Todo ello trajo consigo la idea de que el fin del mundo anunciado por el Apocalipsis se aproximaba. Por eso, la población de aquel entonces tuvo una insistente y enfermiza obsesión por la muerte. Este pesimismo se plasmó en el arte y en la literatura.
La peste negra
Las epidemias de enfermedades como la tuberculosis o paludismo, fueron el azote más frecuente y temible de la Europa Medieval: diezmaban a poblaciones enteras. La más fulminante de todas fue la peste negra o bubónica. Esta enfermedad la introdujeron a Europa los marineros genoveses que regresaban de Constantinopla. Para los médicos medievales el mal se expandía a causa del aire corrompido. Hoy en día, sabemos que la peste negra se transmitía a los humanos a través de las pulgas que vivían sobre las ratas. A raíz de la peste negra, murieron en Europa unos 25 millones de personas entre el año 1348 y el año 1490, casi un tercio de la población.
Transformaciones económicas y sociales
La superpoblación en Europa produjo una serie de desajustes en la economía de la época. La gran mortandad del siglo XIV originó nuevos problemas: al disminuir la población hubo menos trabajadores y al demanda de productos se redujo drásticamente.
En el campo, grandes extensiones de tierra quedaron sin cultivar. El descenso de la población hizo que la siembra de productos de panllevar ya no fuera rentable. Por eso impulsaron otros cultivos orientados a la exportación, como la vid y el lino. En la industria textil también se perdió mano de obra. Como los trabajadores eran escasos, los salarios tendieron a subir. Por eso, algunos manufactureros trasladaron sus operaciones al campo, esperando encontrar mano de obra más barata. Ellos compitieron con los gremios urbanos, que se oponían a estos industriales que trabajaban por su cuenta, rompiendo el monopolio.
Uno de los aspectos más impresionantes de la crisis económica y demográfica del siglo XIV, fue el abandono de las aldeas en el campo. Los campesinos dejaron sus tierras y posesiones y se convirtieron en vagabundos o se refugiaron en las ciudades. Los campos que antes se habían cultivado se cubrieron de maleza y los caminos se borraron. En las aldeas, las casas y las iglesias se fueron desmoronando. En aquel entonces, la mayoría de las ladeas se quedaron sin hombres y por lo tanto, sin ningún tipo de actividad.
Disturbios sociales
Entre los siglos XIV y XV, diversas regiones de Europa se vieron sacudidas por levantamientos populares, tanto en el campo como en las ciudades. En los últimos siglos de la Edad Media, los campesinos debieron enfrentar diversas dificultades: el fracaso de las cosechas, la peste y las crecientes exigencias tributas de la Iglesias, el estado y los señores. Todos estos factores contribuyeron a crear un clima de malestar entre la población campesina que desembocó, con el tiempo, en el estallido de diferentes rebeliones. En las ciudades, los problemas más corrientes fueron de orden social, pues se había profundizado la separación entre ricos y pobres, y entre los ciudadanos y los que no accedían a la ciudadanía, a los gremios ni al gobierno de la ciudad.
Los levantamientos urbanos y rurales de esta época no presentaban, sin embargo, un programa organizado de reformas. En general, proclamaban la igualdad de los hombres y el respeto de la dignidad humana pero sólo proponían retornar a un tiempo pasado mejor. Los jefes de los levantamientos que por lo general no pertenecían al grupo social que encabezaban, aprovechaban la situación para su beneficio personal, y luego del fracaso del estallido, abandonaban a su suerte a los hombres que habían liderado. La mayoría de las revueltas eran sumamente violentas y muy cortas. A menudo, los cronistas de la época calificaron estos estallidos de furores: solían apagarse tan rápido como habían estallado. Sólo ocasionalmente lograron mejoras.
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¿Cómo fue la llegada de Cristóbal Colón al continente americano?
El mal llamado "descubrimiento de América" ocurrió en el siglo XV, más específicamente el 12 de octubre de 1942. Una expedición española, comandada por Cristóbal Colón, llegó a la isla de Guanahani, perteneciente al archipiélago de las Antillas. Durante el siglo XV las dos potencias europeas eran España y Portugal, que mantenían un intento y fructífero comercio con Asia (India y China). Ese comercio se realizaba por tierra en la llamada ruta de la seda, pasando por territorio musulmán. Poco antes del proyecto de Colón, Portugal había iniciado una nueva ruta marítima rodeando África. Sin embargo, ambas opciones eran caras, lentas y peligrosas. Dado que en los círculos más informados se sabía de la forma esférica Tierra, la corona española respaldó a Colón en el proyecto de llegar a Asia rodeando esa esfera. Sin embargo, en lugar de llegar a Asia, la expedición se encontró con un continente desconocido que actualmente se llama América.
Causas
Los países europeos necesitaban encontrar una ruta más corta y barata para mantener el comercio con Asia. Además, los monarcas europeos sospechaban que podían encontrarse tierras inexploradas. Desde las Cruzadas, la exploración tenía también motivaciones religiosas, ya que se buscaba expandir el cristianismo a otras sociedades.
El proyecto de Cristóbal Colón
Cristóbal Colón, cuyo nombre original es Critoforo Colombo, nació en 1436 y murió en 1506. Su objetivo era llegar a Japón, en esa época tierras del Gran Kan, para facilitar el comercio de la seda y especias muy valiosas. Para eso obtuvo un mapa de Paolo dal Pozzo Toscanelli que, basado en los viajes de Marco Polo, señalaba el trayecto que permitía viajar de Europa a Asia deteniéndose en diversas islas que supuestamente estaban en el camino. Este proyecto fue presentado en numerosas ocasiones al rey de Portugal y a los reyes de España antes de que estos últimos aceptaran. Sus detractores señalaban que el viaje era imposible porque las distancias eran mucho mayores que las que calculaba Colón.
El primer viaje
La salida fue el 3 de agosto de 1492, del Puerto de Palos, con una última escala en territorio europeo el 6 de septiembre de 1492, en la isla de La gomera (Islas Canarias). La llegada fue el 12 de octubre de 1492 y fue Rodrigo de la Triana el marinero que avistó la tierra. Colón esperaba llegar a Asia porque no sabía que viajando en esa dirección estaba a 19.000 kilómetros de su punto de partida (4 veces más de lo calculado)
Llegaron a América tres embarcaciones:
- La Santa María. Se cree que no era una carabela, era la nave capitana y llevaba más de treinta tripulantes.
- La Pinta. Carabela que llevaba aproximadamente veinticinco tripulantes.
- La Niña. Carabela que llevaba menos de veinte tripulantes.
Segundo viaje
El segundo viaje se inició el 25 de septiembre de 1493 y el regreso fue el 11 de junio de 1496. Las tierras descubiertas en este viaje fueron islas, entre ellas Jamaica y Puerto Rico. En este viaje comenzó el proceso de colonización.
Tercer viaje
El tercer viaje se inició el 30 de mayo de 1498 y el regreso fue el 25 de noviembre de 1500. Este fue el viaje en que se llegó a lo que actualmente es Venezuela y por primera vez los europeos llegaron a la masa continental americana.
Conquista y colonización
La conquista y colonización se extendieron desde fines del siglo XV, con el descubrimiento, hasta las primeras guerras de independencia a fines del siglo XVIII y principios del XIX. La conquista de los nuevos territorios se vio facilitada por diversas causas.
- Los europeos contaban con tecnología de armamento más efectiva que la que los indígenas americanos.
- Los europeos utilizaban caballos como animales de guerra y de carga.
- Los americanos no tenían defensas para las enfermedades que los europeos traían.
- Diversos pueblos americanos estaban enfrentados entre sí, lo cual en algunos casos facilitó el triunfo de una fuerza extranjera unificada.
Después de Colón
La colonización de América estuvo a cargo de diferentes conquistadores:
- Hernán Cortés. A principios del siglo XVI inició la conquista del territorio que actualmente es México. Dominó y puso fin al imperio mexica con la estrategia de aliarse a ciertos grupos indígenas en contra de otros.
- Francisco Pizarro. Conquistó el actual territorio de Perú, derrotando al Imperio Inca.
- Hernando de Soto. A partir de 1539 inició la conquista de lo que actualmente es Florida.
- Álvaro Núñez Cabeza de Vaca. Exploró la actual zona de Alabama, Misisipi y Luisiana, conquistador del norte de México y Baja California, a mediados del siglo XVI.
Consecuencias para Europa
El descubrimiento de América desató algunos hechos relevantes para Europa como:
- Emigración de población europea a América
- Llegada de nuevas riquezas
- Inflación
- Establecimiento de nuevos imperios marítimos para España y Portugal.
- Nuevos productos de consumo como el tabaco, el café, el azúcar, la papa y el tomate.
- Nuevas rutas de navegación por el océano Atlántico, lo que provocó que las rutas mediterráneas perdieran en parte su importancia comercial, causando la declinación de las ciudades del Mediterráneo.
Consecuencias para América
- Durante la conquista, los pueblos americanos perdieron sus riquezas materiales (caucho, oro, plata, madera) y culturales (construcciones, artes, idioma, religión).
- Las culturas locales como el lenguaje, la religión y la vestimenta fueron reemplazadas por las europeas.
- A partir de entonces, la mayor parte de la población nativa pasó a vivir en estado de esclavitud o servidumbre. Además, al ser expuestos a nuevas enfermedades, se registró una alta mortandad.
América: antes y después del descubrimiento
Antes del descubrimiento, los pueblos utilizaban una gran variedad de lenguajes. En cuanto a la religión, creían en dioses de la naturaleza.
- Pueblos cultivadores. Vivían en poblados y se alimentaban de maíz, poroto, mandioca y también de la caza y la pesca.
- Pueblos cazadores recolectores. Se alimentaban de animales, raíces, frutos y semillas. Eran nómadas: se unían en pequeños grupos que se trasladaban de un lugar a otro.
Después del descubrimiento
Hasta 1547, España no permitía que las mujeres viajaran a América por lo que los hombres españoles tenían hijos con las mujeres nativas y algunos convivían con ellas, formando familias. Hombres y mujeres africanos fueron traídos a América como esclavos. Las poblaciones nativas fueron diezmadas, pocos de sus asentamientos originales sobrevivieron y fueron obligados a cambiar sus costumbres y estructura social. En todo América se establecieron cuatro idiomas oficiales: castellano, portugués, inglés y francés.
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¿Qué es la Edad Moderna?
La Edad Moderna es el tercer período histórico en que comúnmente se divide la Historia Universal, comprendido entre los siglos XV y XVIII, luego de la Edad Media, y antes de la llamada Época Contemporánea.
La Edad Moderna es considerada una era de afianzamiento de los ideales del progreso, la comunicación y la razón, que serán considerados desde entonces los valores de la modernidad y seguirán más o menos vigentes hasta hoy en día. Esto, contrapuesto a las consideraciones de oscurantismo y aislamiento de la Edad Media, asemeja la Edad Moderna con la Antigüedad o Época Clásica, en la que florecieron la filosofía y las Bellas Artes.
Sus principales protagonistas fueron las naciones occidentales de Europa y América (posteriormente), por lo que se ha acusado esta división de la Historia Universal de eurocéntrica o al menos restringida a la Civilización Occidental. Sin embargo, en ella tienen lugar la llamada “Era de los descubrimientos” de América y Australia, y además el surgimiento de la primera economía mundial, por lo que su importancia y su impacto fueron universales.
Contexto de la Edad moderna
Usualmente se ubica la Edad Moderna más o menos entre los siglos XV y XVIII, pero los eventos que marcan su inicio suelen considerarse la toma de Constantinopla por parte del Imperio Otomano y con ello el fin del Imperio Romano de Oriente, o según otros autores el descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492. Los eventos, en cambio, que sentencian su fin suelen ser la Revolución Francesa de 1789 o la independencia de los Estados Unidos en 1776. Según otros autores también podría tomarse como marcadores de su fin a las Guerras de Independencia Hispanoamericanas, A partir de entonces hablaríamos de la Edad Contemporánea o la Contemporaneidad.
División de la Edad moderna
Dada la magnitud de los cambios que tuvieron lugar en la Edad Moderna, ciertos historiadores de la escuela anglosajona suelen dividirla en dos etapas: la Temprana Edad Moderna (siglos XV-XVIII) y la Segunda Edad Moderna (siglos XIX-XXI). Según esta clasificación estaríamos viviendo aún tiempos modernos.
Cambios políticos de la Edad moderna
La Edad Moderna traerá consigo numerosos cambios políticos, muchos de los cuales ya habían empezado a gestarse en el Medioevo, como el surgimiento de la burguesía mercantilista, que asumirá posteriormente el rol político protagónico en sustitución de la antigua aristocracia y del clero. Esta revolución política y social tendrá su primera anunciación con la Revolución Francesa de 1789, en donde los Reyes de Francia serán decapitados.
Otro cambio importante será la escisión entre Estado e Iglesia, que se dará paulatinamente a medida que los reinos de antaño devengan naciones-estado. Esto significa que los códigos legales y las regulaciones y disposiciones sociales dejarán de obedecer a los mandamientos morales de la Iglesia y se desarrollarán por lo tanto como un cuerpo discursivo propio e independiente: las leyes.
Sin embargo, los grandes Imperios europeos no verán su declive sino hasta el final de la Era, cuando inicien los procesos de cambio que conduzcan a la pérdida de muchas de sus colonias. Durante la era moderna, más bien, se consolidarán como potencias mundiales, una vez que sus navegantes y exploradores descubran los continentes de América y Australia, aproximado por primera vez territorios que se ignoraban mutuamente desde la prehistoria.
Cambios económicos de la Edad moderna
El encuentro entre las diversas regiones mundiales (Eurasia, América y Australia) dará pie a la construcción de un mercado global de bienes que tendrá como epicentro a las grandes ciudades de los reinos europeos y asiáticos. Esto además propició la esclavitud y el sometimiento de los pueblos jóvenes del nuevo y novísimo mundo, lo cual impulsó la economía de las naciones dominantes, en un saqueo histórico sin precedentes. De hecho, el tráfico de esclavos y el contrabando de mercancías fueron actividades sumamente lucrativas durante la época.
Hacia finales de la era nacerá el mercantilismo y posteriormente el capitalismo, que dará pie a la burguesía y a la constitución de una sociedad de consumo, una vez ocurrida la Revolución Industrial. Esto acarreará el crecimiento de las urbes europeas y americanas, muchas de las cuales serán ciudades-estado.
Cambios religiosos de la Edad moderna
La nueva sociedad urbana insurgente entra pronto en conflicto con las grandes religiones occidentales, sobre todo el Cristianismo, cuya Iglesia, ya escindida de la Ortodoxa, sufre numerosos movimientos reformistas. Esto da pie a la Reforma Protestante de Lutero, y a la respuesta conservadora de la Contrarreforma, protagonizada sobre todo por España y transmitida al Nuevo Mundo mediante sus colonias. Esto dividirá el panorama religioso europeo en dos, con mayor influencia protestante en los países nórdicos y anglos, y católica en el Sur mediterráneo. Esto traerá consecuencias particularmente fieras en los países contrarreformistas, de la mano de la Santa Inquisición de la Iglesia Católica.
Cambios filosóficos de la Edad moderna
La Edad Moderna, y sobre todo el Renacimiento, centrarán en el hombre su perspectiva, que en tiempos medievales se centraba en Dios. El hombre pasará a ser la medida de todas las cosas, y mediante la recuperación y revalorización de las culturas de la antigüedad pagana, especialmente la tradición grecorromana, se dará impulso a la fe en la razón humana. Surgen así el humanismo, el racionalismo y posteriormente la ilustración, doctrinas de pensamiento que darán un empuje enorme a las artes y en especial a las ciencias, que serán pródigas en descubrimientos, teorizaciones y fabricación de nuevos instrumentos, particularmente cuando no estén sometidas a la vigilancia inquisitorial en los países protestantes. Destacan los aportes de Nicolás Copérnico, Galileo Galilei, Johannes Kepler, Isaac Newton y muchos otros más que sentaron las bases de la ciencia contemporánea.
Cambios artísticos de la Edad moderna
Las artes tendrán en la Edad Moderna un enorme crecimiento que se expresará en numerosísimos movimientos estéticos, entre los que habrá posturas neoclásicas renacentistas, barrocos (sobre todo el hispano, influido por su nueva herencia mora) y rococó. Estos movimientos tendrán influencia sobre la arquitectura, teatro, pintura, literatura, música y escultura, rechazando las motivaciones medievales (el “gótico”) y apostando por la construcción de grandes obras que reflejaran la recién encontrada fe en el hombre.
La creación del continente latinoamericano, mediante la confluencia de las razas india, negra y blanca, además, brindará al mundo una cultura única, fruto del sincretismo y la mescolanza, que si bien inicialmente se dará bajo el yugo católico español, pronto tomará sus propios caminos y derivas. Al arte perteneciente a este período se le conoce como Arte de la Edad Moderna, y no “Arte moderno”, término empleado para producciones artísticas posteriores.
Exploración naval de la Edad moderna
La Era Moderna será la era de los grandes exploradores, como Colón, Vasco da Gama y Hernando de Magallanes, financiados por la corona de sus países. Esto será el preludio a un mundo cada vez menos ignoto, es decir, cada vez más conocido y registrado, con mayor desarrollo cartográfico y que sentará las bases para el colonialismo e Imperialismo europeo. Los grandes reinos occidentales: Francia, Alemania, Inglaterra, España, Italia, Holanda y Bélgica, sobre todo, se repartirán los continentes Americano, Africano, Australiano y Asiático (menor) dando pie a un intercambio cultural, económico y racial cuyo ejemplo más claro es la incorporación de la raza africana al continente americano, en donde formará un componente vital de la constitución latinoamericana y del Caribe.
La paradoja de la Edad moderna
En medio de este auge del progreso, de la modernidad y sus valores iluminadores, se dieron también manifestaciones paradójicas de atraso y crueldad, como la persecución y quema de brujas en el norte europeo, mucho más violento que en el sur mediterráneo y las colonias americanas, que se suponían más atrasadas y bárbaras. Muchas naciones y culturas se resistieron al influjo modernizador proveniente de Europa, cerrándose en torno a sí mismas con mayor o menor éxito, como es el caso de China o de Japón. Este último se mantuvo aislado y evitó las relaciones de dependencia colonial que eran consustanciales a la apertura al mercado mundial. Otras naciones como la Rusia zarista, en cambio, vieron con buenos ojos la modernidad europea y se aproximaron a ella todo lo posible. Mucho después pagarían el precio por ello con la Revolución Rusa en el siglo XX.
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¿Qué es el Humanismo?
También conocido como humanismo renacentista, se trata de una doctrina filosófica, intelectual y cultural surgida en la Europa del siglo XIV, estrechamente vinculada al Renacimiento, que buscó retomar el legado clásico de las culturas de la antigüedad (en especial la griega antigua) e interesarse por la razón humana y el hombre como centro del universo, dando la espalda así a siglos de filosofía religiosa medieval que imponían una perspectiva teológica. El modelo humanista imperó en la Europa renacentista hasta finales del siglo XVI, cuando la influencia de los procesos de cambio y reforma (luterana, anglicana, calvinista), la Revolución Francesa, la Ilustración y la Contrarreforma católica, impulsaron la diversificación de sus intereses hacia un modelo filosófico más moderno. Sin embargo, el humanismo no murió allí, sino que continuó formando un componente ideológico importante en la conciencia occidental hasta el siglo XIX, cuando se le opuso como método educativo a la escolástica, y luego dio origen en el siglo XX al humanismo laico o secular, cuyo primer manifiesto se firmó en 1933.
Características del humanismo:
Origen
El origen exacto del humanismo se sitúa en Italia durante el siglo XIV, específicamente en Roma, Florencia y Venecia, de la mano de los poetas y pensadores Dante Alighieri (1265-1321), Francesco Petrarca (1304-1374) y Giovanni Boccaccio (1313-1375). Sin embargo, sería con de la invención de la imprenta (1450) y del descubrimiento de América (1492), que el humanismo entraría en su apogeo, de la mano de intelectuales como Giovanni Pico della Mirandola (1463-1494), quien fue el primero en acuñar el término humanismo y humanista para designar al movimiento, y Antonio de Nebrija (1441-1522), quien renovó el estudio de lenguas clásicas en España. Después vendrían los grandes Erasmo de Rotterdam (1466-1536) y Michel de Montaigne (1533-1592), dos de los más célebres humanistas europeos de la historia.
Factores históricos
El humanismo se vio beneficiado por diversos factores históricos que alimentaron en Europa el interés por un pensamiento renovado y por la herencia clásica despreciada como pagana por el medioevo cristiano. Entre ellos se encuentran:
- La caída del Imperio Bizantino. Bajo asedio de los turcos, el Imperio Romano de Oriente vería emigrar a muchos de sus sabios y estudiosos, que buscaron refugio en Occidente y sobre todo en Italia, nutriendo así el intelecto humanista en formación.
- La llegada al solio pontificio de Nicolás V. Quien había sido formado por eruditos humanistas en su juventud. Esto permitió el surgimiento en Roma del humanismo, cuya consolidación fue aún mayor durante el papado de Pío II, considerado el mayor humanista y protector de las artes de su tiempo.
- La acción de los mecenas. El surgimiento del mecenazgo como forma de financiación de numerosas obras humanistas, financiando su impresión o acogiendo a los eruditos en sus palacios. Tal fue, por ejemplo, el caso de los Médici florentinos.
- La creación de las universidades. Una vez instalado el pensamiento humanista, las grandes escuelas europeas se hicieron eco de él y ayudaron a esparcirlo y afianzarlo por todo el continente.
Antropocentrismo
Si bien la idea del Creador seguía siendo importante en el pensamiento humanista, y tenía aún un rol fundamental en su concepción del universo, hubo un importante desplazamiento de atención hacia el hombre como eje del mundo y la razón humana, lo cual permitió romper con la concepción cerrada y teocrática del mundo que el medioevo cristiano impuso durante siglos. La inteligencia humana, así, surgía como valor supremo de la mano con la fe religiosa, pero el poderío de la Iglesia, debilitado por las reformas protestantes y por el aprecio de la racionalidad del hombre contemporáneo, acaba con la Santa Inquisición de la Iglesia Católica. La aparición de la imprenta, además, democratiza la tenencia del libro, acabando con la hegemonía eclesiástica y permitiendo la libre interpretación de las escrituras, lo cual acentuará aún más el espíritu protestante de la época. Esto conducirá al eramismo, un modelo de espiritualidad más interior, libre y directa.
Clasicismo
La recuperación de los mitos y leyendas, así como del imaginario de la antigüedad grecolatina, juega también un rol en la apertura del hombre al conocimiento antiguo y a la exploración de sus fuentes históricas, constituyendo así el saber y las Bellas Artes como valores de la época, protegidos por instituciones como el papado o el incipiente mecenazgo. Se traducen los textos antiguos y se los vuelve a estudiar. La relectura de Plutarco, por ejemplo, y sus biografías, recuperan como modelo a seguir al cortesano y al guerero-poeta, desplazando del imaginario popular al caballero medieval y sus fanatismos. También se recuperan la idealización estética de lo real de Platón, e igualmente la lógica aristotélica.
Comercio
Al contrario de las épocas medievales, el comercio y el enriquecimiento empiezan a ser bien vistos por la lógica calvinista, que ve en ellos la bendición terrenal de Dios al trabajo humano. Esto será clave para el surgimiento del espíritu protestante, indispensable a su vez en el posterior nacimiento de la burguesía y del capitalismo.
Gloria
La fama, la gloria, el poder y el prestigio se rescatan como ambiciones que ennoblecen al hombre, y eso conlleva a la fe en las hazañas de corte exploratoria (como el Descubrimiento de América y la expansión de las rutas comerciales), arquitectónica, artística e incluso política (aparece El príncipe de Nicolás Maquivelo en 1513). Todo ello conducirá a un estado de optimismo y de fe en el hombre moderno, contrarios al pesimismo medieval y la doctrina milenarista que esperaba el inminente fin del mundo (y la venida de Cristo). La realización humana puede tener lugar en la tierra.
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¿Qué es el Renacimiento?
El Renacimiento se sitúa cronológicamente a mediados o finales del siglo XV, en coincidencia con la conquista turca de Constantinopla (1453); para esa época se produjeron otros dos hitos muy importantes: la invención de la imprenta por Gutenberg y el desarrollo de la teoría heliocéntrica de Copérnico. Estos fueron elementos propiciadores de una revolución científica y social de una magnitud impensable hasta entonces.
El Renacimiento fue un período de la historia en el que se iba dejando atrás la Edad Media, para dar comienzo a lo que se conoció luego como era Moderna. Sin duda fue este un cambio muy profundo y complejo, que trascendió a todos los órdenes de la vida, de modo que significó mucho más que un movimiento artístico o cultural, como a veces se cree. No fue esta una ruptura brusca, sino un paso gradual de una sociedad feudal basada en la actividad agraria a una sociedad mercantil y apoyada en el valor de la Nación.
El humanismo es el término que mejor define al Renacimiento. Por primera vez la figura del hombre como ser creador ocupa un lugar central, tras años y años de teocentrismo, es decir, de Dios como fuente de toda creación. El Renacimiento tuvo como claros exponentes a artistas como Botticelli, Tiziano, Rafael o Da Vinci (pintura), y escritores como Alighieri Petrarca, Bocaccio, Shakespeare, Rabelais y Garcilaso de la Vega (Representantes del Renacimiento).
Características del Renacimiento:
- Búsqueda de nuevos conocimientos. Durante el Renacimiento se buscó entender el funcionamiento del mundo mediante un abordaje analítico basado en el estudio y la observación; surgieron entonces los primeros aportes a las diversas ciencias que hoy conocemos, como la biología, la astronomía, la anatomía, la física, etc.
- Revalorización de la estética grecorromana. Hay una búsqueda permanente de la belleza y la perfección, ligadas a los cánones de la antigua Grecia y Roma. Esto se percibe especialmente en la pintura y la escultura, con la obra de artistas como Leonardo da Vinci, Botticelli o Donatello, entre otros.
- El hombre como eje de la historia de la humanidad. En el arte esto impacta de manera central, pues la figura humana vuelve a tener un papel protagónico en la pintura y la escultura.
- Valorización de la ciencia y la razón. Se buscan explicaciones racionales para los acontecimientos naturales y sociales, dejando de lado cuestiones religiosas. En este sentido fue paradigmático el enfrentamiento que tuvo el físico y astrónomo Galileo Galilei, por desafiar las ideas hasta entonces imperantes que consideraban a la Tierra como el centro del sistema solar.
- Ética. Se ponen en un lugar destacado los valores éticos más profundos, como el respeto, la libertad, la solidaridad, la justicia, el honor y el amor.
- Optimismo. Hay una especial valorización de la vida terrenal frente a la eterna, por lo que el hombre renacentista quiere gozar del aquí y ahora, sentimiento plasmado en la célebre frase carpe diem (aprovecha el día). El mundo pasa a ser un lugar para ser vivido con intensidad.
- Apoyo económico a artistas. El arte como creación humana es exaltado, y apoyado económicamente por personas o grupos favorecidos, que patrocinan el trabajo de artistas. A éstos se los conoció como ‘mecenas’. De esa forma, además de fomentar el arte estas personas van ganando espacios de prestigio social y de poder político.
- Crecimiento de la burguesía. Poco a poco, la Burguesía surgida en la edad media, se va haciendo más poderosa e influyente, desplazando a los terratenientes feudales.
- Fundación de los primeros bancos. El desarrollo de la actividad mercantil llevó a la necesidad de otorgar préstamos; surgieron así los primeros bancos.
- Búsqueda de un conocimiento universal. Es característico de esta etapa de la humanidad el surgimiento de hombres que se interesaban por diferentes aspectos de la ciencia, y que también se ejercitaron y destacaron en las artes: tal es el caso de Leonardo da Vinci o de Copérnico.
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¿Qué fue la Colonización de América?
La colonización europea del continente americano fue un proceso histórico de apropiación y ocupación de los territorios ultramarinos recién “descubiertos” por Colón en el año 1492, por parte de las grandes potencias europeas. Los principales interesados en el reparto del llamado Nuevo Continente fueron el Imperio Español y el Imperio Portugués, y posteriormente el Imperio Británico, Reino de Francia y los Países Bajos. También existieron iniciativas mucho menores de parte de Alemania, Dinamarca, Suecia, Rusia, Italia y Escocia. Este proceso se inició a finales del siglo XV y culminó con las numerosas Guerras de Independencia americanas del siglo XVIII que dieron origen a un conjunto de jóvenes repúblicas autónomas, cuyo destino era convertirse en los actuales países americanos.
En líneas generales se entiende por colonización del continente americano el conjunto de dos etapas distintas:
- La Conquista de América. Período de violentos enfrentamientos entre los invasores europeos y los distintos y numerosos pueblos aborígenes americanos, como el Imperio Azteca o el Imperio Incaico, entre muchísimos otros.
- La Colonización propiamente dicha. Durante la cual se fundó una sociedad colonial dependiente de Europa y estructurada en base a clases raciales bien delimitadas: negros, indios y blancos.
Características de la Colonización de América:
El genocidio más sangriento
La llegada de los colonos europeos a América no fue precisamente en son de paz. Venían en pos de territorios nuevos que anexar a sus distintos imperios, sedientos de nuevas riquezas y en franca competencia por la supremacía mundial. Los distintos reyes administraban jurídicamente los permisos para la conquista, que financiaba la burguesía insurgente de la época y que consistían básicamente en ocupaciones militares y la fundación forzada de los primeros poblados europeos en el continente.
Ello implicaba, claro está, subyugar a las distintas naciones aborígenes que se resistían al saqueo, cuando no simplemente erradicarlas o reducirlas a reservas, como en el caso de la conquista británica. A eso debe sumarse la debilidad de los pueblos nativos frente a la viruela y las distintas enfermedades que llevaron consigo los europeos, cuyas consecuencias se sintieron más allá del fin de la guerra, así como su aniquilación sistemática en labores forzadas impuestas por sus conquistadores. Las víctimas totales de la invasión del continente americano se estiman en unos 70 millones de muertos, la matanza más grande en la historia de la humanidad.
La incorporación de la esclavitud
Dado que las diezmadas poblaciones aborígenes no eran suficientes en número y en destrezas para el trabajo de fundación y sostén económico de las nacientes colonias europeas, se inició el traslado forzoso de esclavos africanos hacia América. Estos individuos eran arrancados de sus tierras y vendidos a colonos y latifundistas europeos para iniciar la explotación de los diversos bienes económicos que abundaban en el Nuevo Continente, ya sea agrícolas, minerales y pesqueros. Los negros esclavos carecían de todo tipo de derechos y estaban sujetos a la voluntad de sus amos blancos, mientras que los indios ocupaban un estado de semi-esclavitud denominado servidumbre, encargados de tareas domésticas y exploratorias. Ninguno, sin embargo, era tenido por individuo libre ni tenía derecho a bienes o a propiedades.
La repartición del continente
A grandes rasgos, la repartición del territorio americano entre las principales potencias europeas se dio de la siguiente manera:
- La colonia española. La primera y más extensa de todas, ocupó en su mayoría el territorio de la actual Hispanoamérica, desde el Río de la Plata hasta los territorios mexicanos, incluyendo parte del Caribe y de las Antillas. Este territorio se dividió en cuatro grandes virreinatos: el Virreinato de la Nueva España, el Virreinato del Perú, el Virreinato de Nueva Granada y el Virreinato del Río de la Plata.
- La colonia portuguesa. Abarcó en su totalidad lo que hoy es Brasil, dividida en quince capitanías de casi doscientos cincuenta kilómetros de ancho cada una, otorgadas vitalicia y hereditariamente a nobles portugueses encargados de su explotación comercial. En 1549, sin embargo, el Rey designó a un Gobernador General para toda la colonia.
- La colonia británica. Mucho más dispersa en el origen de sus colonos, se afianzó en Norteamérica en franca competencia con los franceses a través de trece primeras colonias, constituidas mediante sucesivas oleadas de inmigrantes y sus esclavos negros entre los siglos XVII y XVIII. Luego de vencer a Francia en la Guerra de los Siete Años (1756-1763), los ingleses asumieron el control total del territorio del continente norteamericano. También tuvieron influencia en las Antillas y en el Caribe.
- La colonia francesa. Se instaló en la América del Norte, más específicamente en Quebec y otros territorios de la actual Canadá, aunque también en importantes franjas costeras de lo que hoy es Estados Unidos, amén de algunas islas de las Antillas. Muchas de estas colonias antillanas eran mayoritariamente negras, a raíz del colosal movimiento de mano de obra esclava.
- La colonia holandesa. Fue bastante menor en comparación con las anteriores, pero tuvo importantes asentamientos en Norte América (la actual Nueva York fue inicialmente una Nueva Ámsterdam holandesa), Brasil y las Antillas menores (Curazao). Sin embargo, la vida de sus colonias fue más bien efímera.
La expansión de la Iglesia Católica
Una de las improntas más fuertes del colono español era su rabioso catolicismo anti reformista, producto de la exclusión de España de las filosofías renacentistas durante la Reconquista (722-1492) contra el Islam. Esto determinó que la Iglesia Católica jugara un rol importante en la conquista, como brazo moral y cultural de la imposición española sobre los pueblos americanos. El principio de “Tierras para la cristiandad” o de ganar almas para la Iglesia, justificaba el principio de la violencia como un mecanismo de conversión forzosa.
En honor a la verdad, habría que señalar también la bula papal Sublimis deus, promulgada por Paulo III en 1537, en donde afirmaba el derecho de los indígenas a la libertad y a recibir una educación cristiana. Ello amparó a la diezmada población indígena de las brutalidades de la esclavitud, pero no de la imposición cultural que prohibió sus costumbres y sentenció la mayoría de sus lenguas a la extinción. Asediada por la reforma protestante del norte de Europa, la Iglesia Católica halló en la conquista de América y en el rol predominante que junto a su Santa Inquisición jugó en el orden de la naciente sociedad colonial, el oxígeno suficiente para sobrevivir hasta nuestros días.
El mito de El Dorado
La desmedida ambición de los conquistadores españoles, quienes solían ser ciudadanos de a pie buscando su fortuna en las Américas para volver a una posición mejorada en Europa, los llevaba a menudo a creer en leyendas de origen incierto, respecto a ciudades hechas todas de oro y plata y otras riquezas. A esas ciudades imaginarias las denominaban los indígenas El Dorado, y muchas expediciones se perdieron siguiendo su rastro supuesto en las selvas de la Amazonía.
El inicio de la mundialización
La conquista del territorio americano, rico en recursos y en territorio explotable, y más aún la constitución posterior de una sociedad colonial, dependiente en lo jurídico de Europa pero mucho más vital en lo económico, sembró los cimientos del comercio intercontinental y de las muchas empresas de explotación de productos que sobrevinieron. Esto se hizo particularmente notable después de la Independencia Americana, cuando las jóvenes naciones se convirtieron en los más grandes y cercanos vendedores de materia prima de Occidente, un rol que ocupan todavía, desplazando incluso el comercio con India y las colonias orientales.
El mestizaje
La sociedad colonial sostuvo sus normativas raciales hasta el final de sus días, pero eso nunca implicó que no hubiera contacto y sincretismo entre las razas. Era frecuente en el Brasil colonial que los colonos portugueses tomaran esposas indígenas y engendraran una descendencia difícil de catalogar, lo mismo que hacían los amos españoles con sus esclavas negras, dando origen a familias paralelas a la de su matrimonio europeo. Los colonos ingleses, en cambio, puritanos en su mayoría, fueron siempre renuentes a la mezcla.
Hizo falta, entonces, nuevas designaciones para las mezclas resultantes, cuyo término más arbitrario sería el de “pardo”, categoría en la que entraba todo aquello que resultara inclasificable y sospechosamente mixto. Tal y como las distinciones raciales, las culturales tampoco no fueron tan tajantes como pareciera, y la prolongada convivencia entre las razas propició un sincretismo creciente, cuyo resultado es el crisol cultural que hoy caracteriza a la América Latina.
La sociedad colonial de clases
Si bien la distinción racial era clave en el reparto de los derechos durante la colonia, con un margen de movilidad social prácticamente nulo, era la participación en el trabajo manual, algo muy mal visto según las doctrinas católicas imperantes, la que separaba a la élite de las clases inferiores. De esa manera, la sociedad colonial estaba integrada, en primer lugar, por una clase superior blanca y europea, minoritaria, que acaparaba los cargos de funcionariado estatal o se dedicaban al comercio a través de grandes plantas de producción con mano esclava. En segundo lugar, por una servidumbre indígena y un variado sector mestizo que ocupaba una posición comercial intermedia, y finalmente los esclavos negros, mulatos o zambos, encargados de las labores mineras, agrícolas y de mano de obra. Este sistema de desigualdades fue clave para sembrar la semilla de la rebelión libertadora que, en muchos casos, ofrecía la posibilidad de una sociedad heterogénea de ciudadanos libres e iguales.
Regiones no controladas por los conquistadores
Algunas zonas de más difícil acceso o más cuestionable supervivencia, como la selva amazónica, la Patagonia austral, el Gran Chaco y los desiertos del norte de Centroamérica, no pudieron ser jamás reducidos a control de los europeos. Gracias a ello se mantuvieron, y algunos lo hacen aún hoy en día, como los últimos bastiones de sociedades precolombinas en un continente que les fue arrebatado.
Discrepancias en torno al término
Aunque parezca mentira, existen aún posturas encontradas en torno al modo en que se debe nombrar y recordar la conquista y colonización americanas. Movimientos indigenistas y de memoria aborigen han luchado a favor de la visibilización y reconocimiento de la masacre de los pueblos nativos, en contra de eufemismos como “el encuentro de dos mundos” o “el día de la raza”. Incluso se ha cuestionado el término “descubrimiento” para nombrar la llegada de Colón a las Américas en 1492, dado que ya existían sociedades ocupando ese territorio y que, por otro lado, los pueblos vikingos ya habían visitado el este canadiense en épocas anteriores. Lo cierto es que el debate en torno al término continúa, evaluando los aportes culturales y la rápida modernización que la conquista imprimió al continente, pero también el descomunal costo humano que ello supuso.
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¿Qué fue el Imperio Español?
Se conoció como el Imperio Español o la Monarquía universal española al conjunto de los territorios europeos, americanos, asiáticos, africanos y en Oceanía que se hallaron bajo control de la corona española y sus respectivas dinastías entre los siglos XVI y XIX. Con esta etapa imperial de España coincidió su período de mayor esplendor en lo militar, en las artes y en el dominio del comercio transoceánico. Es decir que se convirtió en una potencia mundial indiscutible. Sin embargo, la naturaleza misma del Imperio español lo sentenciaba a constantes fluctuaciones económicas y militares. Finalmente, cayó en una crisis prolongada que terminó por desmembrarlo durante el siglo XIX.
Características del Imperio Español
Origen
El Imperio Español nació en el siglo XV, cuando la reina Isabel I de Castilla y el rey Fernando II de Aragón contrajeron nupcias. Este matrimonio unificó sus territorios y se hizo conocer como los Reyes católicos, dada su lealtad a la Iglesia y su propósito expansionista evangelizador. El nuevo reino unificado logró expulsar los remanentes islámicos que permanecían en Granada en 1492, poniendo así fin a la Reconquista. En medio de estas victorias se otorgó al navegante genovés Cristóbal Colón los recursos para explorar una ruta comercial hacia Oriente. En este viaje “descubrió”accidentalmente el continente americano. Desde ese momento se inicio su conquista y colonización. La avanzada española sobre tierras americanas disparó a su vez la expansión del Imperio. Así, se extendió por África, Asia y Oceanía, especialmente luego de la conquista de las Islas Canarias de manos de sus pobladores guanches.
Dinastías que lo gobernaron
El Imperio Español tuvo tres dinastías monárquicas, que fueron:
- Los Trastámara. La dinastía reinante cuando surgió el Imperio español, de origen castellano, reinaron hasta la muerte de Juana I “la loca” en 1555. Los Reyes Católicos Isabel y Fernando de Trastámara fueron los iniciadores del Imperio.
- Los Habsburgo. También conocidos como los Austrias, reinaron en España luego de 1555, hasta la muerte de Carlos II en 1700. Este período presenció el auge y luego la decadencia de España.
- Los Borbones. Reyes de España desde 1700 hasta la actualidad. Su primer monarca fue Felipe V, quien ascendió al trono tras vencer en la Guerra de Sucesión Española (1700-1713). El último (dentro del período imperial) fue Fernando VII, derrocado por las fuerzas napoleónicas que invadieron España en el siglo XIX.
Territorios conquistados
En su apogeo, hacia finales del siglo XVIII, el territorio del Imperio Español alcanzaba los 20 millones de kilómetros cuadrados, considerándose así la quinta mayor monarquía por extensión en toda la historia. Estos territorios fueron:
En América:
- Virreinato de Nueva España (1535-1821) que comprendía los territorios del actual México y parte de Estados Unidos: California, Nuevo México, Arizona, Texas, Nevada, Florida, Utah, Luisiana, y parte de Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma). También Alaska y el territorio del Yukón, así como las Antillas (Cuba, República Dominicana, Haití, Puerto Rico) y los territorios actuales de Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Belice, Honduras y Costa Rica.
- El Virreinato del Perú (1542-1824) que abarcaba los actuales territorios de Perú, Colombia, Argentina, Ecuador, Panamá, Chile, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Las Galápagos, parte de Brasil y de Venezuela. Sin embargo, su territorio se vio disminuido a partir del siglo XVIII con el surgimiento de dos nuevos virreinatos suramericanos.
- El Virreinato de Nueva Granada (1739-1819) controlaba los territorios de los actuales Panamá, Colombia, Ecuador, Venezuela, Islas Galápagos y el norte de Brasil y oeste de Guyana. Incluía Trinidad y Tobago.
- El Virreinato del Río de la Plata (1776-1811) controlaba los territorios actuales de Argentina, Uruguay, Bolivia, Paraguay y parte de Brasil. Incluía las Islas Malvinas.
- Territorios insulares en el mar Caribe como Antigua y Barbuda, Bahamas, Montserrat, San Martin, Anguila, Bonaire, Granada, San Cristóbal y Nieves, Curazao, Aruba, Jamaica, islas Vírgenes, Martinica, Guadalupe, Barbados, Bermudas, San Bartolomé, islas Turcas y Caicos, Santa Lucía, islas Caimán y el archipiélago de San Andrés y Providencia.
Asia:
- La Capitanía General de las Filipinas (1565-1898) abarcaba las Filipinas y distintos territorios de las “Indias Orientales”: Brunéi, Papúa Occidental, el norte de Taiwán, partes de Indonesia: Ternate y Tidore; Macao (China), Nagasaki (Japón), Malaca (Malasia), partes de la India: Goa, Angediva, Damá y Diu; Timor Oriental y Ceilán.
- Golfo Pérsico: Los territorios de Mascate (Omán) y Qeshm (Irán).
África:
- Las Islas Canarias, los territorios actuales de Mozambique, Angola, Cabo Verde, Somalia, Guinea-Bisáu, Tetúan, Casablanca, Santo Tomé y Príncipe, Cabo Juby, Melilla, Isla de Limacos, Isla de Alborán, Islas Alhucemas, Islas Chafarinas, Ceuta, grandes extensiones del actual Marruecos, incluido el Sahara, Tánger, Cazaza, La Mamora; y territorios luego cedidos al Imperio Otomano, como Orán, Argel, Bugía, Túnez, Bizerta, Monastir, Susa, Mahdia, La Goleta, entre otros.
- Archipiélagos atlánticos: Las actuales islas de Azores y Tristán da Cunha.
Europa:
- La España peninsular y las islas Baleares.
- Portugal y los territorios del Imperio Portugués debido a la unión de los reinos (1580-1640).
- Partes de Italia: el reino de Nápoles, junto con Sicilia, Cerdeña y Malta, así como el ducado de Milán, partes de Toscana y el Marquesado de Finale.
- Partes de Francia: Rosellón, Charolais, el País Vasco Francés, Niza, Livia y Gibraltar (actualmente de Gran Bretaña).
Oceanía:
- Isla de Pascua, las Islas Marianas, las Islas Carolinas, las Islas Santa Cruz (Salomón), Vanuatu, Tahití y algunos asentamientos en Nueva Guinea.
Economía extractivista
El modelo extractivista impuesto en América funcionó gracias a la incorporación de mano de obra esclava proveniente de África. Así se pobló especialmente la región del Caribe, rica en plantaciones de tabaco, caña de azúcar, café, cacao y otras especies. Los materiales obtenidos, junto con los minerales preciosos del Perú, eran enviados a Europa. Sin embargo, las embarcaciones que los transportaban eran asediadas por la piratería y los corsarios ingleses. De todas formas, el peor peligro que sufrió la economía imperial fue su desastrosa administración..
Sociedad
El Imperio Español estableció un sistema virreinal que trataba a sus colonias como extensiones de la metrópoli en vez de colonias extractivas. Esto obligó a conformar una sociedad colonial que distinguía sus clases en base a la raza. Por eso, los «blancos» (europeos o hijos de europeos) conservaban las funciones de gobernación y administración. Los «indios» (nativos de las colonias) eran forzados a la servidumbre o esclavitud. Los «negros» (población traída de África y en algunos casos sus descendientes) eran forzados a la esclavitud.
Esta estructura respondía a determinadas estructuras burocráticas y políticas:
- Virreinatos. Gobernados por un Virrey, eran subreinos del peninsular, que reportaban directamente a la metrópoli. Eran nombrados por el Rey para operar como sus representantes.
- Audiencias. Encargadas de los asuntos jurídicos en las colonias, podían llegar a sustituir a los virreyes de ser necesario.
- Capitanías generales. Sometidas a los virreinatos o las audiencias, eran divisiones políticas en manos de un Capitán General o - Gobernador, encargado de las fuerzas militares y la jurisprudencia, especialmente en zonas de interés estratégico para la corona.
- Cabildos. Encargados del control fiscal (presupuestos, rentas), del control de la delincuencia y del abastecimiento del pueblo en las colonias, eran administrados por los alcaldes y concejales de cada ciudad.
La Conquista de América
La conquista de América fue un proceso largo y sangriento. El Imperio Español se enfrentó a las civilizaciones Azteca e Inca, aliado a sus enemigos locales que ingenuamente creyeron poder librarse del yugo de sus vecinos aliándose con los invasores europeos. Se estima que un 95% de la población originaria pereció en los primeros 130 años posteriores a la llegada de Colón. En primer lugar fueron víctimas de la guerra y luego de las enfermedades traídas de Europa y África. Las siguientes generaciones en muchos casos no soportaron el peso de la servidumbre y los malos tratos.
Crisis y decadencia
La decadencia del Imperio Español se inició en el siglo XVIII, en un marco de crisis económica mundial que afectó particularmente a España. Luego se profundizó con la Guerra de Sucesión Española tras la muerte de Carlos II. Esta guerra culminó el Tratado de Ultrecht en 1713 que eliminaba el dominio de España sobre algunos territorios de otros países europeos, como Italia y Países Bajos. Sin embargo, esto no afectó a sus colonias americanas y asiáticas. A estos primero signos de debilitamiento siguió su desastrosa participación en la Guerra de la Cuádruple Alianza (1717-1720). La consecuencia de este conflicto fue que el Imperio se convirtió en una potencia de segunda fila.
Caída en el siglo XIX
El derrumbe del Imperio Español se produjo en el siglo XIX, tras la conquista de España por las fuerzas napoleónicas. Una vez depuesto Fernando VII, José Bonaparte fue coronado como Rey de España. Estas noticias llegaron a las élites coloniales que desde hacía tiempo estaban descontentas con las leyes comerciales que la metrópoli les imponía. Estas les imponían, por ejemplo comerciar por su cuenta con otros países. Estas élites aprovecharon el momento para alzarse en supuesta fidelidad al rey caído y proclamar su independencia de España. Sin embargo, la liberación de España del dominio napoleónico desencadenó un largo período de inestabilidad y conflicto interno. A los conflictos políticos se sumaba también una enorme crisis económica. El punto final de este declive fue el Desastre del 98, también conocido como la Guerra de Cuba, en la que España perdió sus últimas colonias americanas y en Oceanía ante Estados Unidos.
¿Por qué fue importante?
El Imperio Español fue el primer Imperio global de la historia. Esto significa que sus territorios ocupados no se conectaban entre sí por tierra y se hallaban en distintos continentes. Fue el primer asomo de mundialización de la época. Por otro lado, fue un importante bastión católico que terminó la Reconquista de la península ibérica, antes en manos de los musulmanes. Además, se enfrentó a la Reforma protestante en todos los terrenos posibles.
¿Cuáles fueron sus consecuencias?
Las consecuencias del Imperio Español pueden resumirse en:
- La expansión del idioma español en el mundo.
- La implantación de la religión católica en América y en otros continentes.
- Un enorme empuje a la cartografía del mundo y la exploración de sus confines.
- La formación de América Latina y el Caribe como una entidad cultural, y el aporte africano de su cultura.
- La creación de las grandes obras artísticas del Siglo de Oro Español.
- El surgimiento de Gran Bretaña y otras naciones como potencias principales.
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