20/2/20

Historia II

¿Qué es la Historia?

La Historia es una rama de las Ciencias Sociales que tiene como objeto de estudio el pasado de la humanidad, tanto el reciente como el remoto, y que se fundamenta para ello en libros, referencias y material documental de diversa índole.

Si bien la Historia puede abordar cualquier período del pasado de la civilización humana, se suele circunscribir su área de interés a los que tomaron lugar después de la invención de la escritura, ya que a partir de entonces se tiene algún tipo de registro de lo ocurrido. La noción de historia y la de registro están íntimamente involucradas.

Tradicionalmente, se ha pensado a la Historia como una más de las humanidades, a pesar de que sus métodos sean propios de las Ciencias Sociales. Esto último ha hecho que se la considere a menudo un “puente” entre las disciplinas humanísticas y las científico-sociales.

Etimología de la Historia

La palabra “historia” proviene del griego antiguo, idioma en que significaba “investigación” o “información”, derivada a su vez de jistor, que significaba “hombre sabio”, “testigo” o “juez”.

Origen de la Historia

La Historia como tal no tiene un origen definido, ya que es difícil establecer cuándo el hombre decidió registrar los eventos pasados como algo que contar a las generaciones futuras. Lo cierto es que se dice que el griego Heródoto de Halicarnaso (484-425 a. C.) fue el primer historiador y geógrafo propiamente dicho.

Documentación de la Historia

Los estudiosos de la Historia humana, sobre todo, echan mano a referencias, pistas, indicios y relatos contenidos en distintos tipos de soporte y de discurso, como pueden ser libros de historia, artículos científicos, obras literarias, relatos religiosos, crónicas de época, diarios íntimos, artes plásticas, restos arqueológicos, correspondencias, etc. Prácticamente todo posee un valor documental aprovechable.

Ciencias complementarias de la Historia

La Historia a menudo echa mano a técnicas, conocimientos y contenidos de otras disciplinas como la antropología, la arqueología, la arquitectura, la literatura, la bibliotecología, la heráldica, la lingüística, la numismática, la política e incluso la filosofía, no sólo como fuente de documentos históricos, sino de teorías interpretativas para explicar mejor el pasado humano.

División del tiempo en la Historia

Si bien no existe una forma única de organizar los eventos del pasado, el común de los historiadores (sobre todo occidentales) suele clasificarlos así:

- Prehistoria. La historia previa a la invención de la escritura. Comprende la edad de piedra (Paleolítico, Mesolítico y Neolítico) y la edad de los metales (Edad del Cobre, Edad del Bronce, Edad del Hierro).
- Edad antigua. Comprende las etapas primeras de la civilización humana: la Antigüedad clásica y la tardía.
- Edad media. Historia de las épocas en que Occidente sustituyó su herencia de las culturas clásicas por la cultura teocéntrica (cristiana o islámica) y que duró hasta el advenimiento de la edad moderna.
- Edad moderna. Fin del medioevo y el oscurantismo religioso, caracterizado por el renacimiento de las culturas europeas occidentales y su expansión por el mundo.
- Edad contemporánea. Los eventos más recientes de los últimos tres siglos de historia, en que el hombre construyó una sociedad mundial y se embarcó en la revolución tecnológica e industrial.

Ramas de la Historia

De acuerdo al período específico de su interés, podemos hablar de diversas ramas de la Historia, por ejemplo:

- Historia de las ideas. Estudia las distintas transiciones del pensamiento humano, considerada en un sentido muy amplio, así como de los distintos ámbitos en que se han producido y las posibles interpretaciones de su origen y significado.
- Historia del Arte. Estudia las distintas formas de expresión artística que el ser humano ha desarrollado a lo largo de los tiempos, y las relaciones que puedan existir entre ellas.
- Historia de la Religión. Se dedica al estudio de las formas de manifestación religiosa y mística que se han producido a lo largo del pasado humano, poniéndolas en relación y estudiando sus influencias y características.

https://www.caracteristicas.co/historia/

***


¿Cuáles fueron las Civilizaciones mesoamericanas?

Las civilizaciones mesoamericanas fueron culturas precolombinas que se encontraban ubicadas en la parte central de América. El nombre “Mesoamérica” quiere decir América intermedia. Esta zona estaba comprendida en el actual territorio del centro y sur de México hasta una línea difusa que atraviesa los actuales países de Guatemala y El Salvador.

En dicha región se podían encontrar varias tribus; los Olmecas, Chichimecas, Totonaca, Tlaxcalteca, Zapotecas, Teotihuacanos, Mayas, Mixtecas, Totonacos, Toltecas, Huastecas, Purépechas y Aztecas. Algunas de ellas lograron grandes avances y se las considera como civilizaciones complejas y de gran desarrollo.

Según el filósofo Paul Kirchhoff, aunque todas las civilizaciones de la región mesoamericana se hallaban atravesadas por una gran diversidad étnica y lingüística, mantuvieron diversas relaciones y conformaron una unidad cultural. Esto ha sido posible gracias al contacto militar y comercial que existía entre ellas.

https://www.caracteristicas.co/civilizaciones-mesoamericanas/

***

¿Qué fue la Civilización azteca?

La civilización azteca, también conocida como mexica o tenochca, fue un próspero pueblo mesoamericano de filiación nahua, fundadores de la ciudad-estado de México-Tenochtitlán (ubicada en el territorio de la actual Ciudad de México) y que en el período posclásico tardío (hacia el siglo XV) se convirtieron en la cultura dominante de la región hasta la llegada de los conquistadores europeos.

Junto con las culturas olmeca, tolteca y de Teotihuacán, los aztecas o mexicas fueron una de las principales civilizaciones mesoamericanas en cuanto a desarrollo y extensión territorial, cuya máxima expresión lo consistió el Imperio Azteca (1325-1521 d.C.), del cual aún persisten restos culturales y lingüísticos en la población indígena de México.

La civilización azteca dominó la región cultural, política y económicamente hasta el inicio de las guerras de conquista, y a pesar de los rigores de la colonización, mucho es el interés que despiertan hoy en día, cuando es posible reconocer lo avanzada de su cultura en cuanto al manejo de los materiales, la astronomía, el desarrollo de sistemas propios de medición y la arquitectura.

Significado del término Azteca

El término “azteca” es de uso muy posterior al fin de la civilización mexica, que jamás se llamó a sí misma de dicha manera. Éste proviene del nombre mítico de procedencia de los pioneros chichimecas que se asentaron en la región, de los cuales los mexicas provenían. Dicho lugar se llamaba Aztlán y está contemplado en los restos de su tradición como una isla originaria.

Orígenes de la civilización azteca

La propia tradición mexica acusaba su origen como el resultado de una gran migración hacia el altiplano mesoamericano, en busca del lugar designado para establecerse. Éste, de acuerdo a los relatos aztecas, se ubicó en un islote del lago de Texcoco en el que había restos de antiguos pobladores y asentamientos, y en donde presenciaron la señal otorgada por sus dioses: un águila devorando a una serpiente sobre un nopal (símbolo que está en la bandera actual mexicana). Allí los mexicas fundaron México-Tenochtitlán en 1325.

Ubicación geográfica de la civilización azteca

La extensión del territorio dominado por los aztecas corresponde hoy día a la mayor parte del centro y sur de México, sobre todo en el correspondiente a la Cuenca de México, ubicada en el Altiplano Central cuyo clima, para la época, era templado y húmedo a pesar de estar ubicado en el trópico.

Organización política de los aztecas

Inicialmente, la ciudad de Tenochtitlán se organizaba en torno a su altar, dado que la azteca era una sociedad profundamente religiosa. De hecho, la ciudad era regentada por su tlatoani, es decir, su orador, máxima autoridad en los asuntos citadinos. En el posterior Imperio azteca, llamado por sus súbditos la Triple alianza, supuso la unión política de las ciudades mexicas de Texcoco, Tlacopán y Tenochtitlán, cuyos tlatoani gobernaban juntos. Eso hasta que la creciente influencia de la última ciudad ocasionó que el regidor de ésta fuese considerado huëy tlahtoani o gran orador, cargo que los invasores europeos bautizarían en sus crónicas como “emperador mexica”, ya que era básicamente un monarca (huëy tlatoque, “gran jefe”) elegido por un concejo nobiliario.

Organización social de los aztecas

La sociedad mexica se componía de castas, encabezadas por una nobleza militar, dirigente de la clase guerrera sumamente activa. Luego estaban los sacerdotes y encargados del culto, y luego los plebeyos (macehualtin), encargados de las labores agrícolas y de ingeniería.

Educación azteca

Los aztecas tenían un sistema educativo basado en dos etapas:

- Una primera de tipo obligatorio, en mano de los padres hasta los catorce años de edad, supervisada por las autoridades del calpulli. En esta etapa se aprendían los huëhuetlátolli (“dichos de los ancianos”) en los cuales se representaba el ideario azteca.
- Luego había dos modos formales de escuela: telpochcalli, para el aprendizaje de asuntos prácticos y militares; y calmecác, para el estudio de la escritura, la astronomía, la teología y el liderazgo.

Los calpulli

Los mexicas llamaban calpulli (“casa grande”) a una unidad social compleja, común a las diversas comunidades nahuas conocidas, y que consistía en varios linajes emparentados por un antepasado común de origen más o menos divino, y cuyos integrantes podían compartir cierto tipo de actividad económica, sobre todo cuando se organizaban varios calpulli en barrios enteros.

Religión azteca

Los aztecas tenían una religiosidad sincrética, que unificaba diversas creencias mesoamericanas originarias, muy vinculada a la lluvia y a la agricultura. Algunos de sus dioses, de hecho, eran muy anteriores a su propia existencia, como la serpiente emplumada Quetzalcóatl, del cual existían diversas interpretaciones mitológicas. La religión azteca, fundamentalmente guerrera, exigía sacrificios humanos para satisfacer la voluntad divina, que llevaban a cabo con prisioneros de guerra y esclavos capturados de las poblaciones vecinas. Estos sacrificios se llevaban a cabo en los templos y jugaron un rol importante en la justificación de la conquista ante los ojos europeos, que vieron en semejantes prácticas la confirmación de la inhumanidad o influencia satánica de los aborígenes.

Astronomía azteca

Los mexicas prestaban especial atención al Sol, la Luna y a Venus, los cuales jugaban un rol importante en su mitología. Sin embargo, ya distinguían y reconocían diversas constelaciones, entre ellas las pléyades y la osa mayor, en las cuales se basaban muchos de sus ciclos temporales. Para los aztecas los astros se dividían en dos grupos opuestos: Centzon Mimixcoa (“cuatrocientas serpientes de nubes”) al Norte; y Centzon Huitznáhuac (“cuatrocientos meridionales”) al Sur.

Lengua azteca

La lengua de los mexicas era el náhuatl clásico, hoy en día la lengua originaria con más presencia en las comunidades indígenas mexicanas. Se estima que este idioma surgiera alrededor del siglo V, fruto de protolenguas anteriores.

https://www.caracteristicas.co/civilizacion-azteca/

***

¿Quiénes fueron los Incas?

Los incas, también llamados quechuas, fueron el pueblo de mayor poder y expansión en la América precolombina. Su origen se encuentra en el actual Perú, pero se expandieron también por parte de los actuales territorios de Ecuador, Colombia, Bolivia, Chile y Argentina.

A medida que el imperio se expandía, imponía a las culturas locales algunas de sus costumbres, creencias religiosas y en algunos casos incluso sus formas artesanales y arquitectónicas. Por eso en diversos yacimientos arqueológicos a lo largo de los Andes se encuentra la marca de la cultura incaica que se fundía con las culturas locales o bien las reemplazaba.

Su dominio, que comenzó en el siglo XIII continuó hasta la llegada de los colonizadores españoles en el siglo XVI, y se cree que su caída se debe en parte al descontento que tenían algunos pueblos dominados por los incas, que en algunos casos se unieron a los europeos. A continuación, y a modo de resumen de los incas, exponemos sus características más importantes.

Imperio Inca

El Imperio Inca comienza a gestarse aproximadamente en el año 1200 d C., en Cuzco (actual Perú) y sus alrededores. Pachacútec implemento una reorganización del Estado Inca e inició la expansión territorial, llegando hasta la costa del actual Ecuador por el Norte, y a la actual frontera entre Bolivia, Chile y Argentina por el Sur. La etapa de expansión fue continuada por sus sucesores y continuó hasta 1525. En su mayor extensión, el Imperio cubrió toda la costa oeste de América entre la actual provincia de Pasto (Colombia) y río Maule (Chile). El territorio se dividía en regiones llamadas “suyos”: antisuyo, coyasuyo, chinchaysuyo y contisuyo.

Religión inca

Tenían una religión politeísta, es decir que creían en muchos dioses, pero el principal era el dios Sol, llamado Inti. Además se veneraba a la Pachamama o Mama Pacha, que era la diosa de la tierra, a Quilla (diosa del agua), Illapu (dios del rayo), entre otros. El dios creador era Viracocha. Se trata de una religión panteísta, es decir que un río o una montaña también podían ser venerados como dioses, por ejemplo los Apus (los cerros),

Creían en la existencia de tres mundos:

- Hanan Pacha. El mundo superior.
- Kay Pacha. Mundo medio.
- Uku Pacha. Mundo Inferior.

Arquitectura inca

La arquitectura inca se caracterizó por su sencillez y simetría. La forma de la pirámide trunca (pirámide sin punta) es característica de esta cultura. Para construir sus casas, utilizaban ladridos de adobe (arcilla secada al sol) o piedra, que se unían de forma perfecta, sin dejar huecos entre sí. Los techos eran de paja. En las construcciones más importantes, las piedras se tallaban y lijaban hasta obtener paredes lisas. Las mismas aún pueden apreciarse en la ciudad de Cuzco. Los edificios monumentales tenían funciones administrativas o religiosas. Entre ellos se encuentra Machu Picchu, conjunto de edificiaciones a 2490 msnm. Aunque no se conoce la historia de este sitio, se cree que pudo haber sido un centro ceremonial y que estaba dividido entre una zona urbana, otra agrícola y otra religiosa.

Vestimenta inca

Las mujeres se vestían con una túnica llamada acsu, se cubrían los hombros con una lliclla (mantilla) y la cabeza con un sukkupa o ñañaca. La mantilla solía llevar también un alfiler llamdo tupu, y en la sukkupa usaban un prendedor llamado tupayari. La túnica de los hombres se denominaba uncu y sobre los hombres llevaban una prenda más larga que las mujeres, llamada llaccolla.

Familia Real

El Inca era el mayor soberano. La elección dependía de los deseos de los dioses, los cuales se averiguaban a través de una serie de rigurosas pruebas que evaluaban las capacidades físicas y morales del candidato. Es decir que su elección era ritual y el poder del Inca era sagrado. Coya era la esposa principal del Inca y de entre sus hijos se elegía el heredero, a quien se denominaba Auqui. El mismo era entrenado en las tareas de la administración pública para prepararlo para el gobierno. De todas formas debía pasar por la selección ritual antes de tomar el trono.

Jerarquías sociales incas

Por debajo de la familia real se encontraba una sociedad rígidamente estratificada.

- Nobleza. Eran los funcionarios y sacerdotes. Se los llamaba “orejones” porque se distinguían por adornos en las orejas. El sacerdote principal, inferior sólo al Inca, se denominaba Wilaq.
- Curaca. las autoridades locales
- Hatun – runa. Los campesinos, pescadores, pastores y artesanos. Eran quienes debían pagar la mita: un tributo similar a nuestros impuestos, pero en lugar de pagar dinero dedicaban algunos meses del año para trabajar para el imperio.
- Yanas. Sirvientes del Inca o de la nobleza
- Mitimaes. Grupos conquistadores
- Yanaconas. La servidumbre
- Piñas. Los esclavos, habitualmente prisioneros de guerra.

La unidad mínima de la sociedad incaica era el ayllu, que eran los familiares que se unían por el parentesco por línea paterna.

Economía inca

La economía incaica se basaba principalmente en la agricultura, en especial el cultivo de papas y maíz, aunque también porotos, zapallos, quinoa, algodón y cacahuetes. La agricultura estaba dirigida por el Estado, ya que las tierras eran comunales y el Estado se encargaba de repartirlas entre las familias según el número de integrantes de cada una. El cultivo se realizaba incluso en las laderas de las montañas, gracias a un sistema de terrazas. Además, utilizaban telares para fabricar prendas de vestir y abrigo de algodón o lana de llama. Las llamas y las alpacas también se utilizaban como medio de transporte y ganado. El Imperio Inca no sólo era muy exitoso económicamente sino que además repartía sus riquezas entre todos sus habitantes.

Camino del Inca

El Camino del Inca era el sistema de caminos que unían las ciudades más importantes de este amplio territorio, de Norte a Sur y del mar a la montaña. Tenía un eje longitudinal en la cordillera y otro en la costa. Por ejemplo, une la ciudad de Cuzco con Machu Pichu. Su extensión total llega a los 30.000 kilómetros.

Capac cocha: sacrificios humanos

Se han descubierto evidencias de sacrificios humanos como ofrenda a los dioses incaicos, principalmente a Inti, el Sol. Primero se realizaba un banquete en honor a los sacrificados, habitualmente niños, y luego eran llevados por el sacerdote a la alta montaña donde eran sacrificados. Esta no era una práctica habitual sino en casos muy excepcionales, como ante desastres naturales, terremotos, o alteraciones cósmicas.

Arte y artesanía inca

La pintura se mostraba tanto en murales como en mantos, pero también en diseños geométricos que adornaban la cerámica. Las plumas de las aves se utilizaban para adornar abanicos, camisas y otras prendas de vestir. Tenían un amplio desarrollo artesanal en la textilería. Su manejo de los metales como cobre, bronce, platino y hierro fue difundido a todas las poblaciones conquistadas por los incas. Además, se ha encontrado evidencia de instrumentos musicales, tanto de viento como de percusión.

https://www.caracteristicas.co/incas/

***

¿Qué pueblos vivían en lo que hoy es territorio argentino durante el siglo XVI?

Comunidades originarias de la Pampa y la Patagonia

Desde hace trece mil años, la Patagonia está habitada por cazadores especializados. Estos fueron denominados tehuelches, por los mapuches; patagones, por los españoles; pampas, por los pueblos andinos (pampas, en quichua, significa llanura). Los onas (tehuelches insulares), habitaban el norte de Tierra del Fuego y se agrupaban en dos parcialidades con diferentes idiomas: los selknam (cazadores recolectores) y los haus (pescadores).

La cultura tehuelche era bastante homogénea. Su característica principal era la caza de guanacos y ñandúes. Cargaban a los hombros su vivienda de cuero enrollada y luego se detenían en algunos lugares establecidos. Para dormir extendían pieles sobre el piso. Utilizaban armas como el arco y la flecha, la boleadora de dos o tres bolas y la bola perdida, que era una sola piedra atada con una tienta de cuero. Socialmente se organizaban en bandas compuestas por varias familias extendidas. Las familias eran monogámicas. El casamiento se realizaba por compra de la novia o por rapto. Los hombres tenían a su cargo la construcción de las viviendas y la caza. Las mujeres, trabajaban el cuero, cocinaban y recolectaban frutos y raíces. Su comida principal era el guanaco y el ñandú, aunque también comían pumas, liebres, venados y nutrias. Al cazar una presa, bebían primero la sangre y luego lo cocinaban con piedras calientes. También preparaban charqui. Sin embargo, salvo los onas, los tehuelches no comían pescado, ya que creían que descendían de estos.

Los Mapuches (de Arauco, tierra gredosa y co, agua) habitaban la zona desde hace unos dos mil años. Los incas no pudieron sojuzgarlos. Tampoco los conquistadores españoles. Los mapuches era un pueblo agricultor, sedentario, famosos por su técnica de tejido en telas y su trabajo en platería. También desarrollaron la cerámica, cestería en junco, la talabartería y hermosas tallas en madera. En nuestro país, los mapuches influenciaron a los pehuenches primero, y a los tehuelches, después. Este proceso se denominó araucanización. Se agruparon en numerosas tribus. Entre ellas, se destacaron los Ranqueles, el Cacicazgo de Salinas Grandes y el de las Manzanas. Sedentarios de origen, la llegada de los españoles y la adopción del caballo cambió para siempre sus costumbres.

Comunidades originarias del Chaco

Esta región abarca parte del norte argentino, Paraguay y parte de Bolivia. En este territorio, existen varias familias lingüísticas, con las cuales se pueden dividir los pueblos que habitaron la zona. Los Guaycurú (tobas, mocoví, abipón, pilagá), la Mataco-mataguaya (mataco, tonocoté), la Tupí-Guaraní y la Lule-Vilela. En general, practicaban cacerías que se efectuaban arrinconando animales por medio del ruido, humo o quema de pastizales. De ahí viene el nombre de la región. Chaco significa “país de las cacerías”.

Los Chiriguanos, por ejemplo, eran muy guerreros y se expandieron por la selva del Chaco Occidental. Eran tribus que se organizaban alrededor de un cacique regional hereditario. Éstos eran lugartenientes, hechiceros benignos y capitanes de guerra. Se relacionaron con otras comunidades: acosaron a los matacos y sometieron a los chané. Resistieron a la dominación incaica. Para tratar de dominarlos, los incas apresaron a un grupo de ellos y los dejaron morir de frío en la plaza de ceremonias. Por esto, los denominaron despectivamente como chiriguanos. Chiri significa frío; Guano, estiércol.

Los Wichís eran bandas semi-nómades que ocuparon el Chaco Central. Algunas tribus se dedicaban a la actividad de caza en el monte. Otros eran fundamentalmente pescadores. Tenían una sociedad igualitaria. Vivían en chozas de forma cilíndricas, hechas de ramas y pajas. Eran pequeñas y bajas. Se realizaba una división de trabajo por sexo. Los hombres se preocupaban de la caza y la pesca. Las mujeres, de la recolección, practicaban la alfarería simple, tejían y recolectaban frutos. Para la pesca, los hombres eran guiados por un conocedor del río. Tomados de la mano, caminaban por el agua y encerraban al cardumen con redes. La caza se organizaba en forma similar. Trataban siempre de arrinconar a los animales por medio del ruido de un silbato.

Los Guaraníes fueron la cultura más importante de la zona. Su aspecto físico es similar al de los amazonas. Estatura baja (162 centímetros los hombres, 150 las mujeres) y cuerpo bien musculoso. Los hombres habitualmente andaban desnudos y las mujeres usaban un cubresexo. Sus grandes casas o malocas, llegaban a tener hasta 50 metros de largo. Estaban construidas con troncos, techos a dos aguas y rodeaban una plaza central. En su interior, se colgaban hamacas. Era un pueblo fundamentalmente agricultor. En general, emplearon el sistema de roza, por lo que cada cinco o seis años trasladaban su aldea. Cultivaban mandioca, batata, maíz, zapallo, poroto, maní, mate y algodón. Pescaban en ríos, usando línea y anzuelo, arco y flecha o por medio del endicamiento. Esto es, obstruir ciertas porciones del río con diques. También, se sabe que usaban venenos. Creían en varios dioses. Tupá era uno de los principales. Buscaban la “tierra sin mal”, una especie de paraíso terrenal. Además, practicaban la antropofagia ritual. O sea, se comían a sus enemigos.

Comunidades originarias de la montaña

Los diaguitas vivían en comunidades en los valles y quebradas del Noroeste (Salta, Tucumán, Catamarca y La Rioja). Todo el actual noroeste argentino recibió la influencia cultural de las civilizaciones andinas y fueron dominadas por los Incas en el año 1480. Construyeron viviendas en piedra, con techos de ramas o madera de cardón y paja. Inclusive, utilizaban pisos de laja. Las paredes eran anchas y poco elevadas. Practicaban la agricultura en forma intensiva. Sus andenes eran similares a los utilizados por las altas culturas andinas. En esta región, la agricultura ya se conocía hacía dos mil años. Cultivaban maíz, porotos, quínoa y zapallo. Practicaron la alfarería. Entre el 650-850 d. C., elaboraron cerámicas pintadas con motivos felinos y guerreros.

Los Comechingones habitaron las Sierras Centrales de Córdoba. Eran pueblos agricultores en grandes extensiones de terreno. Utilizaron el riego artificial y la conservación de alimentos en silos subterráneos. Eran, además, pastores de llamas. Complementaban su dieta con la recolección de frutos. Vivían en pueblos chicos, de no más de cuarenta casas, cercados por cardones y arboledas. Sus viviendas eran bajas, con una parte bajo tierra. Ingresaban a las mismas como si fueran sótanos. Hacían esto por las bajas temperaturas y la falta de madera. Peleaban habitualmente contra los sanavirones. Impidieron la entrada de los Incas y lucharon contra los españoles pero finalmente fueron vencidos.

***

¿Qué es la Edad Media?

La Edad Media es el período histórico en Occidente comprendido entre la Edad Antigua, (que finalizó con la desintegración del Imperio Romano de Occidente en el siglo V) y la Edad Moderna (que comenzó para algunos después del descubrimiento de América, en 1492 y para otros después de la caída de Constantinopla en 1453). Por ende, constituye un período intermedio entre la Edad Antigua y el Renacimiento y la Edad Moderna, tradicionalmente considerada como una etapa de oscurantismo, retroceso en materia de artes, ciencias y humanidades y predominio absoluto de la fe cristiana como doctrina única de pensamiento. Esto le ganó el sobrenombre del Oscurantismo o de las Edades Oscuras, contrastándola con el esplendor de la época grecorromana previa o del renacimiento italiano posterior. Se extendió por casi diez siglos durante los cuales fueron comunes las guerras y enfrentamientos religiosos, en especial contra las culturas árabes y el Islam, así como la implantación de un sistema de castas muy rígido y despótico denominado sistema feudal. Hoy se sabe que la Edad Media fue un período extenso y complejo, difícil de resumir o de comprender uniformemente, con sus ganancias y pérdidas en materia cultural, científica y política.

Características de la Edad Media:

Origen del término

No puede hablarse de Edad Media sino en el marco de la cultura occidental, por lo que este término no aplica para el estudio de África, Asia o América, sino que está acotado en Europa y, a lo sumo, el Medio Oriente. Esto en parte se debe a que durante el medioevo la civilización cristiana europea se cerró al resto del mundo, perdiendo contacto con las regiones aledañas a pesar de que éstas eran a menudo culturalmente ricas y prósperas, como las naciones Islámicas o las del resto del Viejo Mundo, o ni hablar con las americanas precolombinas. Esto explica, también, la sensación de oscurantismo con que a menudo se asocia este período.

Etapas de la Edad Media

- Alta Edad Media (aproximadamente del siglo V al XI). Es el período inicial del medioevo. Durante estos seis siglos se transforma el mundo romano y los distintos reinos grecolatinos en que se disolvió el Imperio Romano Occidental devienen reinos cristianos, preludio de lo que más adelante serán países. Se impone el modelo feudal de sociedad y el poder del Papa sobre occidente, en confrontación directa con el Imperio Bizantino. Durante este período ocurre la expansión del Islam, el intento de reunificación del Imperio Romano de parte del rey bizantino Justiniano, y el ascenso y la caída del Imperio Carolingio de los reyes francos Pipino el Breve y Carlomagno, entre otros hechos políticos relevantes.
- Baja Edad Media (del siglo XII al XV). Durante esta segunda parte se expande el sistema feudal, se producen reformas e innovaciones en la religión, la política y la filosofía, y sobre todo se llevan a cabo las cruzadas o guerras santas, en las que el Cristianismo intentó recuperar el control de Jerusalén y la tierra santa. En este período tiene origen la escolástica, la reforma gregoriana y las reformas monásticas, así como el surgimiento de la universidad y de la burguesía, clase social que tendría un impacto revolucionario en Occidente a partir del Renacimiento. En el siglo XIV las malas cosechas y los brotes de peste y demás enfermedades llevan a un colapso demográfico sin precedentes.

Feudalismo

El sistema feudal o feudalismo fue el modelo imperante durante el medioevo, y consistía en la organización político-territorial de Europa en pequeños reinos llamados feudos (extensiones de tierra concedidos por el rey a los nombres), en los que tenía pleno poder el terrateniente o señor feudal. Allí vivían los campesinos que trabajaban para él y con quienes compartía el señor feudal el fruto de su trabajo, a cambio de protección militar y orden.

En el modelo feudal existían tres clases sociales, con una marcada desigualdad:

- La nobleza. Los aristócratas eran nacidos de familias pudientes y de “sangre azul”, por lo que eran descendientes a su vez de otros nobles y terratenientes que controlaban el mayor valor de la época: las tierras. Allí albergaban a los campesinos y regían sobre ellos. Constituían la clase privilegiada de la que emergían los reyes y señores feudales.
- El clero. La iglesia detentaba un enorme poder, ya que había acaparado el conocimiento e incluso los reyes eran coronados por emisarios del Papa. La iglesia además poseía un poder moral y espiritual con impacto real en la sociedad, con organizaciones como la inquisición que ejercía castigos y decisiones.
- El campesinado. Los pobres y trabajadores, que no tenían mayores propiedades y que constituían el peldaño inferior de la pirámide, trabajaban para sus respectivos señores feudales.

Teocentrismo

La teocracia o el orden teocrático se llama al sistema político gobernado por la Iglesia y el clero, como lo fue durante buena parte del medioevo: los nobles eran favorecidos o desfavorecidos por el Papa y su autoridad era final, porque era la voz de Dios en la Tierra y no había textos legales o jurisprudencia laica que le contradijera. La Iglesia influía en todos los aspectos públicos y privados de la vida de las personas, imponiendo el orden divino y el temor a Dios por sobre todas las cosas. Esto sin duda cercenó toda posibilidad de avance en materia científica y de concepciones sociales. En el centro de todo estaba Dios y la Biblia.

Las cruzadas

Dado que la posesión de la tierra era un factor clave para el crecimiento económico, las invasiones armadas para conquistar más tierras eran moneda corriente. Entre el siglo XI y el XIII tuvieron lugar nueve guerras santas o cruzadas, como se les conocía, pues los soldados cristianos iban pintados con la cruz a combatir a judíos, paganos y practicantes del islam en Tierra Santa, procurando restablecer el control del Papa sobre los territorios del Oriente Medio. En líneas generales fracasaron todas y tuvieron elevados costos políticos y en vidas humanas, pero movilizaron a gran parte de Europa y permitieron el contacto y la mezcla con regiones alejadas del continente.

Agricultura

El medioevo fue un período principalmente agrícola y ganadero. La sociedad era primordialmente rural, con las ciudades como centros de comercio e intercambio o sedes burocráticas. El campesinado analfabeta podía aspirar a insertar un hijo suyo en el clero, para que lentamente ganara posición social y política mediante el estudio, o en la milicia, para que en alguna guerra destacara y ascendiera quizá al señorío. No obstante, la producción de alimentos y el intercambio entre regiones agrícolas fue el principal mecanismo económico, junto con la minería y la forja de metales.

Cultura

Durante mucho tiempo se sostuvo que el medioevo había sido pobre en manifestaciones artísticas y literarias, pero hoy en día se sabe que no es tan así. Simplemente estuvieron todas atravesadas por el fervor religioso propio del primer cristianismo, y luego por la vigilancia celosa de la Inquisición y sus fanáticos. Sin embargo, sobrevivieron muchos escritos, relatos místicos y obras que exploraban los motivos judeocristianos y, además, numerosas tradiciones de origen pagano que no lograron ser erradicadas por la Iglesia y eran practicadas popular e informalmente: culto a la naturaleza, alquimia, sanación con hierbas, etc.

Fragmentación del poder

Si bien existían reinos y principados, la defensa descansaba en los nobles y guerreros, de los que la permanencia de las casas reales dependía. Es por eso que la clase de los nobles era casi tan poderosa como los propios monarcas. Por otro lado, el clero era sumamente poderoso. Entre los años 1000 y 1500 se construyeron en toda Europa gran cantidad de castillos a modo de construcciones defensivas, que les servían a los señores feudales para poder controlar sus posesiones y reaccionar ante amenazas, es decir que no solo eran la residencia del señor feudal, también constituían la base de operaciones militares.

Cisma de Occidente

Conocido también como el Cisma de Avignon, fue el resultado de una larga crisis que sufrió la Iglesia Católica Apostólica Romana. En 1378, una vez muerto el Papa Gregorio XI, los cardenales romanos eligieron como sucesor al italiano Urbano VI, pero un grupo de cardenales disidentes proclamaron a Clemente VII, quien instaló su sede en Aviñón. Quedó así el mundo católico dividido, con dos sedes papales, una en Roma y otra en Aviñón.

El fin del medioevo

El medioevo llegó a su fin lentamente, a medida que la burguesía jugó cada vez más un rol determinante en la nueva sociedad, en la que el linaje y la nobleza no fueron más importantes que el capital y los negocios. Así, surgió luego del Renacimiento un mundo moderno que abolió el feudalismo y la teocracia.

https://www.caracteristicas.co/edad-media/

***

¿Qué pasaba en Europa durante el siglos XIV?

Tras el despegue económico del siglo XIII, a comienzos del siglo XIV Europa entró en crisis (Crisis del siglo XIV): una serie de calamidades la azotaron. Entonces, se comenzaron a cuestionar muchos valores que hasta entonces habían tenido vigencia como, por ejemplo, el rol de la Iglesia y el papel de los monarcas. La hambruna causada por una sucesión de malas cosechas, las guerras y las pestes sacudieron a la población y le dieron un panorama muy sombrío al último periodo de la Edad Media. Como consecuencia de estas catástrofes, la población descendió de una forma alarmante. Esta difícil situación provocó a su vez numerosos conflictos en el campo y las ciudades: en el campo, se enfrentaron campesinos contra señores; en las ciudades, en cambio, se opusieron artesanos contra ricos mercaderes. Todo ello trajo consigo la idea de que el fin del mundo anunciado por el Apocalipsis se aproximaba. Por eso, la población de aquel entonces tuvo una insistente y enfermiza obsesión por la muerte. Este pesimismo se plasmó en el arte y en la literatura.

La peste negra

Las epidemias de enfermedades como la tuberculosis o paludismo, fueron el azote más frecuente y temible de la Europa Medieval: diezmaban a poblaciones enteras. La más fulminante de todas fue la peste negra o bubónica. Esta enfermedad la introdujeron a Europa los marineros genoveses que regresaban de Constantinopla. Para los médicos medievales el mal se expandía a causa del aire corrompido. Hoy en día, sabemos que la peste negra se transmitía a los humanos a través de las pulgas que vivían sobre las ratas. A raíz de la peste negra, murieron en Europa unos 25 millones de personas entre el año 1348 y el año 1490, casi un tercio de la población.

Transformaciones económicas y sociales

La superpoblación en Europa produjo una serie de desajustes en la economía de la época. La gran mortandad del siglo XIV originó nuevos problemas: al disminuir la población hubo menos trabajadores y al demanda de productos se redujo drásticamente.

En el campo, grandes extensiones de tierra quedaron sin cultivar. El descenso de la población hizo que la siembra de productos de panllevar ya no fuera rentable. Por eso impulsaron otros cultivos orientados a la exportación, como la vid y el lino. En la industria textil también se perdió mano de obra. Como los trabajadores eran escasos, los salarios tendieron a subir. Por eso, algunos manufactureros trasladaron sus operaciones al campo, esperando encontrar mano de obra más barata. Ellos compitieron con los gremios urbanos, que se oponían a estos industriales que trabajaban por su cuenta, rompiendo el monopolio.

Uno de los aspectos más impresionantes de la crisis económica y demográfica del siglo XIV, fue el abandono de las aldeas en el campo. Los campesinos dejaron sus tierras y posesiones y se convirtieron en vagabundos o se refugiaron en las ciudades. Los campos que antes se habían cultivado se cubrieron de maleza y los caminos se borraron. En las aldeas, las casas y las iglesias se fueron desmoronando. En aquel entonces, la mayoría de las ladeas se quedaron sin hombres y por lo tanto, sin ningún tipo de actividad.

Disturbios sociales

Entre los siglos XIV y XV, diversas regiones de Europa se vieron sacudidas por levantamientos populares, tanto en el campo como en las ciudades. En los últimos siglos de la Edad Media, los campesinos debieron enfrentar diversas dificultades: el fracaso de las cosechas, la peste y las crecientes exigencias tributas de la Iglesias, el estado y los señores. Todos estos factores contribuyeron a crear un clima de malestar entre la población campesina que desembocó, con el tiempo, en el estallido de diferentes rebeliones. En las ciudades, los problemas más corrientes fueron de orden social, pues se había profundizado la separación entre ricos y pobres, y entre los ciudadanos y los que no accedían a la ciudadanía, a los gremios ni al gobierno de la ciudad.

Los levantamientos urbanos y rurales de esta época no presentaban, sin embargo, un programa organizado de reformas. En general, proclamaban la igualdad de los hombres y el respeto de la dignidad humana pero sólo proponían retornar a un tiempo pasado mejor. Los jefes de los levantamientos que por lo general no pertenecían al grupo social que encabezaban, aprovechaban la situación para su beneficio personal, y luego del fracaso del estallido, abandonaban a su suerte a los hombres que habían liderado. La mayoría de las revueltas eran sumamente violentas y muy cortas. A menudo, los cronistas de la época calificaron estos estallidos de furores: solían apagarse tan rápido como habían estallado. Sólo ocasionalmente lograron mejoras.

***

¿Cómo fue la llegada de Cristóbal Colón al continente americano?

El mal llamado "descubrimiento de América" ocurrió en el siglo XV, más específicamente el 12 de octubre de 1942. Una expedición española, comandada por Cristóbal Colón, llegó a la isla de Guanahani, perteneciente al archipiélago de las Antillas. Durante el siglo XV las dos potencias europeas eran España y Portugal, que mantenían un intento y fructífero comercio con Asia (India y China). Ese comercio se realizaba por tierra en la llamada ruta de la seda, pasando por territorio musulmán. Poco antes del proyecto de Colón, Portugal había iniciado una nueva ruta marítima rodeando África. Sin embargo, ambas opciones eran caras, lentas y peligrosas. Dado que en los círculos más informados se sabía de la forma esférica Tierra, la corona española respaldó a Colón en el proyecto de llegar a Asia rodeando esa esfera. Sin embargo, en lugar de llegar a Asia, la expedición se encontró con un continente desconocido que actualmente se llama América.

Causas

Los países europeos necesitaban encontrar una ruta más corta y barata para mantener el comercio con Asia. Además, los monarcas europeos sospechaban que podían encontrarse tierras inexploradas. Desde las Cruzadas, la exploración tenía también motivaciones religiosas, ya que se buscaba expandir el cristianismo a otras sociedades.

El proyecto de Cristóbal Colón

Cristóbal Colón, cuyo nombre original es Critoforo Colombo, nació en 1436 y murió en 1506. Su objetivo era llegar a Japón, en esa época tierras del Gran Kan, para facilitar el comercio de la seda y especias muy valiosas. Para eso obtuvo un mapa de Paolo dal Pozzo Toscanelli que, basado en los viajes de Marco Polo, señalaba el trayecto que permitía viajar de Europa a Asia deteniéndose en diversas islas que supuestamente estaban en el camino. Este proyecto fue presentado en numerosas ocasiones al rey de Portugal y a los reyes de España antes de que estos últimos aceptaran. Sus detractores señalaban que el viaje era imposible porque las distancias eran mucho mayores que las que calculaba Colón.

El primer viaje

La salida fue el 3 de agosto de 1492, del Puerto de Palos, con una última escala en territorio europeo el 6 de septiembre de 1492, en la isla de La gomera (Islas Canarias). La llegada fue el 12 de octubre de 1492 y fue Rodrigo de la Triana el marinero que avistó la tierra. Colón esperaba llegar a Asia porque no sabía que viajando en esa dirección estaba a 19.000 kilómetros de su punto de partida (4 veces más de lo calculado)

Llegaron a América tres embarcaciones:

- La Santa María. Se cree que no era una carabela, era la nave capitana y llevaba más de treinta tripulantes.
- La Pinta. Carabela que llevaba aproximadamente veinticinco tripulantes.
- La Niña. Carabela que llevaba menos de veinte tripulantes.

Segundo viaje

El segundo viaje se inició el 25 de septiembre de 1493 y el regreso fue el 11 de junio de 1496. Las tierras descubiertas en este viaje fueron islas, entre ellas Jamaica y Puerto Rico. En este viaje comenzó el proceso de colonización.

Tercer viaje

El tercer viaje se inició el 30 de mayo de 1498 y el regreso fue el 25 de noviembre de 1500. Este fue el viaje en que se llegó a lo que actualmente es Venezuela y por primera vez los europeos llegaron a la masa continental americana.

Conquista y colonización

La conquista y colonización se extendieron desde fines del siglo XV, con el descubrimiento, hasta las primeras guerras de independencia a fines del siglo XVIII y principios del XIX. La conquista de los nuevos territorios se vio facilitada por diversas causas.

- Los europeos contaban con tecnología de armamento más efectiva que la que los indígenas americanos.
- Los europeos utilizaban caballos como animales de guerra y de carga.
- Los americanos no tenían defensas para las enfermedades que los europeos traían.
- Diversos pueblos americanos estaban enfrentados entre sí, lo cual en algunos casos facilitó el triunfo de una fuerza extranjera unificada.

Después de Colón

La colonización de América estuvo a cargo de diferentes conquistadores:

- Hernán Cortés. A principios del siglo XVI inició la conquista del territorio que actualmente es México. Dominó y puso fin al imperio mexica con la estrategia de aliarse a ciertos grupos indígenas en contra de otros.
- Francisco Pizarro. Conquistó el actual territorio de Perú, derrotando al Imperio Inca.
- Hernando de Soto. A partir de 1539 inició la conquista de lo que actualmente es Florida.
- Álvaro Núñez Cabeza de Vaca. Exploró la actual zona de Alabama, Misisipi y Luisiana, conquistador del norte de México y Baja California, a mediados del siglo XVI.

Consecuencias para Europa

El descubrimiento de América desató algunos hechos relevantes para Europa como:

- Emigración de población europea a América
- Llegada de nuevas riquezas
- Inflación
- Establecimiento de nuevos imperios marítimos para España y Portugal.
- Nuevos productos de consumo como el tabaco, el café, el azúcar, la papa y el tomate.
- Nuevas rutas de navegación por el océano Atlántico, lo que provocó que las rutas mediterráneas perdieran en parte su importancia comercial, causando la declinación de las ciudades del Mediterráneo.

Consecuencias para América

- Durante la conquista, los pueblos americanos perdieron sus riquezas materiales (caucho, oro, plata, madera) y culturales (construcciones, artes, idioma, religión).
- Las culturas locales como el lenguaje, la religión y la vestimenta fueron reemplazadas por las europeas.
- A partir de entonces, la mayor parte de la población nativa pasó a vivir en estado de esclavitud o servidumbre. Además, al ser expuestos a nuevas enfermedades, se registró una alta mortandad.

América: antes y después del descubrimiento

Antes del descubrimiento, los pueblos utilizaban una gran variedad de lenguajes. En cuanto a la religión, creían en dioses de la naturaleza.

- Pueblos cultivadores. Vivían en poblados y se alimentaban de maíz, poroto, mandioca y también de la caza y la pesca.
- Pueblos cazadores recolectores. Se alimentaban de animales, raíces, frutos y semillas. Eran nómadas: se unían en pequeños grupos que se trasladaban de un lugar a otro.

Después del descubrimiento

Hasta 1547, España no permitía que las mujeres viajaran a América por lo que los hombres españoles tenían hijos con las mujeres nativas y algunos convivían con ellas, formando familias. Hombres y mujeres africanos fueron traídos a América como esclavos. Las poblaciones nativas fueron diezmadas, pocos de sus asentamientos originales sobrevivieron y fueron obligados a cambiar sus costumbres y estructura social. En todo América se establecieron cuatro idiomas oficiales: castellano, portugués, inglés y francés.

https://www.caracteristicas.co/descubrimiento-de-america/

***

¿Qué es la Edad Moderna?

La Edad Moderna es el tercer período histórico en que comúnmente se divide la Historia Universal, comprendido entre los siglos XV y XVIII, luego de la Edad Media, y antes de la llamada Época Contemporánea.

La Edad Moderna es considerada una era de afianzamiento de los ideales del progreso, la comunicación y la razón, que serán considerados desde entonces los valores de la modernidad y seguirán más o menos vigentes hasta hoy en día. Esto, contrapuesto a las consideraciones de oscurantismo y aislamiento de la Edad Media, asemeja la Edad Moderna con la Antigüedad o Época Clásica, en la que florecieron la filosofía y las Bellas Artes.

Sus principales protagonistas fueron las naciones occidentales de Europa y América (posteriormente), por lo que se ha acusado esta división de la Historia Universal de eurocéntrica o al menos restringida a la Civilización Occidental. Sin embargo, en ella tienen lugar la llamada “Era de los descubrimientos” de América y Australia, y además el surgimiento de la primera economía mundial, por lo que su importancia y su impacto fueron universales.

Contexto de la Edad moderna

Usualmente se ubica la Edad Moderna más o menos entre los siglos XV y XVIII, pero los eventos que marcan su inicio suelen considerarse la toma de Constantinopla por parte del Imperio Otomano y con ello el fin del Imperio Romano de Oriente, o según otros autores el descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492. Los eventos, en cambio, que sentencian su fin suelen ser la Revolución Francesa de 1789 o la independencia de los Estados Unidos en 1776. Según otros autores también podría tomarse como marcadores de su fin a las Guerras de Independencia Hispanoamericanas, A partir de entonces hablaríamos de la Edad Contemporánea o la Contemporaneidad.

División de la Edad moderna

Dada la magnitud de los cambios que tuvieron lugar en la Edad Moderna, ciertos historiadores de la escuela anglosajona suelen dividirla en dos etapas: la Temprana Edad Moderna (siglos XV-XVIII) y la Segunda Edad Moderna (siglos XIX-XXI). Según esta clasificación estaríamos viviendo aún tiempos modernos.

Cambios políticos de la Edad moderna

La Edad Moderna traerá consigo numerosos cambios políticos, muchos de los cuales ya habían empezado a gestarse en el Medioevo, como el surgimiento de la burguesía mercantilista, que asumirá posteriormente el rol político protagónico en sustitución de la antigua aristocracia y del clero. Esta revolución política y social tendrá su primera anunciación con la Revolución Francesa de 1789, en donde los Reyes de Francia serán decapitados.

Otro cambio importante será la escisión entre Estado e Iglesia, que se dará paulatinamente a medida que los reinos de antaño devengan naciones-estado. Esto significa que los códigos legales y las regulaciones y disposiciones sociales dejarán de obedecer a los mandamientos morales de la Iglesia y se desarrollarán por lo tanto como un cuerpo discursivo propio e independiente: las leyes.

Sin embargo, los grandes Imperios europeos no verán su declive sino hasta el final de la Era, cuando inicien los procesos de cambio que conduzcan a la pérdida de muchas de sus colonias. Durante la era moderna, más bien, se consolidarán como potencias mundiales, una vez que sus navegantes y exploradores descubran los continentes de América y Australia, aproximado por primera vez territorios que se ignoraban mutuamente desde la prehistoria.

Cambios económicos de la Edad moderna

El encuentro entre las diversas regiones mundiales (Eurasia, América y Australia) dará pie a la construcción de un mercado global de bienes que tendrá como epicentro a las grandes ciudades de los reinos europeos y asiáticos. Esto además propició la esclavitud y el sometimiento de los pueblos jóvenes del nuevo y novísimo mundo, lo cual impulsó la economía de las naciones dominantes, en un saqueo histórico sin precedentes. De hecho, el tráfico de esclavos y el contrabando de mercancías fueron actividades sumamente lucrativas durante la época.

Hacia finales de la era nacerá el mercantilismo y posteriormente el capitalismo, que dará pie a la burguesía y a la constitución de una sociedad de consumo, una vez ocurrida la Revolución Industrial. Esto acarreará el crecimiento de las urbes europeas y americanas, muchas de las cuales serán ciudades-estado.

Cambios religiosos de la Edad moderna

La nueva sociedad urbana insurgente entra pronto en conflicto con las grandes religiones occidentales, sobre todo el Cristianismo, cuya Iglesia, ya escindida de la Ortodoxa, sufre numerosos movimientos reformistas. Esto da pie a la Reforma Protestante de Lutero, y a la respuesta conservadora de la Contrarreforma, protagonizada sobre todo por España y transmitida al Nuevo Mundo mediante sus colonias. Esto dividirá el panorama religioso europeo en dos, con mayor influencia protestante en los países nórdicos y anglos, y católica en el Sur mediterráneo. Esto traerá consecuencias particularmente fieras en los países contrarreformistas, de la mano de la Santa Inquisición de la Iglesia Católica.

Cambios filosóficos de la Edad moderna

La Edad Moderna, y sobre todo el Renacimiento, centrarán en el hombre su perspectiva, que en tiempos medievales se centraba en Dios. El hombre pasará a ser la medida de todas las cosas, y mediante la recuperación y revalorización de las culturas de la antigüedad pagana, especialmente la tradición grecorromana, se dará impulso a la fe en la razón humana. Surgen así el humanismo, el racionalismo y posteriormente la ilustración, doctrinas de pensamiento que darán un empuje enorme a las artes y en especial a las ciencias, que serán pródigas en descubrimientos, teorizaciones y fabricación de nuevos instrumentos, particularmente cuando no estén sometidas a la vigilancia inquisitorial en los países protestantes. Destacan los aportes de Nicolás Copérnico, Galileo Galilei, Johannes Kepler, Isaac Newton y muchos otros más que sentaron las bases de la ciencia contemporánea.

Cambios artísticos de la Edad moderna

Las artes tendrán en la Edad Moderna un enorme crecimiento que se expresará en numerosísimos movimientos estéticos, entre los que habrá posturas neoclásicas renacentistas, barrocos (sobre todo el hispano, influido por su nueva herencia mora) y rococó. Estos movimientos tendrán influencia sobre la arquitectura, teatro, pintura, literatura, música y escultura, rechazando las motivaciones medievales (el “gótico”) y apostando por la construcción de grandes obras que reflejaran la recién encontrada fe en el hombre.

La creación del continente latinoamericano, mediante la confluencia de las razas india, negra y blanca, además, brindará al mundo una cultura única, fruto del sincretismo y la mescolanza, que si bien inicialmente se dará bajo el yugo católico español, pronto tomará sus propios caminos y derivas. Al arte perteneciente a este período se le conoce como Arte de la Edad Moderna, y no “Arte moderno”, término empleado para producciones artísticas posteriores.

Exploración naval de la Edad moderna

La Era Moderna será la era de los grandes exploradores, como Colón, Vasco da Gama y Hernando de Magallanes, financiados por la corona de sus países. Esto será el preludio a un mundo cada vez menos ignoto, es decir, cada vez más conocido y registrado, con mayor desarrollo cartográfico y que sentará las bases para el colonialismo e Imperialismo europeo. Los grandes reinos occidentales: Francia, Alemania, Inglaterra, España, Italia, Holanda y Bélgica, sobre todo, se repartirán los continentes Americano, Africano, Australiano y Asiático (menor) dando pie a un intercambio cultural, económico y racial cuyo ejemplo más claro es la incorporación de la raza africana al continente americano, en donde formará un componente vital de la constitución latinoamericana y del Caribe.

La paradoja de la Edad moderna

En medio de este auge del progreso, de la modernidad y sus valores iluminadores, se dieron también manifestaciones paradójicas de atraso y crueldad, como la persecución y quema de brujas en el norte europeo, mucho más violento que en el sur mediterráneo y las colonias americanas, que se suponían más atrasadas y bárbaras. Muchas naciones y culturas se resistieron al influjo modernizador proveniente de Europa, cerrándose en torno a sí mismas con mayor o menor éxito, como es el caso de China o de Japón. Este último se mantuvo aislado y evitó las relaciones de dependencia colonial que eran consustanciales a la apertura al mercado mundial. Otras naciones como la Rusia zarista, en cambio, vieron con buenos ojos la modernidad europea y se aproximaron a ella todo lo posible. Mucho después pagarían el precio por ello con la Revolución Rusa en el siglo XX.

https://www.caracteristicas.co/edad-moderna/

***

¿Qué es el Humanismo?

También conocido como humanismo renacentista, se trata de una doctrina filosófica, intelectual y cultural surgida en la Europa del siglo XIV, estrechamente vinculada al Renacimiento, que buscó retomar el legado clásico de las culturas de la antigüedad (en especial la griega antigua) e interesarse por la razón humana y el hombre como centro del universo, dando la espalda así a siglos de filosofía religiosa medieval que imponían una perspectiva teológica. El modelo humanista imperó en la Europa renacentista hasta finales del siglo XVI, cuando la influencia de los procesos de cambio y reforma (luterana, anglicana, calvinista), la Revolución Francesa, la Ilustración y la Contrarreforma católica, impulsaron la diversificación de sus intereses hacia un modelo filosófico más moderno. Sin embargo, el humanismo no murió allí, sino que continuó formando un componente ideológico importante en la conciencia occidental hasta el siglo XIX, cuando se le opuso como método educativo a la escolástica, y luego dio origen en el siglo XX al humanismo laico o secular, cuyo primer manifiesto se firmó en 1933.

Características del humanismo:

Origen

El origen exacto del humanismo se sitúa en Italia durante el siglo XIV, específicamente en Roma, Florencia y Venecia, de la mano de los poetas y pensadores Dante Alighieri (1265-1321), Francesco Petrarca (1304-1374) y Giovanni Boccaccio (1313-1375). Sin embargo, sería con de la invención de la imprenta (1450) y del descubrimiento de América (1492), que el humanismo entraría en su apogeo, de la mano de intelectuales como Giovanni Pico della Mirandola (1463-1494), quien fue el primero en acuñar el término humanismo y humanista para designar al movimiento, y Antonio de Nebrija (1441-1522), quien renovó el estudio de lenguas clásicas en España. Después vendrían los grandes Erasmo de Rotterdam (1466-1536) y Michel de Montaigne (1533-1592), dos de los más célebres humanistas europeos de la historia.

Factores históricos

El humanismo se vio beneficiado por diversos factores históricos que alimentaron en Europa el interés por un pensamiento renovado y por la herencia clásica despreciada como pagana por el medioevo cristiano. Entre ellos se encuentran:

- La caída del Imperio Bizantino. Bajo asedio de los turcos, el Imperio Romano de Oriente vería emigrar a muchos de sus sabios y estudiosos, que buscaron refugio en Occidente y sobre todo en Italia, nutriendo así el intelecto humanista en formación.
- La llegada al solio pontificio de Nicolás V. Quien había sido formado por eruditos humanistas en su juventud. Esto permitió el surgimiento en Roma del humanismo, cuya consolidación fue aún mayor durante el papado de Pío II, considerado el mayor humanista y protector de las artes de su tiempo.
- La acción de los mecenas. El surgimiento del mecenazgo como forma de financiación de numerosas obras humanistas, financiando su impresión o acogiendo a los eruditos en sus palacios. Tal fue, por ejemplo, el caso de los Médici florentinos.
- La creación de las universidades. Una vez instalado el pensamiento humanista, las grandes escuelas europeas se hicieron eco de él y ayudaron a esparcirlo y afianzarlo por todo el continente.

Antropocentrismo

Si bien la idea del Creador seguía siendo importante en el pensamiento humanista, y tenía aún un rol fundamental en su concepción del universo, hubo un importante desplazamiento de atención hacia el hombre como eje del mundo y la razón humana, lo cual permitió romper con la concepción cerrada y teocrática del mundo que el medioevo cristiano impuso durante siglos. La inteligencia humana, así, surgía como valor supremo de la mano con la fe religiosa, pero el poderío de la Iglesia, debilitado por las reformas protestantes y por el aprecio de la racionalidad del hombre contemporáneo, acaba con la Santa Inquisición de la Iglesia Católica. La aparición de la imprenta, además, democratiza la tenencia del libro, acabando con la hegemonía eclesiástica y permitiendo la libre interpretación de las escrituras, lo cual acentuará aún más el espíritu protestante de la época. Esto conducirá al eramismo, un modelo de espiritualidad más interior, libre y directa.

Clasicismo

La recuperación de los mitos y leyendas, así como del imaginario de la antigüedad grecolatina, juega también un rol en la apertura del hombre al conocimiento antiguo y a la exploración de sus fuentes históricas, constituyendo así el saber y las Bellas Artes como valores de la época, protegidos por instituciones como el papado o el incipiente mecenazgo. Se traducen los textos antiguos y se los vuelve a estudiar. La relectura de Plutarco, por ejemplo, y sus biografías, recuperan como modelo a seguir al cortesano y al guerero-poeta, desplazando del imaginario popular al caballero medieval y sus fanatismos. También se recuperan la idealización estética de lo real de Platón, e igualmente la lógica aristotélica.

Comercio

Al contrario de las épocas medievales, el comercio y el enriquecimiento empiezan a ser bien vistos por la lógica calvinista, que ve en ellos la bendición terrenal de Dios al trabajo humano. Esto será clave para el surgimiento del espíritu protestante, indispensable a su vez en el posterior nacimiento de la burguesía y del capitalismo.

Gloria

La fama, la gloria, el poder y el prestigio se rescatan como ambiciones que ennoblecen al hombre, y eso conlleva a la fe en las hazañas de corte exploratoria (como el Descubrimiento de América y la expansión de las rutas comerciales), arquitectónica, artística e incluso política (aparece El príncipe de Nicolás Maquivelo en 1513). Todo ello conducirá a un estado de optimismo y de fe en el hombre moderno, contrarios al pesimismo medieval y la doctrina milenarista que esperaba el inminente fin del mundo (y la venida de Cristo). La realización humana puede tener lugar en la tierra.

https://www.caracteristicas.co/humanismo/

***

¿Qué es el Renacimiento?

El Renacimiento se sitúa cronológicamente a mediados o finales del siglo XV, en coincidencia con la conquista turca de Constantinopla (1453); para esa época se produjeron otros dos hitos muy importantes: la invención de la imprenta por Gutenberg y el desarrollo de la teoría heliocéntrica de Copérnico. Estos fueron elementos propiciadores de una revolución científica y social de una magnitud impensable hasta entonces.

El Renacimiento fue un período de la historia en el que se iba dejando atrás la Edad Media, para dar comienzo a lo que se conoció luego como era Moderna. Sin duda fue este un cambio muy profundo y complejo, que trascendió a todos los órdenes de la vida, de modo que significó mucho más que un movimiento artístico o cultural, como a veces se cree. No fue esta una ruptura brusca, sino un paso gradual de una sociedad feudal basada en la actividad agraria a una sociedad mercantil y apoyada en el valor de la Nación.

El humanismo es el término que mejor define al Renacimiento. Por primera vez la figura del hombre como ser creador ocupa un lugar central, tras años y años de teocentrismo, es decir, de Dios como fuente de toda creación. El Renacimiento tuvo como claros exponentes a artistas como Botticelli, Tiziano, Rafael o Da Vinci (pintura), y escritores como Alighieri Petrarca, Bocaccio, Shakespeare, Rabelais y Garcilaso de la Vega (Representantes del Renacimiento).

Características del Renacimiento:

- Búsqueda de nuevos conocimientos. Durante el Renacimiento se buscó entender el funcionamiento del mundo mediante un abordaje analítico basado en el estudio y la observación; surgieron entonces los primeros aportes a las diversas ciencias que hoy conocemos, como la biología, la astronomía, la anatomía, la física, etc.
- Revalorización de la estética grecorromana. Hay una búsqueda permanente de la belleza y la perfección, ligadas a los cánones de la antigua Grecia y Roma. Esto se percibe especialmente en la pintura y la escultura, con la obra de artistas como Leonardo da Vinci, Botticelli o Donatello, entre otros.
- El hombre como eje de la historia de la humanidad. En el arte esto impacta de manera central, pues la figura humana vuelve a tener un papel protagónico en la pintura y la escultura.
- Valorización de la ciencia y la razón. Se buscan explicaciones racionales para los acontecimientos naturales y sociales, dejando de lado cuestiones religiosas. En este sentido fue paradigmático el enfrentamiento que tuvo el físico y astrónomo Galileo Galilei, por desafiar las ideas hasta entonces imperantes que consideraban a la Tierra como el centro del sistema solar.
- Ética. Se ponen en un lugar destacado los valores éticos más profundos, como el respeto, la libertad, la solidaridad, la justicia, el honor y el amor.
- Optimismo. Hay una especial valorización de la vida terrenal frente a la eterna, por lo que el hombre renacentista quiere gozar del aquí y ahora, sentimiento plasmado en la célebre frase carpe diem (aprovecha el día). El mundo pasa a ser un lugar para ser vivido con intensidad.
- Apoyo económico a artistas. El arte como creación humana es exaltado, y apoyado económicamente por personas o grupos favorecidos, que patrocinan el trabajo de artistas. A éstos se los conoció como ‘mecenas’. De esa forma, además de fomentar el arte estas personas van ganando espacios de prestigio social y de poder político.
- Crecimiento de la burguesía. Poco a poco, la Burguesía surgida en la edad media, se va haciendo más poderosa e influyente, desplazando a los terratenientes feudales.
- Fundación de los primeros bancos. El desarrollo de la actividad mercantil llevó a la necesidad de otorgar préstamos; surgieron así los primeros bancos.
- Búsqueda de un conocimiento universal. Es característico de esta etapa de la humanidad el surgimiento de hombres que se interesaban por diferentes aspectos de la ciencia, y que también se ejercitaron y destacaron en las artes: tal es el caso de Leonardo da Vinci o de Copérnico.

https://www.caracteristicas.co/renacimiento/

***

¿Qué fue la Colonización de América?

La colonización europea del continente americano fue un proceso histórico de apropiación y ocupación de los territorios ultramarinos recién “descubiertos” por Colón en el año 1492, por parte de las grandes potencias europeas. Los principales interesados en el reparto del llamado Nuevo Continente fueron el Imperio Español y el Imperio Portugués, y posteriormente el Imperio Británico, Reino de Francia y los Países Bajos. También existieron iniciativas mucho menores de parte de Alemania, Dinamarca, Suecia, Rusia, Italia y Escocia. Este proceso se inició a finales del siglo XV y culminó con las numerosas Guerras de Independencia americanas del siglo XVIII que dieron origen a un conjunto de jóvenes repúblicas autónomas, cuyo destino era convertirse en los actuales países americanos.

En líneas generales se entiende por colonización del continente americano el conjunto de dos etapas distintas:

- La Conquista de América. Período de violentos enfrentamientos entre los invasores europeos y los distintos y numerosos pueblos aborígenes americanos, como el Imperio Azteca o el Imperio Incaico, entre muchísimos otros.
- La Colonización propiamente dicha. Durante la cual se fundó una sociedad colonial dependiente de Europa y estructurada en base a clases raciales bien delimitadas: negros, indios y blancos.

Características de la Colonización de América:

El genocidio más sangriento

La llegada de los colonos europeos a América no fue precisamente en son de paz. Venían en pos de territorios nuevos que anexar a sus distintos imperios, sedientos de nuevas riquezas y en franca competencia por la supremacía mundial. Los distintos reyes administraban jurídicamente los permisos para la conquista, que financiaba la burguesía insurgente de la época y que consistían básicamente en ocupaciones militares y la fundación forzada de los primeros poblados europeos en el continente.

Ello implicaba, claro está, subyugar a las distintas naciones aborígenes que se resistían al saqueo, cuando no simplemente erradicarlas o reducirlas a reservas, como en el caso de la conquista británica. A eso debe sumarse la debilidad de los pueblos nativos frente a la viruela y las distintas enfermedades que llevaron consigo los europeos, cuyas consecuencias se sintieron más allá del fin de la guerra, así como su aniquilación sistemática en labores forzadas impuestas por sus conquistadores. Las víctimas totales de la invasión del continente americano se estiman en unos 70 millones de muertos, la matanza más grande en la historia de la humanidad.

La incorporación de la esclavitud

Dado que las diezmadas poblaciones aborígenes no eran suficientes en número y en destrezas para el trabajo de fundación y sostén económico de las nacientes colonias europeas, se inició el traslado forzoso de esclavos africanos hacia América. Estos individuos eran arrancados de sus tierras y vendidos a colonos y latifundistas europeos para iniciar la explotación de los diversos bienes económicos que abundaban en el Nuevo Continente, ya sea agrícolas, minerales y pesqueros. Los negros esclavos carecían de todo tipo de derechos y estaban sujetos a la voluntad de sus amos blancos, mientras que los indios ocupaban un estado de semi-esclavitud denominado servidumbre, encargados de tareas domésticas y exploratorias. Ninguno, sin embargo, era tenido por individuo libre ni tenía derecho a bienes o a propiedades.

La repartición del continente

A grandes rasgos, la repartición del territorio americano entre las principales potencias europeas se dio de la siguiente manera:

- La colonia española. La primera y más extensa de todas, ocupó en su mayoría el territorio de la actual Hispanoamérica, desde el Río de la Plata hasta los territorios mexicanos, incluyendo parte del Caribe y de las Antillas. Este territorio se dividió en cuatro grandes virreinatos: el Virreinato de la Nueva España, el Virreinato del Perú, el Virreinato de Nueva Granada y el Virreinato del Río de la Plata.
- La colonia portuguesa. Abarcó en su totalidad lo que hoy es Brasil, dividida en quince capitanías de casi doscientos cincuenta kilómetros de ancho cada una, otorgadas vitalicia y hereditariamente a nobles portugueses encargados de su explotación comercial. En 1549, sin embargo, el Rey designó a un Gobernador General para toda la colonia.
- La colonia británica. Mucho más dispersa en el origen de sus colonos, se afianzó en Norteamérica en franca competencia con los franceses a través de trece primeras colonias, constituidas mediante sucesivas oleadas de inmigrantes y sus esclavos negros entre los siglos XVII y XVIII. Luego de vencer a Francia en la Guerra de los Siete Años (1756-1763), los ingleses asumieron el control total del territorio del continente norteamericano. También tuvieron influencia en las Antillas y en el Caribe.
- La colonia francesa. Se instaló en la América del Norte, más específicamente en Quebec y otros territorios de la actual Canadá, aunque también en importantes franjas costeras de lo que hoy es Estados Unidos, amén de algunas islas de las Antillas. Muchas de estas colonias antillanas eran mayoritariamente negras, a raíz del colosal movimiento de mano de obra esclava.
- La colonia holandesa. Fue bastante menor en comparación con las anteriores, pero tuvo importantes asentamientos en Norte América (la actual Nueva York fue inicialmente una Nueva Ámsterdam holandesa), Brasil y las Antillas menores (Curazao). Sin embargo, la vida de sus colonias fue más bien efímera.

La expansión de la Iglesia Católica

Una de las improntas más fuertes del colono español era su rabioso catolicismo anti reformista, producto de la exclusión de España de las filosofías renacentistas durante la Reconquista (722-1492) contra el Islam. Esto determinó que la Iglesia Católica jugara un rol importante en la conquista, como brazo moral y cultural de la imposición española sobre los pueblos americanos. El principio de “Tierras para la cristiandad” o de ganar almas para la Iglesia, justificaba el principio de la violencia como un mecanismo de conversión forzosa.

En honor a la verdad, habría que señalar también la bula papal Sublimis deus, promulgada por Paulo III en 1537, en donde afirmaba el derecho de los indígenas a la libertad y a recibir una educación cristiana. Ello amparó a la diezmada población indígena de las brutalidades de la esclavitud, pero no de la imposición cultural que prohibió sus costumbres y sentenció la mayoría de sus lenguas a la extinción. Asediada por la reforma protestante del norte de Europa, la Iglesia Católica halló en la conquista de América y en el rol predominante que junto a su Santa Inquisición jugó en el orden de la naciente sociedad colonial, el oxígeno suficiente para sobrevivir hasta nuestros días.

El mito de El Dorado

La desmedida ambición de los conquistadores españoles, quienes solían ser ciudadanos de a pie buscando su fortuna en las Américas para volver a una posición mejorada en Europa, los llevaba a menudo a creer en leyendas de origen incierto, respecto a ciudades hechas todas de oro y plata y otras riquezas. A esas ciudades imaginarias las denominaban los indígenas El Dorado, y muchas expediciones se perdieron siguiendo su rastro supuesto en las selvas de la Amazonía.

El inicio de la mundialización

La conquista del territorio americano, rico en recursos y en territorio explotable, y más aún la constitución posterior de una sociedad colonial, dependiente en lo jurídico de Europa pero mucho más vital en lo económico, sembró los cimientos del comercio intercontinental y de las muchas empresas de explotación de productos que sobrevinieron. Esto se hizo particularmente notable después de la Independencia Americana, cuando las jóvenes naciones se convirtieron en los más grandes y cercanos vendedores de materia prima de Occidente, un rol que ocupan todavía, desplazando incluso el comercio con India y las colonias orientales.

El mestizaje

La sociedad colonial sostuvo sus normativas raciales hasta el final de sus días, pero eso nunca implicó que no hubiera contacto y sincretismo entre las razas. Era frecuente en el Brasil colonial que los colonos portugueses tomaran esposas indígenas y engendraran una descendencia difícil de catalogar, lo mismo que hacían los amos españoles con sus esclavas negras, dando origen a familias paralelas a la de su matrimonio europeo. Los colonos ingleses, en cambio, puritanos en su mayoría, fueron siempre renuentes a la mezcla.

Hizo falta, entonces, nuevas designaciones para las mezclas resultantes, cuyo término más arbitrario sería el de “pardo”, categoría en la que entraba todo aquello que resultara inclasificable y sospechosamente mixto. Tal y como las distinciones raciales, las culturales tampoco no fueron tan tajantes como pareciera, y la prolongada convivencia entre las razas propició un sincretismo creciente, cuyo resultado es el crisol cultural que hoy caracteriza a la América Latina.

La sociedad colonial de clases

Si bien la distinción racial era clave en el reparto de los derechos durante la colonia, con un margen de movilidad social prácticamente nulo, era la participación en el trabajo manual, algo muy mal visto según las doctrinas católicas imperantes, la que separaba a la élite de las clases inferiores. De esa manera, la sociedad colonial estaba integrada, en primer lugar, por una clase superior blanca y europea, minoritaria, que acaparaba los cargos de funcionariado estatal o se dedicaban al comercio a través de grandes plantas de producción con mano esclava. En segundo lugar, por una servidumbre indígena y un variado sector mestizo que ocupaba una posición comercial intermedia, y finalmente los esclavos negros, mulatos o zambos, encargados de las labores mineras, agrícolas y de mano de obra. Este sistema de desigualdades fue clave para sembrar la semilla de la rebelión libertadora que, en muchos casos, ofrecía la posibilidad de una sociedad heterogénea de ciudadanos libres e iguales.

Regiones no controladas por los conquistadores

Algunas zonas de más difícil acceso o más cuestionable supervivencia, como la selva amazónica, la Patagonia austral, el Gran Chaco y los desiertos del norte de Centroamérica, no pudieron ser jamás reducidos a control de los europeos. Gracias a ello se mantuvieron, y algunos lo hacen aún hoy en día, como los últimos bastiones de sociedades precolombinas en un continente que les fue arrebatado.

Discrepancias en torno al término

Aunque parezca mentira, existen aún posturas encontradas en torno al modo en que se debe nombrar y recordar la conquista y colonización americanas. Movimientos indigenistas y de memoria aborigen han luchado a favor de la visibilización y reconocimiento de la masacre de los pueblos nativos, en contra de eufemismos como “el encuentro de dos mundos” o “el día de la raza”. Incluso se ha cuestionado el término “descubrimiento” para nombrar la llegada de Colón a las Américas en 1492, dado que ya existían sociedades ocupando ese territorio y que, por otro lado, los pueblos vikingos ya habían visitado el este canadiense en épocas anteriores. Lo cierto es que el debate en torno al término continúa, evaluando los aportes culturales y la rápida modernización que la conquista imprimió al continente, pero también el descomunal costo humano que ello supuso.

https://www.caracteristicas.co/colonizacion-de-america/

***

¿Qué fue el Imperio Español?

Se conoció como el Imperio Español o la Monarquía universal española al conjunto de los territorios europeos, americanos, asiáticos, africanos y en Oceanía que se hallaron bajo control de la corona española y sus respectivas dinastías entre los siglos XVI y XIX. Con esta etapa imperial de España coincidió su período de mayor esplendor en lo militar, en las artes y en el dominio del comercio transoceánico. Es decir que se convirtió en una potencia mundial indiscutible. Sin embargo, la naturaleza misma del Imperio español lo sentenciaba a constantes fluctuaciones económicas y militares. Finalmente, cayó en una crisis prolongada que terminó por desmembrarlo durante el siglo XIX.

Características del Imperio Español

Origen

El Imperio Español nació en el siglo XV, cuando la reina Isabel I de Castilla y el rey Fernando II de Aragón contrajeron nupcias. Este matrimonio unificó sus territorios y se hizo conocer como los Reyes católicos, dada su lealtad a la Iglesia y su propósito expansionista evangelizador. El nuevo reino unificado logró expulsar los remanentes islámicos que permanecían en Granada en 1492, poniendo así fin a la Reconquista. En medio de estas victorias se otorgó al navegante genovés Cristóbal Colón los recursos para explorar una ruta comercial hacia Oriente. En este viaje “descubrió”accidentalmente el continente americano. Desde ese momento se inicio su conquista y colonización. La avanzada española sobre tierras americanas disparó a su vez la expansión del Imperio. Así, se extendió por África, Asia y Oceanía, especialmente luego de la conquista de las Islas Canarias de manos de sus pobladores guanches.

Dinastías que lo gobernaron

El Imperio Español tuvo tres dinastías monárquicas, que fueron:

- Los Trastámara. La dinastía reinante cuando surgió el Imperio español, de origen castellano, reinaron hasta la muerte de Juana I “la loca” en 1555. Los Reyes Católicos Isabel y Fernando de Trastámara fueron los iniciadores del Imperio.
- Los Habsburgo. También conocidos como los Austrias, reinaron en España luego de 1555, hasta la muerte de Carlos II en 1700. Este período presenció el auge y luego la decadencia de España.
- Los Borbones. Reyes de España desde 1700 hasta la actualidad. Su primer monarca fue Felipe V, quien ascendió al trono tras vencer en la Guerra de Sucesión Española (1700-1713). El último (dentro del período imperial) fue Fernando VII, derrocado por las fuerzas napoleónicas que invadieron España en el siglo XIX.

Territorios conquistados

En su apogeo, hacia finales del siglo XVIII, el territorio del Imperio Español alcanzaba los 20 millones de kilómetros cuadrados, considerándose así la quinta mayor monarquía por extensión en toda la historia. Estos territorios fueron:

En América:

- Virreinato de Nueva España (1535-1821) que comprendía los territorios del actual México y parte de Estados Unidos: California, Nuevo México, Arizona, Texas, Nevada, Florida, Utah, Luisiana, y parte de Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma). También Alaska y el territorio del Yukón, así como las Antillas (Cuba, República Dominicana, Haití, Puerto Rico) y los territorios actuales de Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Belice, Honduras y Costa Rica.
- El Virreinato del Perú (1542-1824) que abarcaba los actuales territorios de Perú, Colombia, Argentina, Ecuador, Panamá, Chile, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Las Galápagos, parte de Brasil y de Venezuela. Sin embargo, su territorio se vio disminuido a partir del siglo XVIII con el surgimiento de dos nuevos virreinatos suramericanos.
- El Virreinato de Nueva Granada (1739-1819) controlaba los territorios de los actuales Panamá, Colombia, Ecuador, Venezuela, Islas Galápagos y el norte de Brasil y oeste de Guyana. Incluía Trinidad y Tobago.
- El Virreinato del Río de la Plata (1776-1811) controlaba los territorios actuales de Argentina, Uruguay, Bolivia, Paraguay y parte de Brasil. Incluía las Islas Malvinas.
- Territorios insulares en el mar Caribe como Antigua y Barbuda, Bahamas, Montserrat, San Martin, Anguila, Bonaire, Granada, San Cristóbal y Nieves, Curazao, Aruba, Jamaica, islas Vírgenes, Martinica, Guadalupe, Barbados, Bermudas, San Bartolomé, islas Turcas y Caicos, Santa Lucía, islas Caimán y el archipiélago de San Andrés y Providencia.

Asia:

- La Capitanía General de las Filipinas (1565-1898) abarcaba las Filipinas y distintos territorios de las “Indias Orientales”: Brunéi, Papúa Occidental, el norte de Taiwán, partes de Indonesia: Ternate y Tidore; Macao (China), Nagasaki (Japón), Malaca (Malasia), partes de la India: Goa, Angediva, Damá y Diu; Timor Oriental y Ceilán.
- Golfo Pérsico: Los territorios de Mascate (Omán) y Qeshm (Irán).

África:

- Las Islas Canarias, los territorios actuales de Mozambique, Angola, Cabo Verde, Somalia, Guinea-Bisáu, Tetúan, Casablanca, Santo Tomé y Príncipe, Cabo Juby, Melilla, Isla de Limacos, Isla de Alborán, Islas Alhucemas, Islas Chafarinas, Ceuta, grandes extensiones del actual Marruecos, incluido el Sahara, Tánger, Cazaza, La Mamora; y territorios luego cedidos al Imperio Otomano, como Orán, Argel, Bugía, Túnez, Bizerta, Monastir, Susa, Mahdia, La Goleta, entre otros.
- Archipiélagos atlánticos: Las actuales islas de Azores y Tristán da Cunha.

Europa:

- La España peninsular y las islas Baleares.
- Portugal y los territorios del Imperio Portugués debido a la unión de los reinos (1580-1640).
- Partes de Italia: el reino de Nápoles, junto con Sicilia, Cerdeña y Malta, así como el ducado de Milán, partes de Toscana y el Marquesado de Finale.
- Partes de Francia: Rosellón, Charolais, el País Vasco Francés, Niza, Livia y Gibraltar (actualmente de Gran Bretaña).

Oceanía:

- Isla de Pascua, las Islas Marianas, las Islas Carolinas, las Islas Santa Cruz (Salomón), Vanuatu, Tahití y algunos asentamientos en Nueva Guinea.

Economía extractivista

El modelo extractivista impuesto en América funcionó gracias a la incorporación de mano de obra esclava proveniente de África. Así se pobló especialmente la región del Caribe, rica en plantaciones de tabaco, caña de azúcar, café, cacao y otras especies. Los materiales obtenidos, junto con los minerales preciosos del Perú, eran enviados a Europa. Sin embargo, las embarcaciones que los transportaban eran asediadas por la piratería y los corsarios ingleses. De todas formas, el peor peligro que sufrió la economía imperial fue su desastrosa administración..

Sociedad

El Imperio Español estableció un sistema virreinal que trataba a sus colonias como extensiones de la metrópoli en vez de colonias extractivas. Esto obligó a conformar una sociedad colonial que distinguía sus clases en base a la raza. Por eso, los «blancos» (europeos o hijos de europeos) conservaban las funciones de gobernación y administración. Los «indios» (nativos de las colonias) eran forzados a la servidumbre o esclavitud. Los «negros» (población traída de África y en algunos casos sus descendientes) eran forzados a la esclavitud.

Esta estructura respondía a determinadas estructuras burocráticas y políticas:

- Virreinatos. Gobernados por un Virrey, eran subreinos del peninsular, que reportaban directamente a la metrópoli. Eran nombrados por el Rey para operar como sus representantes.
- Audiencias. Encargadas de los asuntos jurídicos en las colonias, podían llegar a sustituir a los virreyes de ser necesario.
- Capitanías generales. Sometidas a los virreinatos o las audiencias, eran divisiones políticas en manos de un Capitán General o - Gobernador, encargado de las fuerzas militares y la jurisprudencia, especialmente en zonas de interés estratégico para la corona.
- Cabildos. Encargados del control fiscal (presupuestos, rentas), del control de la delincuencia y del abastecimiento del pueblo en las colonias, eran administrados por los alcaldes y concejales de cada ciudad.

La Conquista de América

La conquista de América fue un proceso largo y sangriento. El Imperio Español se enfrentó a las civilizaciones Azteca e Inca, aliado a sus enemigos locales que ingenuamente creyeron poder librarse del yugo de sus vecinos aliándose con los invasores europeos. Se estima que un 95% de la población originaria pereció en los primeros 130 años posteriores a la llegada de Colón. En primer lugar fueron víctimas de la guerra y luego de las enfermedades traídas de Europa y África. Las siguientes generaciones en muchos casos no soportaron el peso de la servidumbre y los malos tratos.

Crisis y decadencia

La decadencia del Imperio Español se inició en el siglo XVIII, en un marco de crisis económica mundial que afectó particularmente a España. Luego se profundizó con la Guerra de Sucesión Española tras la muerte de Carlos II. Esta guerra culminó el Tratado de Ultrecht en 1713 que eliminaba el dominio de España sobre algunos territorios de otros países europeos, como Italia y Países Bajos. Sin embargo, esto no afectó a sus colonias americanas y asiáticas. A estos primero signos de debilitamiento siguió su desastrosa participación en la Guerra de la Cuádruple Alianza (1717-1720). La consecuencia de este conflicto fue que el Imperio se convirtió en una potencia de segunda fila.

Caída en el siglo XIX

El derrumbe del Imperio Español se produjo en el siglo XIX, tras la conquista de España por las fuerzas napoleónicas. Una vez depuesto Fernando VII, José Bonaparte fue coronado como Rey de España. Estas noticias llegaron a las élites coloniales que desde hacía tiempo estaban descontentas con las leyes comerciales que la metrópoli les imponía. Estas les imponían, por ejemplo comerciar por su cuenta con otros países. Estas élites aprovecharon el momento para alzarse en supuesta fidelidad al rey caído y proclamar su independencia de España. Sin embargo, la liberación de España del dominio napoleónico desencadenó un largo período de inestabilidad y conflicto interno. A los conflictos políticos se sumaba también una enorme crisis económica. El punto final de este declive fue el Desastre del 98, también conocido como la Guerra de Cuba, en la que España perdió sus últimas colonias americanas y en Oceanía ante Estados Unidos.

¿Por qué fue importante?

El Imperio Español fue el primer Imperio global de la historia. Esto significa que sus territorios ocupados no se conectaban entre sí por tierra y se hallaban en distintos continentes. Fue el primer asomo de mundialización de la época. Por otro lado, fue un importante bastión católico que terminó la Reconquista de la península ibérica, antes en manos de los musulmanes. Además, se enfrentó a la Reforma protestante en todos los terrenos posibles.

¿Cuáles fueron sus consecuencias?

Las consecuencias del Imperio Español pueden resumirse en:

- La expansión del idioma español en el mundo.
- La implantación de la religión católica en América y en otros continentes.
- Un enorme empuje a la cartografía del mundo y la exploración de sus confines.
- La formación de América Latina y el Caribe como una entidad cultural, y el aporte africano de su cultura.
- La creación de las grandes obras artísticas del Siglo de Oro Español.
- El surgimiento de Gran Bretaña y otras naciones como potencias principales.

https://www.caracteristicas.co/imperio-espanol/

***

18/2/20

Dossier Afrodescendientes

¿Quiénes son los afrodescendientes?

La comunidad afrodescendiente en la Argentina está compuesta por argentinos de origen afrodescendiente, inmigrantes latinoamericanos afrodescendientes e inmigrantes africanos. Los argentinos de origen afro han vivido en toda su historia un proceso creciente de invisibilización sociocultural, que instaló y sostiene hasta la actualidad el imaginario hegemónico “en Argentina no hay negros”. En un muestreo que realizó el Censo del Bicentenario de 2010, al menos 150 mil personas se autoreconocieron afrodescendientes. 

La comunidad estima que alrededor de 1.500.000 de argentinos e inmigrantes en el país son de origen afro. En el 2014, Naciones Unidas declaró el Decenio Internacional Afrodescendiente (2015-2024) instando a los países miembros a llevar adelante políticas públicas y programas de visibilización de las comunidades afrodescendientes, como así también programas de promoción y protección de sus derechos.

https://www.argentina.gob.ar/derechoshumanos/promocion/pluralismo/afrodescendientes

***

Los negros-africanos en la historia argentina

La presencia negro-africana en la República Argentina es y ha sido, históricamente, un dato insoslayable de la realidad nacional, desde sus orígenes como Nación e incluso varios siglos antes. Aquí se transcribe un original trabajo sobre el que, como afirma la autora, “no es legítimo hablar de 'desaparición de los negros' como lo vienen haciendo las clases dirigentes y la sociedad argentina en general desde fines del siglo pasado y durante el presente”.

El mecanismo a través del cual la población africana ingresó en masa en Latinoamérica fue el infamante tráfico de esclavos en las rutas del océano Atlántico. No obstante vale aclarar que hay pruebas suficientes de la presencia africana en el hemisferio occidental varias centurias antes de la llegada de Cristóbal Colón: así lo prueban los hallazgos arqueológicos y otros artefactos culturales en las regiones de Tuscla y Veracruz, en México, que datan del período Olmeca; en la región de la actual ciudad de La Plata, en la Argentina; el Darien, al norte de Brasil; en Venezuela y en Florida.

Sin embargo, la dispersión a escala masiva de poblaciones africanas enteras en las tres Américas se produjo, de manera inusitada hasta ese momento, durante el comercio de esclavos entre los siglos XV y XIX.

La razón de esta vergonzante y forzada migración fue servir a las necesidades de mano de obra de los colonos europeos: hasta el siglo XIX la plantación agrícola y la minería constituyeron las bases de la economía iberoamericana y, a través de éstas, el sustento para las coronas española y portuguesa. Trabajar con sus propias manos era la última posibilidad prevista por los colonizadores para sí mismos. Éstos se volcaron a los africanos por su experiencia milenaria tanto en la minería y el trabajo artesanal con metales como en la plantación agrícola. Por otro lado, a diferencia de los amerindios, los africanos ya habían estado expuestos a las “zonas” epidemiológicas del “Viejo Mundo”, adquiriendo inmunidad a enfermedades tropicales tales como la fiebre amarilla y la malaria, y a enfermedades comunes en Europa, como la viruela.

Además, al no estar protegidos por las tradiciones legales comunes a los europeos –que se consideraban a sí mismos seres humanos pero no al resto– los africanos podían ser reducidos sin apelación moral a una disciplina brutal y sanguinaria.

La América hispánica y portuguesa arrebató y esclavizó seres humanos principalmente de África Occidental, constituyendo las Islas de Cabo Verde el entrepuesto de tráfico más importante de aquellos siglos. Los individuos provenientes de Guinea Septentrional y Meridional eran mayoría en el Caribe y América Central; los Yoruba y los Ewe (Nigeria y Togo) en Brasil. Los angoleños y congoleños (pertenecientes a la familia étnica y lingüística Bantú) eran los grupos mayoritarios en Chile, Perú, Uruguay y Argentina.

En síntesis, alrededor de 12.000.000 de africanos desembarcaron en Latinoamérica. Buenos Aires y Montevideo se constituyeron en los puertos más importantes del Atlántico Sur y surtieron todo el interior de Sudamérica mediante puertos de transferencia en Valparaíso y Río de Janeiro. Si efectuamos el cálculo de que por cada africano que llegaba vivo a estas costas cinco perecían por inanición, diarreas, deshidratación, suicidios o castigos diversos, hallamos que el tráfico de esclavos le provocó a África, una sangría de más de 60.000.000 de personas y a Europa su extraordinaria expansión industrial y económica.

En el caso de la República Argentina los esclavos negros fueron utilizados en las tareas rurales, la ganadería, las labores artesanales, el trabajo doméstico. Las familias propietarias de esclavos los hacían trabajar como talabarteros, plateros, pasteleros, lavanderas, peones o maestros de música, fuera de la casa y con lo que éstos percibían se mantenía el tren de vida de la oligarquía.

Durante la gobernación de Juan Manuel de Rosas pareció verificarse un cierto auge de la comunidad negra de Buenos Aires, alcanzando alrededor de un 30 por ciento de la población total. El Gobernador asistía regularmente con su familia a los candombes negros. Ésta era una de las escasas formas culturales que les era permitido manifestar a los afro-argentinos lo que revestía al mismo tiempo una manera de control, mediante la folklorización. Por otro lado, servía para soslayar la condición de esclavos, mientras que los actos de resistencia eran cruelmente castigados.

Censo en la época colonial

Datos del período colonial revelan lo siguiente: en el censo de 1778 se consigna que en el noroeste argentino, en la zona de Tucumán, el 42 % de la población era negra; en Santiago del Estero la proporción era del 54 %; en Catamarca, para esa misma época el porcentaje de la población negra era del 52 %; en Salta, el 46 %; en Córdoba, el 44 %; en Mendoza, el 24 %; en La Rioja, el 20 %; en San Juan, el 16 %; en Jujuy, el 13 %; en San Luis, el 9 %.

A lo largo del siglo XIX se verifica un decrecimiento sostenido de los africanos, hasta que hacia fines de ese mismo siglo, el ingreso masivo de la inmigración blanca europea hará bajar drásticamente, en términos relativos, la proporción de población negra e india en todo el país. Así, en los documentos oficiales la gama de la población anteriormente denominada negra, parda, morena, “de color”, pasó a determinarse como “trigueña”, vocablo ambiguo que puede aplicarse a diferentes grupos étnicos o a ninguno.

El período que va de 1838 a 1887 es crucial en este proceso que nosotros definimos como de “desaparición artificial”, ya que para fines de 1887 el porcentaje oficial de negros es de 1,8 %. A partir de ese período ya no se informa sobre este dato en los censos.

Es sumamente importante señalar que, si bien la disminución de la población negra es un hecho real y obedece a múltiples causas, no es legítimo hablar de “desaparición de los negros” como lo vienen haciendo las clases dirigentes y la sociedad argentina en general desde fines del siglo pasado y durante el presente. Ya en 1845, en su libro “Conflictos y armonías de las razas en América”, Domingo F. Sarmiento se apresuraba a festejar el “bajísimo” número de miembros de este grupo en la Argentina.

Esta tendencia se patentiza y se asume como misión de Estado con la Generación del 80 (integrada por Bartolomé Mitre y Julio A. Roca, entre otros): la idea era la de “blanquear” a la población como requisito para el desarrollo y el progreso del territorio, recurriendo al fomento, desde la Constitución, de la población blanca y europea, a la restricción de la inmigración africana o asiática y además a la negación de la propia realidad negra dentro del país.

Contribuciones de los descendientes de africanos

El hombre negro participó en todas las acciones bélicas de la Argentina: llegó a ellas ya sea compulsivamente por la “Ley de rescate”, ya sea por la promesa de la libertad si prestaba cinco años de servicio militar. Su incorporación fue paulatina, en tropas regulares o irregulares, pero siempre ocupando los puestos más peligrosos en el campo de batalla, desempeñando las tareas más desagradables en el mantenimiento y sufriendo a menudo la humillación y el escarnio por su condición de esclavizado.

En 1801 se reglamentan las formaciones milicianas con negros, a las que se denomina Compañías de Granaderos de Pardos y Morenos. Cuando en 1806 se produce la primera Invasión Inglesa a Buenos Aires encontramos la participación del negro en la defensa de la ciudad.

Cuando San Martín regresó de España para servir a su patria, en 1812, su primera misión fue la organización del Regimiento de Granaderos a Caballo.

A fines de ese año, se hizo cargo del Ejército del Norte: sus tropas se componían de 1.200 hombres, de los cuales 800 eran negros libertos, es decir, esclavos rescatados por el Estado para el servicio de las armas.

La frase de San Martín, luego de recorrer el campo de batalla de Chacabuco —“¡Pobres negros!”— da cuenta de los innumerables cadáveres de quienes habían pertenecido al Batallón N° 8 compuesto por los libertos “rescatados” de Cuyo.

La muerte masiva de africanos y afro-americanos reclutados para el Ejército de Los Andes fue un hecho reiterado durante la campaña de Chile, Perú y Ecuador, entre 1816 y 1823: de los 2500 soldados negros que iniciaron el cruce de Los Andes fueron repatriados con vida 143.

Pasada la gesta de la campaña libertadora, se continuó con la costumbre de complementar regimientos de blancos con regimientos de negros, aunque siempre separados de los blancos e incorporados a cuerpos de negros ya existentes.

Los sobrevivientes de la Guerra de la Independencia –y otras tantas– no fueron dejados libres a pesar de la promesa de libertad si cumplían cuatro años de servicio militar.

Casi inmediatamente integraron filas en la guerra contra Brasil (1825 a 1828). Los sobrevivientes fueron absorbidos por las guerras civiles entre unitarios y federales. El Brigadier General y Gobernador de Buenos Aires, Don Juan Manuel de Rosas los convocó para formar el Batallón Provincial y el Batallón Restaurador.

Años después, las batallas de Caseros, Cepeda y Pavón los tuvieron enfrentados en uno y otro bando. Con el fin de la Guerra de la Triple Alianza, contra Paraguay (1865-1870), pareció concluir el calvario del hombre negro en las Fuerzas Armadas.

Años después, con la Nación ya pacificada, era una situación común encontrar en las calles de Buenos Aires o de otras ciudades del país a los negros viejos, antiguos combatientes, pidiendo limosna para sobrevivir. Muchos de ellos presentaban miembros mutilados, cicatrices o graves impedimentos locomotrices.

Sus mujeres, nuestras mujeres negras, vendían mazamorra, pan casero o pasteles; eran también lavanderas. Las nuevas corrientes migratorias, de origen europeo, propiciadas por la Constitución y estimuladas por el Estado, desplazaron lentamente a nuestros negros, quienes fueron replegándose hacia áreas alejadas de los grandes centros urbanos, olvidados por la sociedad a la que habían contribuido a formar.

Si el hecho de haber participado en las confrontaciones bélicas provocó un gran decrecimiento de la población afro-argentina y si a principios de este siglo se veían muy pocos integrantes de ésta en los centros urbanos, no es lícito hablar de “desaparición de los negros en la Argentina”, como lo hacen muchos propagadores de ideas, de manera superficial y sin rigor científico.

A pesar de tanta adversidad, los africanos dejaron una indeleble impronta en todos los aspectos y estamentos de la sociedad argentina. Estuvieron en el origen de formas artísticas populares como la payada (recordar al talentosísimo Gabino Ezeiza), el tango, la milonga y la chacarera.

Aportaron infinidad de palabras al castellano del Río de la Plata, enriqueciéndolo: bombo, batuque, bujía, conga, cafúa (lunfardo), candombe, dengue, malambo, mandinga, mucama, tarimba o tarima, etc.

En la época de la Colonia, actuaban frecuentemente en el teatro y en el circo. Fueron además destacados pianistas como el maestro Navarro y grandes compositores como Rosendo Mendizábal, autor del tango “El entrerriano”. Horacio Mendizábal, poeta del período romántico y reivindicador de los derechos de su comunidad. Los nombres son muchísimos.

En otros aspectos de la cultura popular como la culinaria, encontramos la incorporación de las achuras y el mondongo a la alimentación, la mazamorra, el locro, etc.

En la religiosidad, la veneración de San Baltasar y San Benito.

La Nación Argentina se debe a sí misma una revisión profunda y honesta de su historia y un análisis rigurosamente crítico de los fundamentos ideológicos que dieron forma a su idea del “país deseado”.

La Nación Argentina debe también una reparación histórica, moral, social y económica a todos aquellos negros y a los millares de descendientes de aquellos.

En el Archivo General de la Nación pueden consultarse los miles de expedientes de la Comisión liquidadora de las deudas de las guerras de la Independencia y la emprendida posteriormente contra el Imperio del Brasil.

Hasta el último centímetro cuadrado de las telas para los uniformes fue meticulosamente abonado a los comerciantes porteños y a los importadores.

Los esclavos, en la mayor parte de los casos, pagados en el momento. Por otra parte todos, o casi todos, los descendientes de los oficiales, y aún aquellos que en su vida tomaron un fusil, recibieron pensiones graciables del Congreso... Mientras tanto los soldados negros sobrevivientes arrastraban sus muñones y sus miserias por las calles de Buenos Aires, Mendoza y otras ciudades.

[Por Miriam Victoria Gomes, Integrante de la Sociedad Caboverdiana; de la Cátedra Abierta de Estudios Americanistas (UBA) y de la Unión de Mujeres Afro descendientes de la República Argentina. Este artículo fue publicada en Bibliopress, boletín del Congreso Nacional]

***

Pablo Cirio, antropólogo: "En este país de ausencias, podemos considerar a los negros como los primeros desaparecidos"

Los descendientes de africanos en Buenos Aires sufrieron un mecanismo consciente de invisibilización. Lo cierto es que los negros están y existen. Pablo Cirio se ocupa de estudiar a y con los afroporteños, que cuentan entre sus filas a ciertos famosos que reniegan de su estirpe y que influyeron decisivamente, quiérase o no, en muchas de las más ponderadas creaciones nacionales.

–Usted es antropólogo, pero trabaja con la música.
–Efectivamente. Mi especialización es la música en contextos socioculturales, concretamente, ahora, en la población afroargentina (es decir, los descendientes de negros africanos esclavizados en la época colonial hasta 1861, que fue el año real de abolición de la esclavitud en nuestro país).

–¿Por qué fue el año real?
–Generalmente se cita la libertad en 1813, pero ésa fue una libertad formal. La esclavitud, de hecho, siguió funcionando; los esclavos siguieron estando bajo condiciones de servidumbre en las casas de sus amos. En 1861, Buenos Aires suscribe a la Constitución Nacional, y es en esa Constitución donde realmente queda abolida la esclavitud.

–¿Era una población de cuánta gente?
–Las cifras son muy endebles. Uno a veces piensa que los censos son abstracciones matemáticas puras y duras pero, desde las formas de diseñar un censo hasta las maneras de contar a las personas, hay mucha incidencia de factores culturales. Tal es así que en 1887 es el último censo nacional en el que se cuenta a la población negra de manera diferencial. Después de 1887 los censos no incluyen la categoría “negro” y crean otra categoría que es la categoría de “trigueño”, que formó parte de un mecanismo de invisibilización de la negritud. Lo que los censos reflejan no es la realidad como una fotografía de la época, sino cuestiones ideológicas. En 1887, en Buenos Aires dan como población negra un 1,8 por ciento (que parece mínima). Para ese período, sin embargo, la comunidad negra tenía una prolífica actividad social y cultural: entre ellos funcionaban 20 periódicos, había cerca de 100 entidades afroporteñas (entre sociedades carnavalescas, de ayuda mutua, etc.), había centros políticos, artísticos, culturales...

–Y el mito de que los negros fueron barridos por la fiebre amarilla y la guerra del Paraguay, ¿es realmente un mito?
–No, eso es verdad. Hay varios supuestos que cualquier argentino podría enumerar si se le pregunta por qué no hay población negra en la Argentina. La primera argumentación es que acá hubo algunos hechos históricos y sociales en los que murieron masivamente: las guerras de la Independencia, la guerra del Paraguay. Como quedaban muchas más mujeres negras que hombres, comenzaron a casarse con blancos y la descendencia comenzó a decaer. Esas razones existieron, pero no explican por qué hoy, en 2009, una parte significativa de la población argentina se reconoce descendiente de esclavos negros y mantiene su cultura vigente.

–¿Y dónde están?
–Bueno, ahí está el segundo mecanismo de negación de la negritud. A cualquier argentino que se le pregunte sobre los negros en la Argentina va a contestar: “Bueno, pero yo no los veo por la calle”. Lo que pasa es que habría que ver por cuáles calles camina nuestro interlocutor: Buenos Aires es una ciudad muy grande y el resto del país ni hablemos. Hay muchas calles, muchos barrios, muchas geografías sociales y culturales. Lo que yo le puedo decir es que ellos están y viven. Así como los censos son un recorte cultural e ideológico, nuestra mirada es también un recorte cultural e ideológico. Uno no mira naturalmente, mira condicionado por la educación, por factores históricos, por intereses y por silencios. Cuando uno tiene el ojo entrenado, puede ver cosas que otra persona no ve. El argentino, en su ideario identitario, no está preparado para ver a los negros. Pero... ¿por qué no podemos verlos? Ahí hay una cuestión delicada. Yo le voy a hablar de los afroporteños, cuya situación es distinta a la de los afroargentinos del interior del país (en cuanto a estrategias de preservación y divulgación de su cultura). Los afroporteños han elegido conscientemente no mostrar su cultura puertas afuera de sus casas. Esa fue una estrategia de preservación y defensa frente a algunos avasallamientos que se vinieron dando en las últimas décadas del siglo XIX. Hay que tener en cuenta siempre que en 1861 es la abolición de la esclavitud y ya en 1863 se empezó (con una nota publicada en los almanaques de la época) a hablar de la inminente desaparición biológica y cultural de los negros. De 1863 hasta el presente, ese tópico se viene repitiendo periódicamente en la prensa, en los académicos, en los políticos, en los intelectuales. “No quedan más negros, ya no hay más tradiciones negras”, se dice. Eso también fue responsabilidad de la propia comunidad negra, que decidió mantener su cultura puertas adentro para evitar ser objeto de burla o de humillación pública (en los carnavales, por ejemplo). Esa estrategia se mantuvo vigente hasta hace dos o tres años. Puertas afuera se mezclaban con los ciudadanos comunes y corrientes, y trataban de mimetizarse con la blanquedad. Eso hizo un engranaje nefasto con el pensamiento blanco que, o bien no los veía (no los quería ver) o bien los extranjerizaba. Es muy común que, cuando uno ve un negro en la calle, piense automáticamente que es brasileño o africano. Si bien es probable que muchos sean de ese tronco, muchos de ellos pueden ser tranquilamente afroargentinos y nosotros ni siquiera lo pensamos. Otra cuestión delicada es la del mestizaje cultural y biológico. Los negros se han mezclado con población blanca y con población aborigen. Ese mestizaje nosotros no podemos verlo. Nosotros vemos en términos absolutos: se es absolutamente negro o blanco. No podemos ver el producto de la mezcla cultural. Y América es eso, en realidad: una mezcla de culturas. Eso derivó, sumado a los grandes índices de pobreza que hay entre la población negra, en la migración del concepto de negritud al concepto de pobreza. Se empezó a hablar de negro no en términos étnicos, culturales e históricos sino en términos de pobreza. Cuando hoy uno habla de negros, eso tiene un sentido socialmente despectivo. Se está racionalizando una cuestión económica y social.

–¿Qué relación hay entre los “cabecitas negras” y los afroargentinos?
–Yo me atrevería a decir que son lo mismo. Cuando se habla del negro, del cabecita negra, estamos pensando en la mezcla de criollos con aborígenes, pero no tenemos en cuenta la tercera raíz de la Argentina. La española es una, la aborigen es otra, pero falta la negra. Esa es la otra pata del mestizaje, que falta en nuestra historia. Esa otra pata fue diluida, fue solapada, fue acallada. Y fue una estrategia consciente por parte de la generación del ’80 en su afán de construir una moderna Nación Argentina. Para eso era clave el ideario blanco (que se mantiene virtualmente intacto). Y, como nadie habló con los afroargentinos a nivel de investigación (siempre se habló sobre ellos, de ellos, en contra de ellos), se me ocurrió que era interesante hablarles. Y lo que dicen es muy interesante.

–¿Qué dicen?
–En este país de ausencias, ellos se consideran los primeros desaparecidos. La pregunta es por qué: si ellos están, si ellos viven, ¿cómo se pueden considerar desaparecidos? La respuesta es que son desaparecidos de Africa: sus ancestros fueron secuestrados de su continente y traídos compulsivamente, esclavizados, a esta tierra.

–Los que viven ahora, ¿son afroporteños puros?
–No existe el concepto de pureza, en ningún aspecto. Ese concepto se toma de la biología o de la culinaria, pero en términos culturales eso no existe (porque uno trata de ponerle valor a eso). Acá fueron traídos muchos grupos diversos del Africa negra, de cuyos nombres no se acuerdan ni los propios descendientes. Porque ellos también quisieron olvidar ese pasado. La mayoría son del tronco bantú, del centro-sur de Africa. Hablar de ese tronco es hablar de medio continente africano. Esos grupos, a su vez, se mezclaron entre sí, y se mezclaron con los blancos, y se mezclaron con indígenas, y de ahí provinieron todos los descendientes. Yo, antes de pensar en términos de pureza o impureza, prefiero pensar en los afroporteños como aquellos que se reconocen descendientes de esclavizados y que mantienen valores de su cultura.

–¿Cómo cuáles?
–La música, la religión, el idioma, la culinaria.

–¿Y qué idioma conservan?
–Bueno, lo que pasa es que el idioma no está disociado de la variación cultural. Se conservan, por ejemplo, cantos arcaicos (posiblemente originarios de Africa) que están en lenguas arcaicas del tronco bantú. Yo he podido traducir una de esas canciones, que ni siquiera ellos saben qué significan, dado que las cantan por fonética. Eso, a su vez, se fue deformando con los siglos, lo cual lo hace aún más complicado. Pero se mantiene, más o menos, el vocabulario. Y mucho de ese vocabulario permeó al lunfardo: mucama, quilombo, catinga. Mucho quedó igual. Y mucho fue variando por las circunstancias históricas del país, por ejemplo, “chongo”. En la comunidad negra, eso significa persona blanca. Fuera de esa comunidad, eso significa otra cosa. Ellos, también, preservaron palabras que no pasaron al lunfardo: mundele (un tipo de carne de vaca) o calunga (cementerio) o tute (caliente). En su habla coloquial, ellos usan esas palabras, que por cuestiones históricas no pasaron a nuestro idioma general.

–¿Y dónde se los encuentra?
–Bueno, la ciudad de Buenos Aires es muy grande, y a eso hay que sumarle el continuum poblacional que es el Gran Buenos Aires. Estamos hablando de un área de más de 10 millones de habitantes. Por cuestiones de pobreza, a través de las sucesivas crisis que fue atravesando el país, la pobreza actuó como fuerza centrífuga y los fue alejando del centro. A fines del siglo XIX, ellos vivían en los históricos barrios de Montserrat, San Telmo y San Cristóbal. Con diferentes crisis, ellos fueron yéndose hacia Flores. En la primera mitad del siglo XX, ellos vivían allí. De hecho funcionó un club llamado La Armonía, en el que se bailaba su música. Hoy, en su mayoría, viven en Merlo, en Ituzaingó, en Paso del Rey, en La Tablada, en La Matanza, en Valentín Alsina, en Lomas de Zamora. Una pequeña población queda en Buenos Aires, pero muy pequeña. Ahí habría que hacer una aclaración. Ellos son todos afroporteños, pero internamente se dividen en dos subcategorías. Los negros usted y los negros che. Los negros usted, que son una minoría, son los pocos que lograron una posición de elite económica e intelectual, a fuerza de deshacerse de su lastre étnico y de no comprometerse con su cultura ancestral (y, por lo tanto, de abrazar el ideario blanco de ciudadano). A algunas de esas personas negro usted las conocemos muy bien, porque son personas de la farándula, o de la política, y, por una cuestión cultural, nosotros no los podemos ver como negros (y ellos tampoco se reconocen como negros).

–¿Por ejemplo quiénes?
–Vamos a dar nombres. La escritora Griselda Gambaro (afrodescendiente del tronco colonial). El pianista Horacio Salgán. El peluquero Roberto Giordano. La actriz o conductora Carmen Barbieri (cuyo abuelo era guitarrista de Gardel). Todas esas son personas que, para nosotros, son blancas (y que se esfuerzan por ser blancas), pero tienen una raigambre negra. El tema de la negritud, entre ellos, no se habla. Esos son los negros usted. La gran mayoría, sin embargo, son los negros che.

–¿Y la música?
–Bueno, lo que estructura la cultura negra porteña es el candombe, y lo que marca el ritmo del candombe es el tambor. Y el toque del tambor para los afroporteños es su conexión sonora con sus ancestros: reviven a sus ancestros a través de la danza y el baile. O sea que toda música es vivida como una danza lúdica pero, a la vez, religiosa.

–¿Y la comida?
–Mucha de ella la comemos a diario, y no tenemos memoria de ese patrimonio negro. Por ejemplo, el dulce de leche. Cuando se dice que nació de un descuido en la provincia de Buenos Aires, luego de que la cocinera de Rosas se olvidara la leche en el fuego, nadie dice que esa cocinera era negra. Por ejemplo, las achuras: las comidas de las vísceras son típicamente negras. No por nada el barrio de Montserrat se llamaba el “Barrio del Mondongo”. Los criollos no comían esa carne, la tiraban. Y las negras achuradoras (esto lo dice Echeverría en El matadero) iban a recoger esa carne para hacer su comida.

–¿Eso es de raíz africana?
–Afroamericano, en realidad. Hay una anécdota de Borges muy interesante. El volvió a su casa, en la década del ’20, y le contó a su madre, enfervorizado, que había estado con compadritos, y que lo habían invitado a comer. La madre, entonces, le pregunta: “¿No habrás comido asado, esa porquería que comen los esclavos?”. Otra comida, que no ha pasado a la tradición culinaria nuestra, es una en la que se hierven huesos de pata de vaca hasta que se deshacen; eso se mezcla con cebolla rehogada y ajo y se pone en una fuente, como si fuera queso. Esa era una comida de negros muy pobres. Por tradición historiográfica se sabe que los negros siempre estaban recogiendo huesos de vaca en los mataderos.

–¿Cuántos son, aproximadamente?
–Aproximadamente, de acuerdo con varios estudios realizados, serían un cuatro por ciento de la población del país, es decir, unos dos millones de personas. Pareciera un disparate, pero ahí hay que tener en cuenta muchas cosas. Cuando nosotros decimos “negro”, en líneas generales, nos estamos refiriendo a algo muy visible: al color de piel. Pero hay que aclarar que no todos los negros son negros. Fíjese en Horacio Salgán, o en Carmen Barbieri. Por eso se usa una categoría más amplia, que es la de afrodescendientes. Nosotros podríamos tranquilamente ser afrodescendientes y no lo sabemos. Los afrodescendientes, para darse cuenta de quiénes son sus pares, no se fijan en la piel sino en el pelo. El pelo enrulado o tipo mota es copyright africano.

Página/12, 27/07/09

***

Dossier Hiroshima y Nagasaki

¿Qué es la energía nuclear?

La energía nuclear o energía atómica es la resultante de las reacciones que ocurren en los núcleos atómicos o entre ellos, es decir, es la energía liberada en las reacciones nucleares. Estas reacciones pueden ocurrir de manera espontánea o artificial.

Las reacciones nucleares son procesos de combinación o fragmentación de los núcleos de los átomos y partículas subatómicas. Los núcleos atómicos pueden combinarse o fragmentarse, de manera que liberan o absorben grandes cantidades de energía en el proceso. Cuando los núcleos se fragmentan, el proceso se conoce como fisión nuclear, y cuando se combinan se denomina fusión nuclear.

La fisión nuclear ocurre cuando un núcleo atómico pesado es fragmentado en varios núcleos de menor peso, pudiendo también producir neutrones libres, fotones y fragmentos del núcleo. La fusión nuclear ocurre cuando varios núcleos atómicos con cargas similares se combinan para formar un nuevo núcleo de mayor peso. Estas reacciones ocurren en los núcleos de los átomos de ciertos isótopos de elementos químicos como el uranio (U) o el hidrógeno (H).

La energía liberada en las reacciones nucleares puede ser empleada para la generación de electricidad en las centrales termonucleares, en medicina nuclear, en la industria, en la minería, en la arqueología y en muchas otras aplicaciones.

Su principal utilización está en la generación de energía eléctrica, donde la energía nuclear se usa para calentar grandes volúmenes de agua o para generar gases, cuya energía calórica se utiliza luego para mover grandes turbinas que producen electricidad.

El uso controlado de la energía nuclear se emplea con fines benéficos. Es una fuente de energía muy importante pero también, lamentablemente, se usa con fines bélicos para la producción de armas nucleares de destrucción masiva.

https://concepto.de/energia-nuclear/

***

El recuerdo de los tripulantes que arrojaron la bomba atómica

¿Y si "la" bomba no hubiera explotado sobre Hiroshima? ¿Sería distinta la historia? "Ah, no lo sé, pero cuando conté hasta 43 y no explotó, sí que me preocupé", cuenta a LA NACION Morris Jeppson, el artillero que activó la primera bomba atómica, a bordo del ya mítico bombardero B-29, bautizado Enola Gay, 30 minutos antes de lanzarla sobre la ciudad japonesa. Hoy, hace 60 años.

"Quizás eché una maldición, la verdad que no lo recuerdo. Pero entonces todos comenzaron a gritar que veían un flash increíble y segundos después nos golpeó la onda expansiva. Entonces supe que había detonado y habíamos cumplido con nuestro trabajo", recuerda Jeppson, ahora de 82 años, desde su casa en las afueras de Las Vegas.

El "trabajo" los hizo ingresar a la historia como los responsables de haber lanzado la primera bomba atómica sobre una población civil durante una guerra. "De inmediato supe que muchos miles estaban muriendo allí abajo. Pero también que probablemente habíamos terminado con la guerra", dice, sin soberbia, sin dolor.

Jeppson y los otros once tripulantes de aquel B-29 se convirtieron en héroes de inmediato, junto a sus colegas del Bockscar, el avión que lanzó la otra bomba atómica sobre Nagasaki. Luego fueron criticados y, por último, casi olvidados. Hasta que llega un nuevo aniversario, se reavivan los recuerdos y reaparecen las llamadas.

"Uy, usted no se imagina la cantidad de llamadas que recibe mi marido cada vez que se acerca el 6 de agosto", explica a LA NACION la esposa de Theo Van Kirk, el navegante del Enola Gay.

"El Danés" Van Kirk tiene ahora 84 años y el rostro y la panza de un abuelo ideal para una publicidad televisiva. Junto con Jeppson y el comandante y piloto Paul Tibbets son los únicos tres de aquel vuelo que siguen vivos. "Pero Paul está harto. Cumplió 90 en febrero, le duele la espalda y llegó al punto en que no quiere hablar más de esto", dice Van Kirk. Sin embargo, Tibbets declaró ayer que "no dudaría en volver a hacerlo" (lanzar la bomba). En una declaración conjunta, Tibbets, Jeppson y Van Kirk dijeron que "el presidente Harry Truman no tenía más opción que utilizar la bomba".

Jeppson, anteojos, mandíbula firme y más parco que su compañero, tampoco quiere recordar demasiado, pero se suelta con el correr de los minutos.

"Durante las 12 horas que duró el vuelo entre Tinian (en las islas Marianas) y Hiroshima estábamos muy nerviosos. Theo (Van Kirk) nos iba dirigiendo hasta que el bombardero (el mayor Tom Ferebee) decidió que veía lo suficiente para tirar la bomba. Y mi responsabilidad era chequear los instrumentos de la bomba y tenerla lista para que Tom pudiera tirarla cuando quisiera. En teoría debía explotar 43 segundos después de ser arrojada. Por eso me asusté cuando llegué a 43 y no pasó nada, pero de los nervios me había apurado al contar", recuerda.

Veterano de 58 misiones sobre Alemania e Italia, Van Kirk no durmió la noche previa. "¿Cómo iba a dormir después de que me contaron lo que íbamos a hacer? No sabíamos si nos iba a volar en pedazos a nosotros en cualquier momento o si iba a funcionar cuando la arrojáramos", razona.

Pero funcionó. A las 8.15 y a una altura de unos 580 metros sobre Hiroshima se produjo la fisión nuclear.

Unas 66.000 personas murieron en cuestión de segundos y se estima que otras 74.000 murieron con el correr de los días, meses o años por efectos de la radiación. El 9 de agosto, la bomba Fat-Boy sumó otros 40.000 muertos inmediatos en Nagasaki y otros muchos después. Era el final de la Segunda Guerra Mundial y del mundo como se conoció hasta entonces. Comenzaba la escalada atómica y la Guerra Fría.

Pese a las críticas que han afrontado con el correr de las décadas, los tripulantes del Enola Gay, nombre de soltera de la madre de Tibbets, recuerdan que la visión era muy distinta entonces, en particular para quienes estaban en los frentes de combate.

"Llevábamos cuatro años en guerra sin parar, a mi lado murieron 4 compañeros e hirieron a otros 3. Y cuando volvimos a nuestra base luego de lanzar aquella bomba yo estaba feliz: nos íbamos a casa", dice Van Kirk, quien se había enlistado en 1940, a los 19 años.

Al igual que Tibbets y Jeppson, Van Kirk también se perturba al recordar la ola antibelicista que envuelve desde hace décadas aquella misión y cómo es equiparada, ahora, al ejemplo máximo de la estupidez y la locura humana.

"Las imbecilidades que han circulado para fortalecer esos argumentos son increíbles. Ninguno de nosotros terminó loco, ni se hizo monje de clausura, como se rumoreó. Vivimos vidas normales. Estoy casado, tengo 4 hijos y 7 nietos", dice desde Georgia.

Tibbets ascendió a general y, tras dos décadas más en la fuerza aérea, se retiró; Van Kirk llegó hasta mayor antes de retornar a la vida civil con 17 medallas y condecoraciones. Pero sólo Jeppson siguió vinculado con la dimensión nuclear que ellos ayudaron a abrir. Tras la guerra, trabajó en el Laboratorio Lawrence Livermore, del gobierno estadounidense, en un equipo que desarrolló armas termonucleares.

"Volvimos agotados de aquella misión. Pero no recuerdo que aquella noche haya tenido problemas para dormir -afirma-. Y para que le quede claro: ni aquella noche, ni desde entonces."

La Nación, 06/08/05.

***

"Estados Unidos arruinó mi juventud, la de mis amigos y a mi familia"

A partir de 1945, las fechas 6 y 9 de agosto adoptarían el rótulo de días trágicos y referenciales para la historia mundial. En la mañana del lunes 6, el bombardero estadounidense "Enola Gay" inauguraba, en guerra, la primera detonación de una bomba atómica, que fue lanzada sobre la ciudad japonesa de Hiroshima. Se estima que la explosión dejó una cifra inicial de 140 mil muertos, y todavía hoy continúa muriendo gente por las consecuencias de la radiación que liberó Little Boy, el nombre que los militares norteamericanos eligieron para su bomba. Sólo tres días pasaron para que ocurriera nuevamente, también en territorio japonés. Fat Man, la segunda bomba atómica fue lanzada sobre Nagasaki, aunque su destino era Kokura. Inmediatamente se contabilizaron más de 70 mil muertos. En tanto, otros cientos de miles fallecieron en meses y años sucesivos.

Esta semana se cumplen 62 años de las tragedias. Clarín.com logró reunir a dos sobrevivientes, que hoy asentados en la Argentina, recuerdan cómo fueron los momentos previos y posteriores a sus 6 y 9 de agosto de 1945, respectivamente.

Daisuk Miura vivió casi 17 años en Nagasaki. Al momento de la explosión, aún no había cumplido un año. Todos los detalles que contó fueron comentarios que recolectó de su familia. Ahora tiene 62 y a pesar de su reservada personalidad se puso a recordar.

- ¿Qué sabe del momento previo a la bomba?
- Todo lo que puedo decir lo sé por lo que me contaron mis hermanas. Nosotros vivíamos a tres kilómetros del centro de Nagasaki, en la casa de mi abuelo materno. La bomba explotó en el centro de la ciudad, a las once de la mañana, justo antes de que empezáramos a almorzar.

- ¿Y luego del estallido?
- En ese momento se escuchó una explosión estruendosa. Hubo varios destellos y se rompieron todos los vidrios de la casa. Nadie se imaginaba qué era lo que estaba ocurriendo. Después, comenzó a soplar el viento muy fuerte, apareció en el cielo un hongo de humo, se nubló y empezó a llover agua contaminada.

- ¿Cómo resultó afectada su familia?
- Como la ciudad tiene muchas montañas, y estábamos bastante alejados del centro, la energía y el calor de la bomba no afectaron. La fuerza de la bomba y la radiación no nos provocaron daños físicos importantes. No obstante, tuvimos muchos amigos y conocidos que murieron evaporados instantáneamente o luego de sufrir quemaduras terribles.

- Tras la explosión, usted continuó viviendo en Nagasaki. ¿Cómo recuerda ese período?
- Había mucha pobreza. Yo era muy chiquito y no llegué a pasar hambre, pero mi familia sí. No había vestimenta, y el principal problema era que la comida escaseaba. En la escuela primaria todos mis compañeros estaban en una situación complicada. Me acuerdo que allí, durante los almuerzos, nos daban leche que paradójicamente era donada por el gobierno norteamericano. Y, para adquirir comida, cada familia tenía una libreta alimenticia, que permitía adquirir un poco de arroz.

- ¿Por qué decidió venirse a vivir a Argentina?
- Nos vinimos con toda la familia en 1962, justo cuando el país comenzaba a reactivarse. Mi papá quería vivir en un país más grande que Japón. Nosotros teníamos un tío en Paraguay, y él nos hizo el contacto para que pudiéramos llegar. En un principio, el destino fue Misiones. Allí nos dedicamos al cultivo del tabaco. Pero de a poquito nos fuimos mudando hacia Buenos Aires.

Yoshie Kamioke tenía 18 años cuando sobrevivió al estallido de la bomba de Hiroshima. Hoy, a los 81, todavía sólo habla japonés. "Estados Unidos arruinó mi juventud, la de mis amigos y a mi familia", asegura con bronca. Y los detalles de los momentos previos y posteriores a la detonación son secuencias imposibles de olvidar.

-¿Qué recuerdos tiene del lunes 6 de agosto de 1945?
- Faltaban cuatro días para que cumpla los 19 años. Estaba yendo a trabajar. Me encontraba en la estación de tranvías "Hiroshima", a veinte cuadras de la explosión. Eran las 8.10 de la mañana. A esa hora debía pasar el tren que me llevaría al centro, la zona en que minutos después cayó la bomba. Por casualidad, sucedió que el tranvía se retrasó y no alcancé a tomarlo. Creo que a las 8.15 se produjo la explosión. Yo todavía seguía en el andarivel y me salvé de milagro.

- ¿Luego qué ocurrió?
- Apenas explotó la bomba vi una luz muy fuerte. Posteriormente perdí el conocimiento. Cuando me desperté estaba tirada en el piso, a unos cuántos metros desde donde estaba antes de la detonación. El cielo se mostraba oscuro, y de a poco se aclaraba. No entendía muy bien qué era lo que pasaba. Por al lado mío pasaba mucha gente gritando y pidiendo médicos. Recuerdo ver personas que tenían toda la ropa quemada, con los ojos ensangrentados y el pelo blanco.

- ¿Qué hizo en ese momento?
- Con mucho esfuerzo me pude levantar. Me acordé de mi familia y me volví para mi casa. Era un trayecto que me demandaba veinte minutos. No me olvido que toda la ciudad ardía y que tardé tres horas en llegar. Cuando lo hice, pude constatar que mi familia estaba bien. En casa todos los vidrios estaban rotos. Yo me sentía sin fuerzas y me tiré en el suelo a dormir.

- ¿Qué heridas sufrió?
- Estaba toda hinchada, tenía muchas quemaduras y secreciones. Mi madre consiguió un médico que, por única vez, me dio una pomada que me alivió. Pero no había insumos, y tuvimos que arreglarnos con lo que podíamos. Aún me acuerdo del dolor de las lesiones. Era terrible, porque tenía carne viva en todo el cuerpo.

- Después de la explosión, ¿cómo recuerda la ciudad?
- Estaba destruida por completo. No había comida en ninguna parte. Nosotras subsistíamos con una "huertita" que teníamos en el fondo de casa, pero la principal comida era el arroz, y no había. Sólo se podía conseguir en el mercado negro o comprándole, a bajo precio, al Estado. Había mucha gente que para comer robaba o recurría a los trueques.

- Usted también se quedó. ¿Cómo intentó normalizar su vida en Hiroshima?
- Tres años después comenzó la construcción de la ciudad. Los hombres que habían ido a la guerra volvieron. En ese lapso volví a trabajar para el gobierno. Ya estaba casi curada de las quemaduras, pero la gente me veía y me señalaba las cicatrices. Eso fue difícil. Me daba mucha vergüenza.

- ¿Por eso se vino a la Argentina?
- Luego de la bomba ya no quise saber nada con la ciudad y me había hecho a la idea de irme. Tenía una tía que ya vivía aquí, en Munro. Mi madre no quería que me fuera. Pero bueno, la convencí y a los 29 años salí de Japón. Aunque al principio me costó, ahora estoy bien, en paz.

Clarín, 09/08/07.

***

¿Fue el escritor H. G. Wells el primero en pensar en una bomba atómica?

Por Samira Ahmed

Imagínate que eres el más grande escritor de ciencia ficción de tu época y un día se te ocurre la idea de crear una bomba de poder infinito, llamándola "bomba atómica".

En su novela de 1914 "El Mundo Liberado", el escritor británico H. G. Wells se imaginó precisamente una granada de mano de uranio que "seguiría explotando indefinidamente".

El escritor británico incluso pensó que sería arrojada desde aviones.

Lo que no pudo predecir fue cómo la extraña conjunción de sus amigos y conocidos – particularmente Winston Churchill y el físico Leo Szilard – convertirían esa fantasiosa idea en realidad.

Y fue una invención que terminó dejándolos profundamente atormentados por la escala de destrucción que desencadenó.

El mundo del átomo

La historia de la bomba atómica comienza en la época Eduardiana, cuando científicos como Ernest Rutherford comenzaron a abordar una nueva forma de concebir el mundo físico.

La idea era que los elementos sólidos podrían estar hechos de mínimas partículas, de átomos.

"Cuando se hizo evidente que el átomo de Rutherford tenía un núcleo denso, hubo un consenso en que era como un resorte de acero", señala Andrew Nahum, curador de la exposición "Los Científicos de Churchill", del Museo de Ciencias de Londres.

Wells, quien quedó fascinado por los nuevos descubrimientos, ya tenía una trayectoria pronosticando innovaciones tecnológicas.

De hecho, Churchill le dio el crédito de concebir la idea de usar aeroplanos y tanques antes de la Primera Guerra Mundial.

Los dos hombres se reunieron y discutieron ideas durante décadas.

Churchill comprendió el peligro de que la tecnología avanzara más rápido que la madurez humana.

En 1924 escribió un artículo titulado "¿Cometeremos todos un suicidio?", en el que se preguntaba si una bomba, no más grande que una naranja, podría tener un poder secreto que destruyera una cuadra de edificios o que concentrara suficiente potencia para acabar con todo un municipio de un solo golpe.

Graham Farmelo, autor del libro "La Bomba de Churchill", vincula directamente la idea de la bomba del tamaño de una naranja al imaginario de "El Mundo Liberado".

Reacción en cadena

Para 1932, científicos británicos habían logrado dividir el átomo por primera vez por medios artificiales, aunque algunos cuestionaban que pudiera producir enormes cantidades de energía.

Pero ese mismo año, el físico Leo Szilard, inmigrante de origen húngaro, leyó la obra de Wells.

Szilard consideraba que la división del átomo podría producir una gran cantidad de energía.

Posteriormente, dijo que Wells le enseñó "lo que significaría la liberación de la energía atómica a gran escala".

A Szilard se le ocurrió la idea de la reacción en cadena en 1933, mientras observaba el cambio de luces de un semáforo londinense.

"De repente pensé que si encontraba un elemento que se dividiera por neutrones y que emitiera dos neutrones cuando absorbiera uno, tal elemento, si se ensamblase en una masa suficientemente grande, podría sostener una reacción nuclear en cadena".

En ese momento de inspiración, Szilard también sintió un gran temor de pensar cómo una ciudad como Londres y sus habitantes pudiera ser destruida en un instante.

"Sabiendo lo que significaría, y lo sabía porque había leído a H. G. Wells, no quería que esta patente se hiciera pública".

Proyecto Manhattan

Los nazis estaban en ascenso y Szilard estaba muy ansioso por saber quién más estaba trabajando en la teoría de la reacción en cadena y la construcción de una bomba atómica.

La novela de Wells "La forma de las cosas que vendrán", que luego fue adaptada al cine, pronosticó con precisión los bombardeos aéreos y la inminente devastación de un guerra mundial.

En 1939 Szilard escribió el borrador de la carta que Albert Einstein le envió al presidente Roosevelt advirtiéndole a EE.UU. que Alemania estaba almacenando uranio. El Proyecto Manhattan había nacido.

Szilard y varios científicos británicos participaron en el programa con un enorme respaldo financiero militar estadounidense.

Británicos y estadounidenses trabajaron por separado sin saber cómo sus investigaciones se complementaban entre sí.

Al final pasaron del método original de un "arma" de uranio enriquecido, que había sido concebida en el Reino Unido, a la creación de otra por implosión de plutonio.

Szilard hizo campaña para hacer una demostración de la bomba frente al embajador japonés para darle la oportunidad de rendirse. Luego quedaríahorrorizado cuando terminó siendo arrojada sobre una ciudad.

Bomba británica

En 1945 Churchill resultó derrotado en las elecciones generales británicas y, al año siguiente, el gobierno de EE.UU. aprobó la Ley McMahon de 1946, quitándole, de hecho, al Reino Unido el acceso a la tecnología que había ayudado a crear.

Luego William Penney, uno de los físicos británicos que regresó de Los Álamos, encabezó el equipo, encargado por el nuevo primer ministro Clement Atlee, de crear una bomba británica con una pequeña fracción del presupuesto estadounidense.

"Fue de un enorme mérito intelectual", apunta Andrew Nahum. "Volvieron a trabajar en los cálculos que habían hecho en Los Álamos. Contaron con los servicios de Klaus Fuchs, quien terminó siendo un espía atómico que le pasaba información a la Unión Soviética, pero que tenía una memoria prodigiosa".

Otro físico británico, Patrick Blackett, quien discutió la fabricación de la bomba con científicos alemanes cautivos, resaltó que no había verdaderos secretos.

Según Nahum, Blackett dijo que "es como hacer una tortilla; no todo el mundo puede hacerla bien".

Nahum agrega que cuando Churchill fue reelecto en 1951 encontró un arma casi completamente lista para ser probada.

"Tenía un conflicto sobre si seguir adelante con la prueba y escribió sobre si deberíamos tener 'el arte y no el artículo'. Es decir, si sería suficiente con tener la capacidad... en vez de tener un arma peligrosa en el arsenal".

A Churchill se lo convenció de seguir adelante con la prueba, pero la mucho más poderosa bomba de hidrógeno, desarrollada tres años más tarde, le trajo una gran preocupacion.

Distanciamiento

H. G. Wells murió en 1946. Había estado trabajando en una secuela de "La forma de las cosas que vendrán" que incluirían sus temores sobre la, ahora real, bomba atómica que había imaginado. Sin embargo, la película no se hizo.

Hacia el final de su vida, apunta Nahum, la amistad de Wells con Churchill "se enfrío un poco".

"Wells consideraba a Churchill como un miembro ilustrado de la clase gobernante, pero con prestigio disminuido". Y Churchill tenía poco tiempo para las ideas socialistas utópicas cada vez más extravagantes de Wells".

Para Wells los tecnócratas y los científicos terminaría gobernando un nuevo orden pacífico como en "La forma de las cosas que vendrán", incluso si la guerra global destruía antes al mundo como lo conocíamos.

Churchill, un ex soldado, creía en las lecciones de la historia y veía la diplomacia como la única forma de impedir que la humanidad se destruyera en la era atómica.

Szilard se quedó en EE.UU. e hizo campaña para el control civil de la energía atómica, mostrándose igualmente pesimista sobre la idea de Wells de un nuevo orden mundial liderado por el mundo científico.

Más bien al contrario, Szilard quedó atormentado por el poder que ayudó a desatar.

En 1950 pronosticó que una bomba de cobalto destruiría toda la vida sobre el planeta.

En el Reino Unido el legado de la Bomba fue un notable período de innovación, ya que muchos científicos que habían trabajado en el desarrollo de armamentos y radares volvieron a sus laboratorios civiles.

Así surgió el primer jet comercial, el Comet, aviones casi supersónicos y cohetes, y el gigante radiotelescopio móvil Jodrell Bank, que casi pone punto final a la carrera del físico Bernard Lovell por sus enormes costos.

Sin embargo, el lanzamiento del Sputnik revivió su trabajo, ya que el Jodrell Bank tenía el único instrumento que podría rastrear el satélite soviético.

Nahum dice que Lovell resaltaba que "durante la guerra la pregunta nunca fue el costo".

"Las interrogantes solo eran si algo se podía hacer y cuánto tiempo tomaría. Y ese fue el espíritu que trasladó a su labor científica en tiempos de paz".

La austeridad y el pequeño tamaño del mercado británico, comparado con EE.UU., terminarían hundiendo esos sueños.

Sin embargo, aunque "la bomba" generó un nuevo escenario de terror, durante algunos años el Reino Unido tuvo también una visión de un futuro atómico benigno que podría dar forma a las cosas por venir.

https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/08/150705_cultura_finde_hgwells_primero_pensar_bomba_atomica_hr