¿Qué es la mitología griega?
Se conoce como mitología griega a un entramado vasto y complejo de relatos, mitos y leyendas pertenecientes a la religión de la Antigua Grecia (1200 a. C. – 146 a. C.). Han continuado formando parte de la cultura occidental hasta nuestra época a través de un conjunto de textos literarios, filosóficos y religiosos, estatuas, vasijas y cerámicas pintadas.
Dichos relatos inicialmente se transmitían oralmente de generación en generación, pero posteriormente fueron recogidos en textos de naturaleza poética que hoy en día conocemos como la antigua literatura griega. Su estudio es materia de interés para diversas disciplinas, desde las letras y la filosofía, hasta la historia, la antropología y el psicoanálisis.
Cabe destacar que la mitología griega recogía numerosos elementos tradicionales y religiosos de la Grecia Antigua, pero también era entendida como ficción por muchos de los filósofos de la antigüedad, como Platón (siglos V-IV a.C.). De todas formas, podía ser considerada valiosa fuente de enseñanzas y de relatos alegóricos, tal como lo es hoy en día para nosotros.
Origen
La mitología griega es heredera de complejos procesos históricos de fusión. Esto se debe a la conquista de los primeros pobladores de los Balcanes. Conformaban un pueblo agrícola y animista, es decir que asignaba deidades a los fenómenos naturales. Estas creencias se sumaron a las que traían otras tribus que llegaron del norte e impusieron el culto a sus dioses. Estos últimos representaban la fuerza, la guerra y el heroísmo.
Este sustrato se cristalizó en la época arcaica de la Grecia Antigua (siglos VIII-VI a. C.), cuando volvió a utilizarse la escritura. En ese momento se conformó la polis griega, una forma de organización política particular en la que los mitos cumplían un rol fundacional y religioso importante.
Posteriormente aparecieron los poetas épicos. Gracias a ellos, el conjunto diverso de tradiciones y relatos obtuvo una organicidad que originalmente no tenía, fundando así lo que hoy entendemos como mitología griega.
Tres épocas
La mitología griega, como muchas otras tradiciones semejantes, se puede estructurar en tres ciclos de relatos:
- La edad de los dioses. Mitos sobre el origen del mundo, el nacimiento de los dioses y su reparto de los dominios. Las teogonías y cosmogonías pertenecen a este período.
- La edad de convivencia entre dioses y hombres. Mitos e historias sobre la cooperación, amor y antagonismo entre dioses, semidioses y hombres mortales.
- La edad de los héroes. Mitos y relatos en los que los dioses juegan un rol más limitado, cediendo protagonismo a los mortales y en especial a sus campeones, los héroes míticos. Los relatos del ciclo de la Guerra de Troya son de este período.
Principales dioses
La religión griega era panteísta, y tenía un enorme panteón de deidades a las que rendirle culto. Las más importantes formaban el panteón de los dioses olímpicos, segunda generación de dioses que antes venció a los titanes (dioses más primitivos). Los principales de ellos son:
- Zeus. El dios padre, dueño del relámpago y de los cielos, quien dirigía a los Olímpicos desde su trono. Es un dios que gustaba de engendrar estirpe humana en aquellas mortales y semidiosas de quienes se enamoraba. Estaba casado con Hera y sus hermanos eran Hades y Poseidón.
- Hera. Diosa del hogar y de los derechos maternos, mujer de Zeus y por lo tanto antagonista inmediata de sus hijos ilegítimos, entre los que estaban muchos héroes, como Hércules o Heracles.
- Poseidón. Dios regente del mundo marino, se lo representaba con un tridente en la mano. Desde su trono submarino gobernaba las aguas del mundo y podía dar buen o mal viaje a los marineros.
- Afrodita. Diosa de la belleza y de la pasión, era hermana de Zeus y esposa de Hefesto, a quien engañaba con Ares y con numerosos mortales. Su nacimiento se atribuye al derramamiento del semen de Cronos, padre de los titanes, sobre las aguas del mar, cuando Zeus lo castró y venció para siempre.
- Apolo. Dios solar, protector de los derechos paternos, inventor de la música (se le representaba con una lira) y de la profecía. Era hermano gemelo de Artemisa, hijos de Zeus y Leto.
- Artemisa. Diosa cazadora, virginal y lunar, con afinidad por los animales salvajes y el terreno virgen. Se la representa con un carcaj lleno de flechas y a menudo un ciervo y un ciprés.
- Ares. Dios de la guerra y la violencia, hijo de Zeus y de Hera, se asociaba a la virilidad masculina y al heroísmo, a la valentía en batalla y a los ejércitos.
Principales héroes
Los héroes griegos eran generalmente ejemplo de virtudes y participaban en hazañas increíbles. Usualmente, su origen era divino. Entre ellos destacan:
- Aquiles. Rey de los mirmidones, hijo de Peleo y de la ninfa Tetis, era invulnerable excepto por los talones, su único punto débil. Marchó a la Guerra de Troya junto a los demás reyes griegos sabiendo, por profecía materna, que la muerte y la fama le esperaban en el campo de batalla.
- Odiseo. Protagonista del poema épico Odisea, es el más ingenioso y sagaz de los héroes griegos que se embarcaron a la Guerra de Troya. Fue quien ideó la estrategia para vencer y saquear la ciudad, otorgándole la ventaja a Grecia. En su regreso a Ítaca, donde era rey, perdió a su tripulación y su barco y vagó durante 10 años en el Mediterráneo.
- Teseo. Rey de Atenas, de ascendencia divina, a quien se le atribuyen muchas hazañas, siendo la más importante la liberación de la isla de Creta del Minotauro: un ser mitológico mitad hombre y mitad toro. El monstruo devoraba a sus héroes y doncellas vírgenes, habitando en el corazón de un laberinto. Teseo venció a la bestia y volvió a salir del laberinto guiado por el hilo que la princesa Ariadna le entregó, y luego se casó con ella.
- Heracles. Hijo ilegítimo de Zeus y la reina Alcmena, era odiado desde su nacimiento por Hera, quien lo sometió a numerosos trabajos. Entre esos trabajos casi imposibles se incluían vencer al León de Nemea, a la Hidra de Lemnos, al Cerbero de los infiernos, entre otros.
El origen del mundo
Según la mitología griega, el mundo fue creado por tres poderes divinos: Caos (“el vacío”), Gea (“la tierra”) y Eros (“la renovación”). Urano, equiparable al cielo, era hijo y esposo de Gea. Gea y Urano fueron los padres de los primeros dioses: los titanes, comandados por Cronos, así como tres cíclopes y tres hecatónquiros.
Esta primera generación de dioses reinó, luego de que Cronos castrara a su padre y desposara a Rea, su hermana. Para impedir que su propio hijo lo destronara, Cronos devoraba a los hijos apenas nacidos del vientre de Rea. Sin embargo, cuando nació Zeus, su madre engañó a Cronos dándoles una piedra en su lugar. Cuando Zeus creció, derrotó a los titanes es impuso el orden Olímpico.
La Guerra de Troya
Uno de los ciclos más importantes de la mitología griega es el que cuenta el sitio y saqueo de la ciudad anatolia de Troya. La misma fue asediada por una coalición de reyes griegos, bajo la excusa de recuperar a Helena, la mujer más bella del mundo. Esta confrontación involucró a muchos de los héroes clásicos griegos, así como de los dioses que tomaron partido por uno u otro bando. Estos eventos se narran en la Ilíada y muchos episodios previos o posteriores en las tragedias de Esquilo, Sófocles y Eurípides.
¿Por qué sigue siendo importante?
La mitología griega juega un rol fundamental en la conformación del imaginario occidental. Se encuentra representada en una de las tradiciones literarias más ricas y complejas del mundo. Los arquetipos atribuidos por los griegos a sus dioses, sobreviven de muchas maneras distintas en nuestra cultura, reconvertidos y mezclados con otras fuentes culturales.
Los dioses y héroes se enfrentan a conflictos relacionados con temas universales como el orgullo, la traición o la justicia. Por eso aún hoy las obras que narran sus historias se siguen llevando a escena. Incluso algunas de estas historias fueron utilizadas por el psicoanálisis para explicar nuestra forma de comportarnos actualmente.
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La caja de Pandora
Todos hemos oído en alguna ocasión la expresión “abrir la caja de Pandora”, y la mayoría tiene al menos la noción de que esta expresión hace referencia a un mito griego, que nos habla del precio de la curiosidad malsana y del nacimiento de los males del mundo, pero también de la esperanza. Pese a que existen varias variantes de este mito, el más habitual y conocido es el que sigue:
“Pandora fue la primera mujer humana, creada por Hefesto por orden de Zeus y siendo dotada por los diferentes dioses de algunas de sus mayores cualidades y virtudes, pero también incluyendo la capacidad de seducir y mentir. Su creación obedece al deseo del rey del Olimpo de vengarse de Prometeo y los suyos.
El dios hizo que Pandora y el hermano de Prometeo, Epimeteo, se conocieran, y propició que con el tiempo se casaran. Pero Pandora recibió también una caja destinada a su marido, en la cual estaban encerrados todos los males del mundo, con instrucciones de no abrirla jamás. Sin embargo uno de los dones que había recibido Pandora era el de la curiosidad. Un día, la mujer abrió la caja para mirar qué había dentro, algo que provocaría que todos los males salieran de la caja y se repartieran por el mundo. Asustada, Pandora cerró la caja, pero en ella solo quedaba la esperanza. Entonces Pandora se dedicó a ofrecer la esperanza a los hombres, con el fin de ayudarles a soportar los males y vicisitudes del mundo".
El origen de Medusa
El nombre de Medusa es altamente conocido en la cultura occidental, siendo esta Gorgona una figura mitológica griega muy popular. El mito más conocido del que forma parte tiene que ver con su muerte a manos de Perseo, pero otro que puede resultar de interés es el origen de su nacimiento. Si bien existen diversas versiones, una de ellas establece lo siguiente.
“Medusa fue una vez una joven y hermosa mujer, una sacerdotisa de Atenea cuya belleza era admirada por todo aquel que la mirara y que gozaba de múltiples pretendientes. Un día el dios Poseidón observó a la joven y cayó prendado de ella. El dios de los mares decidió raptar a Medusa y tomarla en contra de su voluntad en el templo de Atenas.
Este hecho provocó la ira de Atenea, que decidió maldecir a la mujer transformando su hermosa cabellera en furiosas serpientes, además de haciendo que en adelante cualquier persona que la mirara fijamente a los ojos se convirtiera en piedra".
La caída de Ícaro
Uno de los mitos que más nos advierten de los riesgos de desoír lo que la sabiduría dicta y actuar despreocupadamente sin tener en cuenta las posibles consecuencias, o de querer lograr y abarcar más de lo que podemos, es el de Ícaro. El mito dice lo siguiente.
“Ícaro era hijo de Dédalo, un anciano sabio de gran conocimiento que fue capaz de construir el laberinto en el que el rey Minos encerró al minotauro. Dicho rey, para evitar que nadie lograra nunca saber como encontrar la salida del laberinto, decidió encerrar al sabio y a Ícaro de por vida en una torre.
Dédalo soñaba con escapar de su prisión, pero no podría escapar ni por tierra ni por mar. Con el tiempo llegó a la conclusión de que podría escapar por el aire, y de este modo fabricó con cera y plumas de pájaros dos grandes pares de alas de cera. Antes de partir, el sabio Dédalo advirtió a Ícaro que no volara ni demasiado alto ni demasiado rápido, ya que las alas de cera no aguantarían.
Ambos iniciaron el vuelo, escapando de su encierro. Pero Ícaro, viendo la belleza del Sol, pasó por alto las indicaciones de su padre y voló cada vez más alto, intentando acercarse hasta casi tocar el sol. Pero las alas no resistieron el calor, deshaciéndose y provocando que Ícaro se precipatara al vacío y muriera".
El pueblo que procede de las hormigas: los mirmidones
El nombre de mirmidón puede no ser especialmente conocido hoy en día, pero es el nombre de un pueblo famoso en la antigüedad por la elevada reputación y habilidad de sus guerreros, siendo incluso citados en la Ilíada. Aunque existen diferentes versiones de este mito, pero el que aquí se muestra es el transcrito por Ovidio en “Las metamorfosis”.
“Dice la leyenda que el rey del Olimpo, Zeus, mantuvo relaciones con la ninfa Égida y posteriormente le puso su nombre a una isla frente al Peloponeso. Sin embargo, al enterarse Hera de la aventura de su esposo y del nombre puesto a la isla, decidió mandar una horrible plaga que terminó matando a la gran mayoría de quienes la habitaban. Entre los pocos supervivientes se contaba el rey de la isla, Éaco de Egina, el cual suplicó a Zeus que repoblara la isla.
Mientras rezaba un rayo del sol iluminó a una fila de hormigas en un roble, algo que hizo que el rey decidiera pedir que surgieran tantas personas como hormigas había visto sobre el árbol. Éaco de Egina se durmió y soñó que las hormigas en el roble caían al suelo y al hacerlo se transformaban en personas. Al despertar, la isla había recuperado el número de habitantes de antaño, siendo nombrados en honor de las hormigas de las que procedían (mirmidón podría traducirse como hombres hormiga)”.
El mito de Sísifo
Otro mito griego relativamente corto es el de Sísifo, rey de Éfira (posteriormente Corinto, ciudad de la que se le considera fundador en los mitos). Este mito ha sido utilizado como simbolismo del precio de la avaricia y el engaño, además de a la realización de esfuerzos inútiles (especialmente por el castigo que se le infligió). El mito dice lo siguiente.
“Hubo un tiempo en que la región de Éfira tuvo un rey de nombre Sísifo, de gran astucia pero que tenía en gran defecto de ser tremendamente manipulador y avaricioso. Pero llegó un día en que su ambición y sus actos llegarían a provocar la ira de Zeus al acusarle del rapto de la ninfa Egina ante el padre de esta, Asopo, a cambio de fuentes de agua dulce para su ciudad. Zeus ordenó a Thanatos que acudiera a llevarse al rey Sísifo al inframundo, pero una vez allí el taimado rey invitó a la deidad de la muerte a comer, engañándolo de tal modo que consiguió encadenarlo en una celda.
Al estar la muerte encerrada no se producían muertes, algo que terminó por enfurecer a Hades y hacer que finalmente se decidiera que Ares liberara a Thanatos y llevara a Sísifo el inframundo. Sin embargo, el inteligente rey pidió a su esposa que a su muerte no le rindiera honores en su funeral, una petición que ella cumplió. Este hecho sería utilizado por Sísifo para engañar a Hades, pidiéndole que le devolviera a la vida ya que su mujer no había celebrado el funeral de manera apropiada y no le había rendido honores. El dios del inframundo aceptó a cambio de que volviera tras hacerlo. Pero Sísifo no volvió, hasta que le llegó la muerte muchos años después.
Sísifo sería castigado finalmente por Zeus y Hades. Su condena fue tener que subir una piedra por la ladera de una montaña hasta la cima. Sin embargo al llegar allí caería hacia el otro lado de la montaña, con lo que tendría que ser de nuevo empujada hasta la cima, algo que se repetiría en un ciclo eterno".
El mito de Tiresias
Tiresias es uno de los videntes ciegos más famosos de toda la mitología griega, siendo consultado por una gran cantidad de héroes. También forma parte de uno de los casos de transexualidad que aparecen en la mitología. Uno de los mitos que nos habla de él es el siguiente, que a su vez nos explica el origen de su ceguera.
“Dice la leyenda que paseando un día por el monte, Tiresias encontró en su camino en la montaña a dos serpientes en plena cópula. Tiresias quiso separarlas y golpeó a la hembra con su vara, matándola. Pero al hacerlo, su acción tuvo como consecuencia que fuera maldito y en venganza su sexo fuera cambiado, tornándose mujer. Tiresias viviría como mujer durante 8 años, tras los cuales volvería a encontrarse con las mismas serpientes. En esta ocasión golpeó y mató al macho, volviendo de nuevo a ser varón.
Años después, los dioses Zeus y Hera mantendrían una disputa respecto a cuál de los dos sexos disfrutaba más del sexo. Se escogió a Tiresias como juez, dado que había vivido como hombre y como mujer. Pero la respuesta de Tiresias, que proponía que la mujer disfrutaba más, provocó la ira de Hera. Como castigo, la diosa le dejó ciego. Sin embargo, como compensación por dicha acción, Zeus le proporcionó el don de la clarividencia. Ello haría que a lo largo de su vida Tiresias fuera uno de los videntes más famosos de toda la mitología griega.”
El mito de Eco
Algunos mitos pretenden explicar el origen de algunos fenómenos, como ocurre por ejemplo con el del eco. La explicación mitológica de este fenómeno se explica a continuación:
“Eco era una oréades o ninfas del bosque y de la montaña. De sus labios salían las más hermosas palabras, pero tan hermosas eran que Zeus empezaría a sentirse atraído por ella. Hera, descubierta la traición, maldijo a Eco arrebatándole la voz y haciendo que solo pudiera repetir las últimas palabras que le dijera su interlocutor.
Pasó el tiempo y la ninfa se enamoró del joven Narciso, observándole a escondidas. Un día, el joven se apartó de sus compañeros y percibiría a la ninfa. Sin embargo la rechazó con crueldad, algo que provocó que la ninfa pasara a esconderse en una cueva, donde se consumió hasta solo quedar su voz".
El mito de Narciso
El mito que da nombre al narcisismo y que nos avisa de de que no debemos sobrevalorarnos, el mito de Narciso es otro corto mito de origen griego el cual además está profundamente vinculado al anterior. El mito nos dice lo siguiente.
“Hijo del dios Cefiso y Liriope, Narciso era un joven muy hermoso y atractivo, que según el gran adivino Tiresias viviría muchos años siempre y cuando no viera su reflejo. El joven generaba la admiración tanto de hombres como de mujeres y era consciente de su atractivo, hasta el punto de ser altamente engreído y despreciar las virtudes y sentimientos de los demás, entre las cuales se encontró la ninfa Eco o el joven Aminias.
A este último le entregaría una espada, con la cual el joven rechazado se daría muerte. Poco antes de morir, rezó a la diosa de la venganza Némesis pidiendo que Narciso conociera el amor no correspondido. La deidad respondió. Un día, al acercarse a beber, Narciso vio su reflejo en el agua de un estanque y se enamoró perdidamente de él. Finalmente, intentando acercarse a su amado, Narciso cayó a las aguas y terminó por morir ahogado".
El mito de Prometeo
El mito de Prometeo es uno de los más conocidos, y en él podemos ver como los antiguos griegos ya se preguntaron cómo habíamos descubierto y domeñado el fuego, considerándolo un regalo de origen prácticamente divino. El mito dice así:
“Prometeo era uno de los titanes, hijo de Jápeto y Clímene. Según algunos mitos junto con su hermano Epimeteo fue encargado con la tarea de crear a animales y a los humanos, siendo Prometeo quien decidió dar al hombre la capacidad de andar erguidos.
También burló y engañó a los dioses para favorecer a los mortales. En una ocasión en que Zeus prohibió el fuego a los mortales y viendo las necesidades y las dificultades del hombre para sobrevivir, decidió otorgarles el fuego. Por ello Prometeo entró en el Olimpo y robó el fuego del carro de Helios utilizando una caña, tras lo cual se lo entregó a los mortales de tal modo que pudieran calentarse y alumbrarse.
Pero Zeus se enfureció ante el robo, condenando al titán a ser encadenado al monte Caucaso, donde cada día y para siempre jamás, un águila acudiría a devorar su hígado. El órgano le volvería a crecer durante el día, de manera que el tormento se repetiría eternamente para este ser inmortal".
https://psicologiaymente.com/cultura/mitos-griegos-cortos
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