10/4/12

Comunidades Originarias del Chaco

Esta región abarca parte del norte argentino, Paraguay y parte de Bolivia. En este territorio, existen varias familias lingüísticas, con las cuales se pueden dividir los pueblos que habitaron la zona. Los Guaycurú (tobas, mocoví, abipón, pilagá), la Mataco-mataguaya (mataco, tonocoté), la Tupí-Guaraní y la Lule-Vilela.


En general, practicaban cacerías que se efectuaban arrinconando animales por medio del ruido, humo o quema de pastizales. De ahí viene el nombre de la región. Chaco significa “país de las cacerías”.

Los Chiriguanos, por ejemplo, eran muy guerreros y se expandieron por la selva del Chaco Occidental. Eran tribus que se organizaban alrededor de un cacique regional hereditario. Éstos eran lugartenientes, hechiceros benignos y capitanes de guerra. Se relacionaron con otras comunidades: acosaron a los matacos y sometieron a los chané. Resistieron a la dominación incaica. Para tratar de dominarlos, los incas apresaron a un grupo de ellos y los dejaron morir de frío en la plaza de ceremonias. Por esto, los denominaron despectivamente como chiriguanos. Chiri significa frío; Guano, estiércol.

Los Wichís eran bandas semi-nómades que ocuparon el Chaco Central. Algunas tribus se dedicaban a la actividad de caza en el monte. Otros eran fundamentalmente pescadores.

Tenían una sociedad igualitaria. Vivían en chozas de forma cilíndricas, hechas de ramas y pajas. Eran pequeñas y bajas. Se realizaba una división de trabajo por sexo. Los hombres se preocupaban de la caza y la pesca. Las mujeres, de la recolección, practicaban la alfarería simple, tejían y recolectaban frutos. Para la pesca, los hombres eran guiados por un conocedor del río. Tomados de la mano, caminaban por el agua y encerraban al cardumen con redes. La caza se organizaba en forma similar. Trataban siempre de arrinconar a los animales por medio del ruido de un silbato.

Los Guaraníes fueron la cultura más importante de la zona. Su aspecto físico es similar al de los amazonas. Estatura baja (162 centímetros los hombres, 150 las mujeres) y cuerpo bien musculoso. Los hombres habitualmente andaban desnudos y las mujeres usaban un cubresexo.

Sus grandes casas o malocas, llegaban a tener hasta 50 metros de largo. Estaban construidas con troncos, techos a dos aguas y rodeaban una plaza central. En su interior, se colgaban hamacas.


Era un pueblo fundamentalmente agricultor. En general, emplearon el sistema de roza, por lo que cada cinco o seis años trasladaban su aldea. Cultivaban mandioca, batata, maíz, zapallo, poroto, maní, mate y algodón. Pescaban en ríos, usando línea y anzuelo, arco y flecha o por medio del endicamiento. Esto es, obstruir ciertas porciones del río con diques. También, se sabe que usaban venenos.

Creían en varios dioses. Tupá era uno de los principales. Buscaban la “tierra sin mal”, una especie de paraíso terrenal. Además, practicaban la antropofagia ritual. O sea, se comían a sus enemigos.

Teresa Egger-Brass, Marisa Gallego, Historia II, Maipue, Buenos Aires, 2011.

No hay comentarios:

Publicar un comentario